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El Taller Y El Cronómetro


Enviado por   •  28 de Julio de 2014  •  657 Palabras (3 Páginas)  •  288 Visitas

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EL TALLER Y EL CRONÓMETRO

(Ensayo sobre el taylorismo, el fordismo y la producción en masa)

De BenjaminCoriat

LA MANUFACTURA Y EL OFICIO

I El oficio como condición de la industria

El obrero de oficio era la figura necesaria de la manufactura y más aún de la propia industria.

Durante muchos años las manufacturas fueron débiles e inestables, al estar obligadas a desplazarse a donde hubiera obreros hábiles.

De este modo, en el nacimiento de la industria y como condición de ésta, la mano del obrero y su oficio, eran una reserva de la que el capital debía alimentarse ante todo y de la que sacaba su sustento.

II El oficio como obstáculo a la acumulación del capital

Más que cualquier otro país, los Estados Unidos se resistieron de la falta de obreros de oficio en número suficiente, e incluso hasta la década de 1860, de la falta de obreros a secas. De ahí la dificultad endémica del capital americano para asegurar su desarrollo.

Hasta ese momento el obrero y su oficio no sólo eran el “valor” del capital sino también un “obstáculo” para su desarrollo. No sólo por su escasez (relativa), sino también porque permite y hace posible el dominio de un oficio, de un saber de fabricación. El oficio constituiría de manera sistemática y general –durante todo el siglo XIX- la piedra angular sobre la cual será construida la “organización obrera, su capacidad de resistencia, su fuerza”.

Fue en los Estados Unidos donde las cosas tomaron el giro más evidente. Laorganización obrera por excelencia era la AFL (American Federation of Labor) conjunto más o menos estructurado y homogéneo de uniones profesionales.

La afiliación tenía un carácter estrictamente de oficio, y esta práctica se llevó hasta sus últimas consecuencias: los unskilled (obreros no especializados) eran generalmente excluidos de la asociación.

La AFL funcionaba como un subcontratista, asegurando una cierta gestión del mercado de trabajo obrero por cuenta de los fabricantes. Garantiza el aprovisionamiento en fuerza de trabajo, administra la afluencia en cantidad y cualidad. La contrapartida exigida es que el fabricante respecte la “tarifa” sindical. En esta particular configuración de las relaciones de clases, la negociación gira en torno al sello: concebido si se respeta la tarifa y si los obreros son reclutados en el seno de las uniones y es rechazado en el caso contrario. Por lo que a los obreros cualificados se refiere, la lucha se organiza en torno a amplias campañas de “boicot”, que a menudo conducían a formidables quiebras comerciales.

El capital busca primero una salida en la máquina. Desde su aparición, ésta es concebida como un medio de soslayar las líneas de resistencia levantadas por el oficio.

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