El asentamiento “tierra prometida “ en la ciudad de Valledupar

Diagnostico contextual

El asentamiento tierra prometida, adyacente a los barrios Don Carmelo, Villa fuentes, El oasis, Nuevo Milenio de la ciudad de Valledupar, tiene alrededor de 12 años de haber sido  invadido estos terrenos de propiedad del sr. Oscar Guerra. Aquí encontramos gente desplazada en su mayoría, gente sin techo y hasta invasores de oficio, los cuales hicieron negocio, tomando lotes para venderlos posteriormente.

Estos habitantes, de estrato bajo, sin ningún tipo de educación la mayoría se dedicaban al rebusque y otros trabajadores informales, consumidores  de droga algunos  y otros expendedores.

Para levantar su vivienda (cambuches)  utilizaron elementos como palos, cartones, maderas, hojas de zinc recicladas y muchos materiales, sin ninguna norma de topografías, ni zonas verdes ni recreación ni  espacios sociales, ni educativos sin ninguna norma técnica, ni redes de acueductos ni alcantarillado, ni tampoco el manejo de las basuras, o sea, ausencia total de saneamiento básico, sustrayendo el agua de las redes principales de los barrios cercanos, otro tanto sucedió con la energía que peligrosamente, y sin técnica alguna utilizaban  alambres de “púa” como cable de conducción eléctrica, lo cual generó muchas muertes por electrocución. También se convirtieron en un escondedero de delincuentes, jibaros y consumidores de estupefacientes donde la autoridad no había podido entrar ya que frecuentemente eran atacados.

Las aguas servidas van al centro de las calles, las basuras son arrojadas todos los días en los separadores y andenes de la Avenida Cra 27 ocasionando muchos problemas de salud pública al comercio y habitantes de estas avenidas cercanas al barrio Don Carmelo quienes tienen que convivir con esta problemática. Muy a pesar, que en años anteriores se buscó solución a este problema por parte de los comerciantes en el sentido de buscar un lote para para la recolección de las basuras, y también la ubicación de dos conteiners, que fueron vandalizados metiéndoles candela.

.  Hoy en día, ya se ven casas construidas en ladrillo, y en algunos sectores hay energía con transformadores donados por políticos  de turno, las calles en épocas de elecciones las cepillan con motoniveladoras, y arreglan algunas viviendas con las donaciones de ladrillos, cemento y arena, zinc  que hacen   los candidatos. El hecho que ha redundado un poco en el bienestar de esta comunidad es la pavimentación de las avenidas Mareigua y Avenida Carrera 27, lo cual ha hecho más visible el asentamiento y los delincuentes que aquí se refugiaban ya no se sentían seguros y emigraron a otros sectores.

Esta comunidad no ha demostrado hasta el momento una vía expedita para el cambio, no hay canales de comunicación, puesto que no hay un liderazgo reconocido ya quien quiera asumir esta responsabilidad es amenazado, insultado o agredido por una minoría que se imponen la ley del miedo, muy a pesar que allí viven ya jóvenes bachilleres y universitarios.  

La comunidad desea que la administración local los normalice como barrios para recibir los recursos e inversión en saneamiento básico, educación,  mejora de vivienda y recreación, así lo manifiesta el señor Ainer Castro uno de los muchos invasores de este asentamiento.

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