El Secuestro De La Saeta
Enviado por streva • 3 de Junio de 2014 • 417 Palabras (2 Páginas) • 265 Visitas
La noche del viernes 23 de agosto de 1963, cuarenta mil almas colmaban las gradas del Estadio Olímpico en la Ciudad Universitaria. Los funcionarios de la policía municipal estaban alertas pues sabían que se encontraban en medio de un cóctel explosivo de calor, multitudes, alcohol y pasión deportiva.
Damián Gaubeka leía complacido los reportes de taquilla; la empresa que representaba había invertido más de un millón doscientos mil bolívares en la organización de aquella pequeña copa del mundo y la respuesta del público no podía ser mejor. Tres legendarias escuadras se disputaban el campeonato: El Sao Paulo de Brasil, el Oporto de Portugal y el Real Madrid de España. En el partido que se jugó el martes 20 los muchachos del equipo merengue doblegaron a los lusos 2-0; pero aquella noche se presentarían ante el Sao Paulo con una pata coja. Su jugador estrella el argentino-español Alfredo Di Stefano debía conformarse con mirar las acciones desde la banca por estar aquejado de tortícolis y un desgarramiento del muslo derecho.
La orden del equipo médico era inapelable, esa noche debía descansar y al día siguiente sus lesiones serían evaluadas en el hospital clínico. La ausencia en la cancha de la Saeta Rubia, pareció afectar al equipo español que terminó perdiendo 2-1 ante los cariocas.
La noche había sido de jaleo; algunos hinchas al parecer pasados de tragos entraron sin pagar sus boletos y cuando se les pidió desalojar el área que ocupaban en la tribuna principal desenfundaron armas y se enfrentaron a tiros con la policía. Al final del partido, los jugadores de ambas selecciones fueron sacados del recinto bajo fuertes medidas de seguridad hacia los hoteles en los que estaban hospedados. Los revoltosos pasarían la noche en alguna fría celda y el resto de la fanaticada tenía que esperar hasta el domingo 25 cuando se definiría un nuevo encuentro entre españoles y portugueses.
Los muchachos del Real Madrid fueron alojados en el hotel Potomac, una antigua edificación de estilo Art-deco ubicada en la urbanización San Bernardino, más parecida a una pensión familiar que a un hotel moderno. Al llegar del partido, Alfredo Di Stefano cenó con su compañero y vecino de habitación, el uruguayo José Santamaría. Pasada la medianoche se metió a su cuarto a descansar; por la mañana sería sometido a una cura de ultrasonidos en el hospital universitario. Di Stefano se quedó dormido pensando en su único hijo varón quien cumplía 8 años ese sábado; decidió que luego de salir del hospital iría a comprar algún obsequio para enviárselo.
...