El caso Ayotzinapa: Los 43 normalistas desaparecidos

 “UNIVERSIDAD AUTONOMA DE BAJA CALIFORNIA”

-Facultad de Ciencias Administrativas y Sociales-

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Desarrollo del Pensamiento Critico

Dra. Miriam Álvarez Mariscal

Lida Arai Pérez Villarreal

El caso Ayotzinapa

Grupo 721
Lic. En Ciencias de la Educación

Ensenada B.C., Noviembre 2014

El caso Ayotzinapa: Los 43 normalistas desaparecidos

Para empezar a hablar de este tema necesitamos partir desde un poco más atrás de los recientes hechos ocurridos. Empecemos por comprender lo que es Ayotzinapa para ampliar un poco más nuestro conocimiento en el tema.  

Ayotzinapa es una población del municipio de Tixtla, en el estado de Guerrero en México y es la sede de la escuela normal rural “Raúl Isidro Burgos”, mejor conocida como “Escuela Normal Rural de Ayotzinapa”. Esta es una institución educativa de nivel superior que forma profesores para educación primaria, donde los estudiantes principalmente son los hijos de las familias pobres de las zonas con más bajos índices de desarrollo humano en México y con una elevada tasa de analfabetismo. Esta escuela ofrece a los jóvenes indígenas de recursos limitados de la región, educación, hospedaje, alimentación y la posibilidad de conseguir un empleo fuera del campo.

Esta escuela ha estado en constante tensión con el gobierno mexicano y es considerada como un “semillero de guerrilleros” que continuamente causan daño a la infraestructura y a la propiedad privada de los habitantes de la localidad en sus manifestaciones y bloqueos viales, por lo que los problemas ocurridos recientemente no son algo nuevo en esta región. Por ejemplo, en 2007, algunos de estos estudiantes y egresados tomaron las instalaciones del Congreso del Estado exigiendo la entrega de 75 plazas a egresados, que no desapareciera la licenciatura en educación primaria ni el sistema de seminario. En esta ocasión, los normalistas fueron brutalmente desalojados por parte del gobierno.

En 2011 la historia se repite, los estudiantes bloquearon la autopista del Sol México-Acapulco y la carretera federal a la altura de Chilpancingo solicitando una audiencia con el gobernador  Ángel Aguirre Rivero. Pedían el reinicio de clases en la normal, el aumento de la matricula escolar y que los aspirantes que tengan un promedio de 7 de calificación puedan realizar examen de admisión. En esta ocasión, los estudiantes enfrentaron a agentes federales que intentaban desalojarlos con piedras, cohetes y bombas molotov. Uno de los estudiantes prendió fuego a una bomba despachadora de combustible de una gasolinera cercana, lo que provoco que los federales abrieran fuego contra los normalistas, dejando al menos 2 de ellos muertos.

26 de Septiembre: La historia se repite

Hablar sobre el caso de Ayotzinapa es algo delicado y, hasta cierto punto complicado, debido a la gran cantidad de información disponible y las diferentes versiones de la historia, y es que desde el 26 de septiembre de 2014 en nuestro país, y en algunos otros países, el tema principal ha sido la desaparición de los 43 normalistas ya que, a pesar de que han pasado ya 2 meses desde su forzosa desaparición, sigue sin existir una versión oficial de los hechos y la falta de transparencia por parte del gobierno se ha hecho notar en repetidas ocasiones.

Las versiones que circulan son bastante confusas, hay quienes comentan que los normalistas solamente se habían trasladado la tarde-noche del 26 de Septiembre a Iguala a realizar un “boteo”, que es una de las actividades que hacen regularmente a fin de recabar fondos para sus actividades escolares y para asistir a la ciudad de México el 02 de Octubre a la conmemoración de la matanza de Tlatelolco. Ese mismo día, María de Los Ángeles Pineda rendía su informe de labores al frente del DIF municipal de Iguala y, ante la posibilidad de que los normalistas afectaran el convivio, el alcalde ordeno a los policías que atacaran a los estudiantes, por lo que los agentes municipales junto con los del municipio de Cocula atacaron a tiros a los normalistas. En esta versión de la historia, aparentemente los normalistas no estaban causando ningún daño, por lo que los actos cometidos en su contra parecen bastante crueles, ya que se encontraban en un plan pacifico e indefensos.

La siguiente versión, y también la versión más sonada, es un poco diferente.

Con la intención de asistir a las manifestaciones conmemorativas de la masacre de Tlatelolco del 02 de Octubre de 2014, los estudiantes estuvieron tomando autobuses y robando combustible durante aproximadamente una semana. Para el día 26 ya se habían ido a Chilpancingo en 2 de los camiones que habían tomado y tratando de tomar otros más, pero les fue impedido por la policía local. Después de robar el ultimo camión, los normalistas obligaron al chofer a conducir y fue el mismo chofer quien aviso a la policía sobre lo que estaba ocurriendo, lo cual le permitió a la policía interceptar al camión en el que bajaban, provocando que los normalistas bajaran de autobús e intentaran quitar del camino la patrulla que les tapaba el camino. Uno de los normalistas sometió a un policía, por lo que abrieron fuego, causando la muerte del normalista. Esta fue la primera balacera, en donde la policía tuvo la oportunidad de detener a los normalistas que se encontraban aun arriba del camión.

Una vez que el resto de los normalistas se enteraron de lo ocurrido, enviaron otro grupo de estudiantes para intentar ayudar a los compañeros que habían sido atacados en Iguala. Al llegar este grupo al lugar de la balacera, se dieron cuenta que no todos los estudiantes habían sido capturados y, mientras inspeccionaban el lugar, fueron atacados por un grupo que comenzó a disparar en contra de los normalistas, causando la muerte de dos estudiantes más. Un poco más tarde, un autobús que transportaba al equipo “Avispones de Chilpancingo” fue confundido con el de los normalistas, por lo que otro grupo armado disparo contra ellos causando la muerte de 3 personas inocentes. Como resultado de esta noche, 6 personas murieron, 25 fueron heridos y 57 más quedaron en calidad de desaparecidos.

Fue entonces cuando los policías siguieron instrucciones de Abarca y entregaron a los normalistas detenidos a la policía del municipio de Cocula, quienes a su vez procedieron a entregar a los estudiantes al cartel de los “Guerreros Unidos” supuestamente con la orden de matar a los estudiantes.

Al principio se daba un saldo de 57 estudiantes desaparecidos, pero para el día 30 de septiembre se dio a conocer que 14 de los presuntos desaparecidos se encontraban en sus casas, por lo que quedaban desaparecidos 43 estudiantes.

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