El análisis de la novela Ifigenia
Enviado por carmenfabiola • 21 de Noviembre de 2013 • Resumen • 1.521 Palabras (7 Páginas) • 1.082 Visitas
Ifigenia
En el año 1924, la escritora venezolana Teresa de la Parra publica su primera novela: Ifigenia, Diario de una señorita que escribió porque se fastidiaba. Lo cual desencadeno el trascurrir de los hechos presentes en esta novela escrita por nuestra escritora venezolana.
La protagonista, María Eugenia Alonso tras una breve estancia en París, viaja a Caracas para reencontrarse con sus tíos, primos y abuela. Las ideas avanzadas que la protagonista había adquirido en París chocan con las tradiciones recatadas que su familia tenía.
María Eugenia se plantea el matrimonio como salida a la situación en que se encuentra, pero su enamorado, Gabriel Olmedo, acaba casándose con una mujer más rica. Ella sin saber nada, se iba haciendo ilusiones con él; cuando se da cuenta de que su enamorado se caso se desilusiona mucho, quedando encerrada dentro de aquellas paredes de la casa de sus familiares. El clima de opresión de una casa convertida prácticamente en cárcel y las ideas conservadoras de tía y abuela, mujeres llenas de prejuicios, irán envolviendo progresivamente a María Eugenia, hasta transformarla por completo. Así, finalmente, aceptará casarse con César Leal, un hombre que la reduce a objeto decorativo y la somete a las leyes sociales que la convierten en un cero a la izquierda.
María Eugenia regreso a Caracas, ciudad de la que partió con su padre siendo niña y, con la llegada a puerto, su libertad termino. Y así mismo fue recordando su infancia y cómo hace doce años atrás zarpaba desde ese mismo lugar rumbo a Europa.
Con la llegada al puerto de la Guaira, María Eugenia siente que sus sueños terminan y, curiosamente, es con la imagen de la ciudad al fondo cuando comienza a sentirse prisionera y triste, y a tener el presentimiento de que, aun siendo muy joven, en vez de comenzar una nueva vida, ésta comenzaba a terminar. En la novela hay una relación entre el espacio y la memoria. El paseo en coche desde el puerto de la Guaira hasta la casa de la abuela en Caracas, no es tanto un paseo por la ciudad sino mas bien, un viaje por el recuerdo y el pasado, que le sirve a María Eugenia para recordar sus primeros años de vida en la ciudad. Caracas se presenta como la contrario de París y, ya desde su llegada, María Eugenia percibe que la opinión de su familia sobre ambas ciudades es muy diferente.
Su tía Clara, opina que "una mujer honrada y que se estime, no puede andar sola en París ¡porque se ven horrores! Sin, embargo para la protagonista ha Constituido el máximo de felicidad.
María Eugenia se reencuentra con su abuela y su tía Clara, personajes que no salen a la calle en toda la novela, ni siquiera para ir a esperarla al puerto como el resto de la familia, y que representan el sector más conservador junto al tío Eduardo que, como hombre, ejerce una gran influencia en todas las mujeres de la casa y hace de filtro de todas sus ideas. Dos elementos llaman la atención de María Eugenia sobre el resto desde su llegada: los patios interiores, llenos de plantas, único punto en común con el mundo natural que tendrá desde este momento y el cuarto que le ha cedido su tía Clara, la tía solterona cuya vida gris parece pronosticar la que le espera a ella. La mirada detenida a los muebles de su tía se convierte en reflexión y presagio sobre lo que ella ya intuye como la herencia no sólo de un cuarto sino de todo un modo de vida que hace que su alma se sienta "oprimida de angustia, de frío, de miedo", María Eugenia se ve rodeada por un espacio de desesperanza del que intenta huir por medio de la lectura y de la escritura para encontrar un espacio alternativo. La carta y el diario se convierten en instrumentos que le permiten dialogar consigo misma y el hacerlo a escondidas le da, en sus propias palabras, cierta independencia moral y es el único atisbo de libertad al que puede aspirar.
Al conocer la situación económica en la que se encuentra (está en la ruina porque su tío Eduardo se ha adjudicado la herencia que le correspondía a ella), la casa pasa a definirse como "cuatro paredes de hierro “Y constituye el adiós definitivo a los viajes, al lujo y en general al tipo de vida que ella ya había podido experimentar en Paris.
Los objetos de plata, porcelana, espejos, tapices y plantas de la casa de Mercedes le permiten
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