Maltrato Psicológico Infantil
Enviado por MaggyeFerrari • 3 de Noviembre de 2013 • 1.598 Palabras (7 Páginas) • 297 Visitas
Fenómeno Victimológico
Para propósitos del presente relato, nombraré a los protagonistas de la siguiente manera. La medre será llamada Pajarilla y el infante se llamará Molusco.
Marzo 2009: Pajarilla, de 17 años, se entera que está embarazada. ¡Gran cosa! Hoy en día todas las adolescentes lo están. Esta vez hay algo en su interior que le dice que no debe abortar, sin embargo, no está muy segura de querer seguir adelante. Su madre y sus dos hermanos están en casa, y ella está en un lugar de rehabilitación de drogas. El coproductor del embrión que está creciendo dentro de ella está recluido por el delito de robo. Parece ser que es una sentencia no muy larga. ¡Qué más da! Ella ya no lo ama.
Pajarilla decide ir a ver a su hermana una vez que salga de ese bendito centro. Tampoco está muy segura de querer dejar la marihuana, es bastante relajante. Tampoco está segura de rechazar las pastillas que la llevan al paraíso cada que quiere. En fin. Poco tiempo después logra obtener su libertad y vuelve al hogar materno. Para su sorpresa, se entera que su hermana mayor, Bitchy, también está embarazada. Tampoco es que sea un consuelo, su hermana ama a su novio y él a ella. Tendrán al bebé aunque les traiga problemas. ¿Qué dirá su madre en cuanto se enterara que sus dos hijas serían madres? No lo sabía. Si bien se había distanciado bastante de su familia, no quería decir que no le importara lo que ellos pensaran. Poco a poco se fue encariñando con su creciente estómago. Ambas hermanas compartían el secreto de su gestante estado. No obstante, Bitchy iba bastante al ginecólogo y a consultas y esas cosas. ¿Ella debía ir también? No lo creía necesario, si el bebé debía nacer, nacería a pesar de la falta de cuidados prenatales. Ya estaba decidido, así sería. No necesitaba de doctores que la atiborraran de medicinas que sabían mal. Tampoco tenía muchas ganas de querer conocer a su futuro hijo. No era que no le fuera a querer pero en realidad, creía que podía esperar los nueve meses.
Así pasó el tiempo, ella se alimentaba de comida chatarra, los síntomas del embarazo bien podían ser ocultados de su madre porque realmente le iba bastante bien. Las náuseas y vómitos los controló perfecto, jamás los sintió, no así su hermana que se la vivía en el baño. Eso a ella le fastidiaba, ¡Qué débil era su hermana! Como si no pudiera controlar esas cosas con la mente como lo hacía ella. En fin, no era su cuerpo.
Junio 2009: La familia es desalojada de su domicilio por la falta de pago de la renta. Ambas hermanas embarazadas, el hermano menor, Bateador, es un niño de siete años que está aterrado al ver que los granaderos desalojan su hogar y dejan todos sus muebles en la entrada del edificio donde solía vivir.
Pajarilla aprovechando esta situación, decide irse de nuevo a vivir con su novio actual. Su madre realmente no la ama, eso cree ella, porque le puso semejante regañina al enterarse de su estado. No la necesitaba, bien podía arreglárselas ella sola. Pasa el tiempo, casi no aumenta de peso a pesar de que come muchas grasas. Qué extraño. Su novio, Thor, a veces actúa extraño, es un celotípico en potencia, algunas veces la ha golpeado pero seguramente ella se lo ganó. Aunque en realidad le da igual, ella lo ama.
Noviembre 2009: estaba haciendo los quehaceres del hogar, se encontraba sola y considerablemente lejos de su familia. De repente, siente una punzada en el estómago y empieza a escurrir líquido de entre las piernas. ¿Ya era tiempo? ¿Acaso no tenía como tres meses? ¿Qué debía hacer? Lo único que se le ocurrió fue llamar a su hermana. Bitchy llevaba unos días sufriendo con su presión, pues no lograba estabilizarla. Al oír que Pajarilla estaba sola y no tenía la más remota idea de qué hacer, se empezó a sentir muy mal. Logró comunicarse con su madre y que ésta fuera a verla. Juntas se fueron al hospital.
Tras unas horas de trabajo de parto, llegó Molusco, un niño que milagrosamente estaba sano y salvo. Era toda la cara de Pajarilla. Sí, ella sentía cariño por el recién nacido, pero lo único que quería era irse a casa a descansar.
Un día después se enteró que su hermana estaba internada en el hospital por Preclamsia y que su sobrino o sobrina nacería pronto. Ni que fuera para tanto. Al llegar a su casa descansó y durmió por horas… ¡Ah sí! Ya tenía un bebé. ¿Cómo se alimentaba a un bebé? ¿Amamantar? Bueno… valía la pena intentarlo. Resultó ser una experiencia de lo más extraña. No había nadie en casa para ayudarle con la difícil tarea de la maternidad, su hermana estaba acaparando toda la atención,
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