El Nuevos Estado venezolano

EL NUEVO ESTADO VENEZOLANO

Desde el inicio de los tiempos el hombre ha demandado un orden en el desarrollo de sus actividades, incluso desde el nacimiento de la humanidad, con la finalidad de crear un entorno consciente y adecuado en la búsqueda del bienestar. Sin embargo, ese orden fue modificado por la presencia de nuevas demandas que ameritaban ser satisfechas, sumado a la modificación de modelos moribundos por otros que se adaptarían a dichos requerimientos, transformándose desde un modelo individual a modelos más complejos y que incluyeran no solo al individuo como elemento único, sino a grupos de individuos y en teoría a un complemento de mayor envergadura.

En tal sentido las naciones han creado e implementado un sinnúmero de modelos propios a cada estado, buscando adecuarse a satisfacer las necesidades de muchos o pocos, según sea la intencionalidad propia de los gobiernos del momento. Es así, como se presenta La Constitución Nacional de 1961, la cual intentaba en teoría y básicamente cubrir la prioridad de un estado sin mediar el impacto sobre la sociedad, basando su aplicabilidad a través de instituciones que nunca lograron alcanzar y en mucho de los casos, ni siquiera se tomaron la intencionalidad de abocarse a la equidad y protección de la población, si no al lucro individual de renombradas personalidades que originaron un desequilibrio en materia de igualdad social, resultando con ello, una implosión en las raíces sociales que reflejaron ante el mundo un estallido que evidenció la ausencia de la aplicabilidad de las leyes y dogmátismo en resguardo del pueblo institucionalizado. Escenario que originó la necesidad de  reformularse cabios a los procesos que para el entonces venían desarrollándose de manera singular y egoísta, obligándose de esta manera a nuevas transformaciones estructurales y conceptuales en la búsqueda de un nuevo contexto constitucional que distribuiría en igualdad de proporción y con similares responsabilidades entre el estado y sus integrantes, reconociendo así, la importancia del pueblo como elemento primordial  de la sociedad.

Es entonces que en la exploración y búsqueda de estos cambios es propuesto un proceso constituyente en nuestra nación, con la finalidad de reformular una visión y concepción del Estado Venezolano y un cambio en el aspecto dogmático y orgánico de la Carta Magna. Con esta nueva concepción se consagra un Estado que tiene como fin la obtención de la justicia social como una institución compleja, que tiene una misión trascendental para el desarrollo del país, como es regular la vida de la sociedad a través de la distribución idónea de los recursos y herramientas necesarias para tal fin. Es por ello y como muestra de un inicio  comprometido con la razón del ser social, se consulta lo que en práctica y teoría era evidente y requerida por una sociedad hambrienta de sus derechos y por ende en total desconocimiento de sus deberes, propiciando de esta forma el nacimiento de una  Constitución Nacional, cuyo despertar se remonta a 1999. Carta magna propia de la Presentación Nacional Voluntaria, que busca no solo el cumplimiento de una formalidad, sino una expresión de voluntad popular y política, que se afianza inicialmente en la meta regional de la elevación del nivel de vida del  pueblo, pilar fundamental del constructo de un modelo socialista netamente orientado por la premisa de alcanzar la Mayor Suma de Felicidad Posible, legado histórico de nuestros próceres y  en virtud a nuestro Libertador “Simón Bolívar” en la búsqueda de un modelo Socialista piloto que sirva de emancipación al resto de las naciones, subyugadas al vinculo capitalista desproporcionado y abrupto.

Desde entonces hemos de simplificar un modelo innovador  del Estado venezolano, tarea  casi imposible cuando al ver su  esencia que eleva valores magnánimo y pluralistas que buscan   contribuir y sustentar a nuestra nación como una potencia  génova y cargada de  igualdad y proporción. Sin embargo, entre  sus características podríamos destacar su posición garante en respaldo a la efectividad de los derechos sociales, en la búsqueda  del bienestar de la colectividad, a través de un Estado democrático y social de derecho y de justicia que propicia un conjunto de valores, para un mejoramiento sustancial de las condiciones de vida de todos los conciudadanos con la firme premisa de optar por un equilibrio social con la participación directa y activa del estado en las actividades económicas y sociales, para el desarrollo integral de la nación, es decir el desarrollo económico, político social y cultural, basado en la Democracia participativa en pro de democratizar la toma de decisiones. Permitiendo con ello, el desarrollo de sistemas sin los cuales sería imposible el despliegue de la vida humana en la civilización de nuestro tiempo.  Así como La seguridad de los distintos aspectos vitales en la sociedad nacional, sin evadir la defensa exterior y en la defensa interna, añadiendo a ello la defensa frente a las contingencias y necesidades económicas globales, frente al deterioro del ambiente natural, al agotamiento de los recursos naturales, la radicalización y extensión de los antagonismos en el seno de la sociedad nacional. Logrando sumar  una serie de prestaciones sociales que preferiblemente deben estar no sólo proclamadas, sino  garantizadas por los textos constitucionales, pero sin que tal condición sea absolutamente necesaria para la existencia real del Estado social y mucho menos del individuo, dando paso al incremento de las posibilidades vitales de la población y especialmente de las masas organizadas.

De esta forma y manteniendo las premisas propias del nuevo Estado venezolano tanto en los textos constitucionales como en la praxis organizada entre estado y sus integrantes como un todo y sin evadir las responsabilidades conjuntas e individuales de los participantes, nos topamos con una Venezuela en franca construcción del Socialismo en la que se encuentra perfectamente compatible con el avance de los objetivos de desarrollo social planteados, condicionando  una oportunidad para su implementación práctica e impulso no solo  interno, sino global. Permitiéndose el Estado venezolano mantener como premisa  y  núcleo fundamental de la política social “el disfrute de los derechos humanos” con especial vinculación a la igualdad y no discriminación, para cumplir así de la forma más amplia posible, con la garantía de los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales establecidos en nuestra Constitución de 1999, dando fiel cumplimiento a sus compromisos en esta materia, impulsando el desarrollo de leyes y políticas para el avance y beneficio de las mujeres y grupos sociales, que han sido históricamente discriminados y excluidos, permitiéndose el Estado venezolano ser pionero en sustentar los derechos de todos  través de la inclusión social.

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