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El Principe


Enviado por   •  15 de Diciembre de 2012  •  2.399 Palabras (10 Páginas)  •  358 Visitas

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"EL PRÍNCIPE"

Si en la antigüedad, Constantinopla logró convertirse en una de las ciudades más importantes por su actividad cultural y comercial, Florencia logró un lugar excepcional por ese mismo aspecto durante los siglos XV y XVI.

Esta ciudad se encontró envuelta en la difusión de las nuevas ideas de la revolución renacentista. Se puede afirmar que esa urbe se constituyó en el epicentro del nuevo sistema político y cultural. Maquiavelo estuvo ligado desde muy joven a la administración política de esa ciudad y participó como arquitecto de la política exterior de la república.

El vínculo más decisivo de Maquiavelo con su lugar de origen fue su indeclinable y permanente decisión de defender la libertad de la república. Bajo ese deseo logró modelar su obra y ligar su vida al destino político de Florencia, aportando de manera sólida sus conocimientos de gran valor histórico.

El Príncipe es una obra, que a mi entender, refleja un esfuerzo de comprensión histórico por parte de Maquiavelo, sobre las realidades políticas de la Italia del siglo XV y XVI. Ya que ésta, se encontraba totalmente dividida, tanto por motivos políticos, como por la corrupción y alianzas de todo tipo, que evitaban la unión de Italia.

Su tiempo histórico es real y corresponde al proceso de tránsito de la Europa medieval a los tiempos modernos, sobre cuyas bases surgió posteriormente el modelo capitalista de organización de la economía.

La libertad mental conquistada por el hombre del Renacimiento y que lo apartaba de dogmas, para enfrentar de manera más creadora la realidad material, representa el nuevo espíritu con el que la burguesía ascendente organizó las relaciones sociales en la Europa de los siglos XIV, XV, XVI.

Si nos circunscribimos a la visión histórica sobre el Renacimiento, conformada por el investigador Jacques Pirenne en su libro "Las grandes Corrientes de la Historia", podemos admitir que ese sistema permitió en Europa el surgimiento de una civilización anclada en el individualismo.

La liberación de la individualidad en el Renacimiento contrastó con el estancamiento de la economía y de la persona, disuelta en el marco del grupo feudal. Durante el Feudalismo las artes, el pensamiento y el comercio alcanzaron un nivel de estancamiento extremo. La individualidad logró sobrevivir a través del misticismo. Éste fue el único escape de las ansias de pensamiento y acción.

Sostiene Pirenne que, "durante el Renacimiento los hombres se liberaron de la opresión de grupo, la náutica revigorizó el comercio y las florecientes burguesías urbanas reivindicaron su emancipación económica-social, al borrar la noción de dependencia jerárquica; abriendo así, el campo a la emancipación de la conciencia y a la reaparición del pensamiento. Así fue como se esbozó la era de la civilización occidental, en la que la emancipación de la persona humana correspondía a la expansión de la economía urbana".

No toda Europa logro ser cobijada por ese movimiento espiritual y económico renovador. En la Europa central el Feudalismo se mantuvo por varios siglos más.

El desarrollo de la ciencia permitió la libre investigación de los problemas humanos y de la naturaleza. La realidad se confronta a partir de la razón y de la experiencia concreta con el mundo, desmitificando el método escolástico. Maquiavelo constituye desde esa perspectiva una de las síntesis mas reveladoras del nuevo espíritu burgués, caracterizado esencialmente por una mentalidad profana e inquisitiva para la cual, la realidad inmediata y sensible es la fuente del conocimiento.

El historiador argentino José Luis Romero, en su penetrante ensayo: "Maquiavelo Historiador", afirma que la mentalidad burguesa imaginó al hombre instalado de forma inevitable en la realidad sensible: "la criatura humana dejó de ser pensada como una abstracción para ser vista como una realidad de carne y hueso, como un microcosmos real, anhelante de explayar su personalidad dual, como un individuo que se realizaba en el mundo terreno. La nueva imagen del hombre fue también un derivado de la experiencia".

Bajo el impulso de ese nuevo espíritu, Maquiavelo logró intuir, que los valores y la moral tradicional, cimentados por la iglesia católica, no se ajustaban al mundo cambiante e inestable que surgía en la Europa renacentista.

La Edad Media, había creado en Europa un sinnúmero de principados feudales, fraccionados y dispersos. Todos ellos operaban como factores adversos a la necesidad de centralización del poder, requerido por las nuevas clases sociales en su camino de expansión comercial.

La amplia experiencia acumulada por Maquiavelo en las cortes europeas, como representante de la cancillería florentina, su contacto con príncipes, y su observación de las decisiones gubernamentales, le brindaron una visión excepcional sobre el carácter de los hombres de Estado, y los alcances de sus actos políticos.

El ensayista inglés Quentin Skinner, autor del libro "Maquiavelo", y quien aporta novedosos datos sobre el desempeño de éste, como consejero de príncipes, afirma de los estadistas de este tiempo: "lo que todos ellos se negaban a reconocer, era que habrían tenido mucho más éxito si hubieran intentado acomodar sus personalidades respectivas a las exigencias de los tiempos, en lugar de querer reformar su tiempo según el molde de sus personalidades. Con el tiempo Maquiavelo colocó este juicio en el autentico corazón de su análisis sobre el caudillaje político en El Príncipe".

En "El Príncipe", se complementan de forma extraordinaria el creador literario, el investigador histórico y el analista político. Con esas ventajas, esta obra pudo situarse entre las más bellas construcciones de la prosa italiana del siglo XV y de la literatura universal de todos los tiempos. El hombre, que se sumerge en los hechos, y que vive intensamente los acontecimientos políticos de su época, no riñe con el observador que luego los mide y los confronta con su visión del Estado y de la naturaleza humana.

El poder, considerado como uno de los ámbitos de realización del espíritu humano, y el fenómeno político, visto como la expresión suprema de la existencia histórica que involucra todos los aspectos de la vida, es en mi humilde opinión, lo que impulso a Maquiavelo a escribir "El Príncipe".

El esquema general de la obra es el siguiente:

o Los nueve primeros capítulos, responden a la pregunta de cómo se crea y se forma un principado y analizan el proceso de variada constitución de los principados.

Con mayor detalle aún:

1. Los capítulos del II al V, examinan la conquista de nuevas provincias por un Estado

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