El Sistema Político Mexicano, Evolución Y Crítica.
Enviado por alberper • 11 de Julio de 2011 • 7.365 Palabras (30 Páginas) • 3.734 Visitas
Introducción:
En un país como México, donde se han profundizado la brecha en las diferencias sociales y la pobreza, la democracia se encuentra sujeta a grandes presiones.
Trataré en, primera instancia, someramente de describir el contexto, tanto internacional como nacional, para poder situar al país dentro de un marco de referencia que nos permita ver en el escenario geopolítico la situación de México.
El contexto internacional lo podemos clasificar en dos momentos, el primero que va desde la gran depresión hasta el fin del modelo del Estado Benefactor, en este periodo proliferaron gobiernos de corte autoritario, dictatoriales, represivos y hegemónicos que en cierta medida iban acorde con las políticas de occidente para mantener la amenaza lejos de este continente, y reemprender el rumbo hacia el desarrollo vía una mayor intervención del estado en los asuntos públicos.
El segundo que va desde la Caída del Muro de Berlín y del fracaso de los paradigmas de la izquierda radical a la globalización y las políticas neoliberales, las Uniones en Comunidades económicas, políticas y culturales, que aún se encuentran inmersas en un proceso de equilibrio y adaptabilidad a las regiones más propensas a la incertidumbre financieras, en este periodo se corrige el rumbo de la estrategia del desarrollo orientada a la exportación, abierto a la economía mundial, desregulado, menos estatificado, basado en la fuerza del mercado donde la inversión juega un papel de suma importancia como motor de la acumulación de capital, lo cual debe implicar gobiernos democráticos, plurales, incluyentes, emergidos de una real competencia política.
En el contexto nacional nos encontramos con un México inmerso en una crisis heredada de la ineficacia y de la ausencia de proyecto de nación tanto por los gobiernos del viejo régimen como por los gobiernos de la transición, que han provocando la pauperización de grandes sectores de la población, la desestructuración de los actores sociales y la migración masiva al extranjero por falta de empleo digno y el problema del narco trafico que en estos momentos ha tomado altas dimensiones, y que hoy es considerado de cómo un grave problema de seguridad nacional, que atenta contra la propiedad privada y el estado de derecho.
Podemos dividir el escenario en dos segmentos, el primero que describe la típica esencia de un gobierno autoritario, con un partido hegemónico de estado, que es controlado directamente por el ejecutivo en las decisiones de los puestos electivos y por lo tanto en la circulación de las élites, lo que conlleva a una clara subordinación del legislativo, una baja competencia política, alto grado de corrupción y abuso de poder. El segundo describe a un gobierno de tipo democrático el cual se destaca por la liberación de las diversas fuerzas políticas que constituyen al nueva agenda pública debido al conjunto de intereses que representan, así como la consolidación de un entramado institucional democrático que genera cambio al interior de la sociedad y que se observa en todo el proceso de transición política.
Así mismo es prudente considerar que el cambio de un escenario de tipo autoritario a uno de tipo democrático se hace bajo un contexto jurídico que implica, para el caso mexicano, tres momentos, determinantes en el rumbo del sistema político mexicano y el grado de competitividad política que entrañan dichas reformas.
La realidad mexicana, basada en un marco constitucional e institucional, que reflejan todas las características de un auténtico régimen republicano, federal y democrático, desde 1824 hasta el 2006; logró evolucionar de una realidad autoritaria, de un régimen presidencial todopoderoso, que sustentado en un corporativismo y un patrimonialismo había sido legitimado desde la posrevolución mediante la distribución del reparto del poder entre la diversas fuerzas políticas que lo constituían, dando vida así a un partido de estado hegemónico como instrumento de dominación política, hasta que el ideal democrático se contrapusiera, con una alternancia del poder inicialmente a nivel municipal, estatal y finalmente en el federal, mediante la competencia de los partidos políticos que han hecho cambiar la geografía política del país.
Desde la Constitución de 1917 han prevalecido las estructuras legales, que se consideran indicadoras de una democracia política. El problema es que la práctica política no se ha ceñido a esas normas y el funcionamiento real de las instituciones ha sido el sustento del autoritarismo, aun después de haberse logrado la alternancia electoral.
Raíces del Sistema Político Mexicano
Durante el siglo XIX y comienzos del XX, una tendencia dominó el desarrollo de las instituciones representativas: la extensión del derecho de voto, sufragio universal, desapareció el requisito de la riqueza para ser representante. Estos dos cambios originaron la creencia de que la representación avanzaba hacia el gobierno popular.
La superioridad del sistema representativo constituye la forma de gobierno más apropiada para las condiciones de las sociedades comerciales modernas, donde en este tipo de sociedades los ciudadanos ya no gozan de tiempo para los asuntos públicos y deben de emplear la elección para confiar el gobierno a quienes dediquen todo su entiempo en esa tarea. El interés común, la mejora del estado de la sociedad clama que hagamos del gobierno una profesión especializada.
El sistema representativo aparece en los tiempos modernos como un sistema cercano, parte de una premisa fundamental: la soberanía del pueblo, principio comúnmente aceptado, sin embargo, la soberanía del pueblo no puede ser ejercida directamente, a través de la asamblea o reunión de todos los ciudadanos.
Por tanto el principio electivo no garantiza la verdadera excelencia política quede seleccionada. No hay en la naturaleza del método electivo que garantice la selección de elites en el sentido general, el termino élite se aplica a los que tienen mayor grado de capacidad en su esfera de actividad .
Las formas de gobierno se presentan como instituciones políticas, encontrar la mejor forma de gobierno, persuadir a los demás que es la mejor y excitarles a que la reclamen. Hay que recordar que las instituciones son un constructo humano y como tal debe su origen y existencia a la voluntad humana.
Lo que implica tres condiciones:
1. El pueblo debe aceptar la forma de gobierno.
2. Debe tener la voluntad y capacidad para permanecer.
3. Capacidad y voluntad para que la forma de gobierno exija de él.
La idea de gobierno representativo, tal como la conocemos hoy día, nace y en el siglo XVIII, a raíz de la revolución francesa.
El mejor gobierno para un pueblo es aquél que se basa en
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