El Papel Del Policía En La Sociedad
Enviado por asdrubal13 • 14 de Mayo de 2013 • 2.227 Palabras (9 Páginas) • 704 Visitas
El papel del policía en la sociedad
Los cuerpos policíacos tienen como obligaciones primordiales universales el proteger la vida, la propiedad, los derechos civiles y conservar el orden. Pueden tener mayores responsabilidades, pero eso depende de las leyes que organizan la policía en los países democráticos del mundo moderno. Lo importante es que la policía tenga capacidad legal, las 24 horas del día, para atender los problemas y situaciones que tal vez requieran el uso de la fuerza y la coacción o la búsqueda de soluciones verdaderamente efectivas.
En principio, el mandato policial en el país logró definirse con la Ley Orgánica del Servicio de Policía y ordena: proteger el libre ejercicio de los derechos humanos, las libertades públicas y garantizar la paz social; preservar la comisión de delitos; apoyar el cumplimiento de las decisiones de la autoridad competente; controlar y vigilar las vías de circulación y el tránsito; facilitar la resolución de conflictos mediante el diálogo, la mediación y la conciliación. Con este mandato, claro el perfil de oficial queda, en consecuencia, taxativamente enunciado y, por ende, lo que debe aprender. Esta idea de claridad en el mandato policial que luego tiene su traducción en las funciones del servicio y las maneras de hacerlo, y que también se normaron, dejaron el camino despejado para que el diseño de la formación fuera mucho más simple. La formación tributa al diseño de la política pública.
No habrá nuevo modelo policial sin que haya funcionarios que asuman una actitud de compromiso con éste y se tiene la tesis de que el compromiso se genera a partir de la formación en el nuevo modelo policial. No sólo porque es una imposición legal sino porque logra convencer, en un marco de nociones éticas y teóricas que no les permita usar dichas habilidades en contra de la humanidad sino, por el contrario, a favor del respeto a los derechos fundamentales. Por eso se insiste en que esta formación debe ser ideológica, porque se inscribe en un esquema axiológico, en un sistema de ideas que se denomina el Nuevo Modelo Policial, el cual expresa, de manera diáfana, el mandato de la policía venezolana que, por fortuna, logra colocar al ser humano y al planeta como el eje central de toda la acción policial. Si fuera una formación meramente técnico instrumental se correría el riesgo de estar formando gente sin principios orientadores en la vida y mucho más fácilmente corruptibles.
Para que nuestros policías no sean la desgracia de quien no pueda pagarles, es necesaria la formación en ideas pero no cualquier idea sino aquellas que sitúan al ser humano y a la comunidad por encima del capital, la mercancía y el propio mercado. La idea de la primacía del ser humano. Esta humanización de la policía hacia el ciudadano traerá como sin duda mayor seguridad y paz en la población. Para la República Bolivariana de Venezuela la instalación de un nuevo modelo de policía está enmarcada dentro de la política de Seguridad Ciudadana que adelanta el Gobierno Bolivariano.
Este modelo implica la transformación radical de los cuerpos de policía en los diferentes niveles políticos territoriales a los fines de introducir estándares operativos, administrativos, funcionales, organizativos y educativos que permitan la unificación de criterios, y en consecuencia el establecimiento de una doctrina policial integral que mejore sustancialmente el desempeño de las funcionarias y los funcionarios en la función policial, atendiendo eficientemente las necesidades de seguridad requeridas por las ciudadanas y los ciudadanos en sus comunidades.
Ahora bien, este nuevo policía deberá estar consciente de su rol como funcionario público, conocedor de que La administración Pública es el medio y la estructura de que dispone el Estado para garantizar el cumplimiento de sus objetivos. Esto es a las personas que integran y conforman dicha armazón Institucional, llámeseles Servidores Públicos, Colaboradores, Administradores o Funcionarios Públicos, deben ser personas dignas, respetadas y honestas, donde el factor moral constituye uno de los elementos primordiales de los programas y políticas de Gobierno. Bailey, (1995) "La sociedad en general tiene la percepción negativa y adversa del quehacer gubernamental debido a los problemas de corrupción, opacidad y discrecionalidad, y a la deficiente cultura de rendición de cuentas en el sector público". Esto repercute de manera sustantiva en la imagen y desempeño de la Administración Pública en su conjunto, lo que hace necesario mejorar la organización y la operación de sus instituciones, de sus recursos y gestión. De allí que la figura del policía como servidor Público debe necesariamente ajustar su comportamiento a una serie de órdenes, normas y lineamientos de tipo moral, ya que la mayoría de sus funciones ante la sociedad resultan ser casi-sacerdotales. En consecuencia, el policía como Servidor Público debe ser un ejemplo de moralidad, donde el cumplimiento del deber y el orgullo de ser Funcionario Público, se debe vivir día a día para recobrar la confianza de la ciudadanía.
Debe ser un nuevo hombre, este hombre nuevo, según lo describe el sociólogo albanés Fuga, (2008) Ha de ser un tipo social que por lo que se refiere a la formación ideológica, la preparación científica y profesional, las cualidades del carácter y los valores morales, los vínculos sociales que mantenía con el medio al que pertenecía y con la sociedad en general, no tenía precedente en el pasado.
Este hombre nuevo debe adjudicar prioridad al interés del colectivo, de la sociedad y de la nación frente a su estrecho interés personal y familiar; obrar únicamente en el marco de una igualdad material y económica fundamentada sobre la propiedad de todos; un ser solidario, con iniciativa, crítico ante todo lo conservador, inconmovible en la confrontación con quienes se desorientan socialmente .Este hombre nuevo, concluye Fuga, tiene el deber de ser por tanto moralmente puro, armónicamente desarrollado en lo social, y nacional
Consejos Comunales y las mesas de Seguridad Ciudadana
El origen de los Consejos Comunales, y de su posterior organización en Circuitos Comunales de atención pública, parten del texto constitucional de 1999. El artículo 62 refiere a la participación popular en la gestión pública. El artículo 70 determina las formas de participación en lo económico, social y político.
Los Consejos Comunales han constituido una plataforma de amplia difusión para promover esta forma organizativa, a fin de estimular la participación organizada de las comunidades en la solución de los problemas más urgentes y cotidianos en relación al espacio social que habita. En razón del ámbito de actuación de los Consejos Comunales, en el caso específico de la seguridad
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