El Tribunal Supremo y el colonialismo.

El Tribunal Supremo y el colonialismo.

        La nominación del Licenciado Ferdinand Mercado como Juez Presidente del Tribunal Supremo en el 2003, por la ex Gobernadora Sila M. Calderón, es una de las muchas muestras de panismo en los partidos como ha sido el caso de Anaudi Hernández en todo su apogeo. Siguiendo con el tema del Tribunal Supremo, la imposibilidad del pueblo para poder tomar decisiones importantes, es y será una de las más grandes muestras de colonialismo y el gran poder que tiene Estados Unidos sobre nuestro país. La imposición de Estados Unidos en establecer leyes suyas en nuestro país, no nos ha permitido tener un alcance completamente supremo en toda nuestra formación como nación.

        Es injusto que el país no tenga la oportunidad de poder elegir o tener alguna participación al menos de quién debería estar en el principal puesto de la rama judicial “pasando incluso por sobre los actuales miembros del Tribunal Supremo” como buen dice Julio Muriente. Esto incluye también que no se les considera los méritos personales que pueda tener la persona que se asigna a esta posición, simplemente el gobernador que esté al mando junto con el consentimiento del Senado, escoge a la persona que mejor llene estos requisitos político-partidistas.

        Concluyo diciendo que, este año de elecciones será uno de los más importantes en la historia de nuestro país. Lo que escojamos el 8 de noviembre será una decisión que marcará nuestra y futuras generaciones. Estamos cansados de lo mismo año tras año. Nuestro país necesita gente transparente, capaces de demostrarnos una confianza impecable y que más allá de intereses político-partidistas, se comprometan en hacer de Puerto Rico la isla que necesitamos.

¿Héroes Boricuas?

        Este ensayo es bien interesante ya que nos habla de una realidad que muchos vivimos en nuestras familias, amigos y personas muy cercanas a nosotros. Llamamos ‘héroes” a personas que van a luchar en una guerra que no le pertenece; a defender a un país que tanto daño nos ha causado. Muchas de estas personas se ven obligados a guardarle una lealtad y agradecimiento a un país que más que darnos, nos ha quitado. Nos solo nos ha quitado el valor como pueblo, también nos ha quitado vidas.

        Lo más interesante de todo es que muchos de estos soldados entran a las fuerzas armadas de los Estados Unidos buscando un escape, buscando beneficios económicos y una mejor vida. Pero la realidad de todo es que están entregando toda su vida, su vida, la posibilidad de tener a su familia lejos y finalmente tener la posibilidad de morir. Morir por un país que no lo merece. No se les puede llamar héroes a personas que están conscientes del riesgo que están tomando, de las vidas que se pueden perder, y aun así aceptar entrar a las fuerzas armadas. El dolor de perder a un hijo peleando en una guerra que no le pertenece, deber ser uno muy profundo e irreparable. Es doloroso para nuestro país perder a uno de los suyos, se sufre de igual forma.

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