El cambio en la concepcion de la vida: pandemia y post-pandemia

  El cambio en la concepción de la vida:                                               pandemia y post pandemia

Durante la pandemia sucedieron tantas cosas en un periodo tan corto de tiempo, que no resulta fácil seleccionar algún tema sin dejar fuera otras temáticas igualmente relevantes, lo más probable es que los próximos años se siga la controversia sobre lo acontecido en esta crisis sanitaria, entre otros motivos, por el pánico colectivo que género y por la escasa información que aún tenemos sobre el aprisionador virus que acabo sin misericordia con el antiguo estilo de vida de todos, generando en la población síntomas emocionales por el estrés y los cambios en las rutinas dando paso a una nueva forma de relacionarnos con los productos y con las personas detrás de estos.

Unos de los grandes cambios que generó la pandemia fue la forma de comprar y que a la vez trajo un cambio significativo en la sociedad, a lo cual distintos autores como Herbert Marcuse, Zygmunt Bauman o Karl Marx nos proponen distintas miradas, que se complementan, sobre la relación material-individuo, de las cuales llegamos a preguntas, como por ejemplo, ¿la población obtuvo necesidades innecesarias? o ¿la pandemia generó compras innecesarias en la población?

Analizando distintas fuentes no solo de Chile, sino también a nivel mundial logramos llegar a una visión que nos representase a las tres personas detrás de este proyecto y así también llegamos a generar nuestra propia visión del mundo actual que nos rodea, donde no estamos muy alejados de la realidad que planteaba Karl Marx o Herbert Marcuse en sus distintos libros.

Durante marzo del 2020 en Chile se confirmó el primer caso de COVID-19 trayendo consigo distintos factores que afectaron a la población, fuera de lo que es la misma enfermedad, entre ellos el cambio en el consumo de productos ya sean comestibles, bebestibles, tecnología o incluso ropa. Si bien durante el 2020 la población se encontró con problemáticas nunca antes vistas estas tuvieron que ir resolviendo sobre la marcha, así también el gobierno de turno tuvo que enfrentar en conjunto a la población todo esto que trajo la pandemia generando medidas que complacieron a unos y otros no.

Cuando llegaron los primeros casos de coronavirus a Chile, se generó un pánico colectivo. La población al estar en un contexto de incertidumbre, confusión y miedo, sin saber muy bien que es lo que ocurriría, empezaron a hacer compras excesivas e innecesarias que trajo consigo desabastecimiento en los supermercados. Con esto, se pudo apreciar el individualismo y egoísmo que poseen los seres humanos en momentos de crisis.

La población chilena durante el periodo de pandemia tuvo que cambiar muchas de sus conductas, entre ellas la forma de comprar, dónde y cada cuánto comprar, también teniendo que comprar nuevos instrumentos para sus hogares debido a el encierro que se tuvo que vivir. Debido a todos estos factores comienza el cuestionamiento, ¿Son realmente necesarias la gran mayoría de las cosas que obtuvo la población durante la pandemia? ¿O postpandemia?; Herbert Marcuse hablaría de “falsas necesidades” donde la satisfacción de tener cosas sustituye las verdaderas necesidades.  

Según Zygmunt Bauman los tipos de trabajo definen ciertos estándares de vida a los que deben aspirar las personas, esta es llamada como una carrera laboral, la que estaba marcada por un itinerario de vida y que definía el éxito o el fracaso de las personas, esto marcaria la confianza, satisfacciones personales, etc.

“Esa carrera era la principal fuente de confianza o inseguridad, de satisfacción personas o autorreproche, de orgullo o de vergüenza.” (Bauman, Z. 2000. Trabajo, consumismo y nuevos pobres. p.34.)

Como sabemos que durante la pandemia se generó una crisis económica, la vida laboral de las personas se vio afectada, muchos quedando incluso cesantes, las estadísticas de estrés, depresión y ansiedad durante la pandemia aumentaron considerablemente, por lo que nosotras consideramos que es un factor importante en estas compras debido al pánico.

Luego que se calmara esta histeria colectiva, se empezó a adoptar esta nueva normalidad, la gente ya no llenaba las despensas excesivamente si no que solamente salían y compraban cuando era necesario.

Tras la crisis económica que trajo consigo la pandemia debido al desempleo, los cierres de locales y centros comerciales, cierres de cine, centros de turismo etc. se empezó a tramitar un proyecto de un retiro del 10% de los ahorros provisionales de las AFP, proyecto el cual fue aprobado, logrando así que los pobladores puedan acceder a este 10% de sus fondos, además del conocido IFE1, este seguro social de ingresos de emergencia estaba destinado a personas que no tenían ingresos debido a la pandemia o que vieron una disminución en ellos, esto con el objetivo de intentar compensar parcialmente los ingresos.

Si bien, el uso que le dieron las personas a su dinero iba variando de acorde a sus necesidades, fue notable que las ventas en aparatos tecnológicos se elevaron exponencialmente. Y si bien, aparatos como computadores o celulares se volvieron una necesidad debido a las clases online y el teletrabajo, de igual forma se hizo notar un consumismo excesivo por parte de las personas. En conjunto a todo esto nacieron nuevos nichos de consumidores, aquellos que nunca habían intentado hacer una compra en línea o preferían comprar constantemente en supermercados se vieron cambiando sus costumbres para preferir aquellos negocios más cercanos a su domicilio como lo son los negocios de barrio o las ferias libres, o pidiendo mediante aplicaciones despacho a domicilio cosas que después de dos años quedaron arraigadas en la población y se ven aún post pandemia e incluso se prefieren por comodidad.

(1) Ingreso Familiar de Emergencia.

La población abrió su visión, que incluso tras el levantamiento de las cuarentenas implementaron la compra en línea para su vida cotidiana, este método fue utilizado anteriormente a la pandemia pero que debido a las medidas de distanciamiento social se hizo la forma de compra o de consumo principal, las personas optaron por hacer compras dentro de casa, disminuyendo así su contacto directo con el exterior para prevenir el contagio dentro de su hogar, distanciando de mayor manera la relación entre el consumidor y el trabajador, sabemos que esta enajenación está presente desde antes, pero consideramos que aumentó notoriamente durante la pandemia, con las compras online se deja de lado incluso la relación del consumidor con el vendedor del producto, continuando con la llamada por Marx, enajenación del consumidor con el trabajador del producto.

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