El desafío de visibilizar a estudiantes LGTBIQA+ en establecimientos educacionales chilenos
Enviado por Sergio Lizana Campos • 18 de Agosto de 2023 • Ensayo • 1.862 Palabras (8 Páginas) • 92 Visitas
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El desafío de visibilizar a estudiantes LGTBIQA+ en establecimientos educacionales chilenos
Sergio Lizana Campos
Profesor de Matemática y Computación
Liceo Bicentenario Hualañé
Ser inclusivos en el contexto escolar no solo se trata de asegurar educación de calidad para todos los estudiantes, sino también de propiciar espacios seguros donde se valore la diversidad y entregue igualdad de oportunidades. En ese sentido, la inclusión de estudiantes lesbianas, gays, transexuales, bisexuales, intersexuales, queer, asexuales y más (LGTBIQA+) se ha convertido en un tema fundamental en la promoción de una escuela inclusiva y libre de discriminación.
Si bien, las políticas educativas chilenas han establecido orientaciones para que las comunidades escolares asuman la importancia de incorporar la educación inclusiva en su gestión y proyecto educativo, esto aún no se traduce en prácticas escolares concretas que permitan erradicar la reproducción de estereotipos en el aula y eliminar las prácticas discursivas homo-transfóbicas, siendo un real problema para establecer las condiciones necesarias para dar visibilidad a los estudiantes LGTBIQA+.
El objetivo de este ensayo es reflexionar acerca de la realidad de estudiantes LGTBIQA+ en establecimiento educativos chilenos, bajo la hipótesis de que dichos estudiantes enfrentan dificultades significativas para su visibilidad debido a la brecha existente entre el marco legal (políticas educativas) y prácticas que se desarrollan en las escuelas.
Los estudios en Chile aún son escasos y hasta el momento se observan avances incipientes respecto a la visibilidad de la homosexualidad en la escuela, violencia homofóbica en el sistema escolar e incorporación de prácticas escolares inclusivas. Mientras que el marco legal del sistemas educativo chileno plasma la importancia de visibilizar los derechos de las personas de la comunidad LGBTQIA+, a través de la Ley N°20.536 sobre prevención de la violencia escolar, Ley de inclusión escolar y circular N°812 sobre el derecho a la identidad de género, así también el Ministerio de Educación y Superintendencia de Educación han difundido en los últimos años políticas respecto de la inclusión de estudiantes LGTBI en el sistema educativo, orientaciones para directivos y docentes enfocadas en la incorporación de temáticas de orientación sexual e identidad de género en el aula y orientaciones para la construcción de comunidades educativas inclusivas.
Las prácticas escolares inclusivas constituyen una de las dimensiones del proceso de inclusión referidas a las acciones y políticas que promueven igualdad de oportunidades y participación de todos los estudiantes (MINEDUC,2018), las que deben ser instauradas en función del contexto de la comunidad educativa, es por ello que las orientaciones que cada establecimiento educacional tenga respecto a la inclusión, conducirán a diferencias considerables sobre las prácticas que se llevan a cabo dentro de ella.
De acuerdo a Rojas et al. (2019), “la escuela es un lugar privilegiado de socialización, donde toman lugar diferentes procesos de identificación, subjetivación y participación, pero también de violencia, exclusión y discriminación, aspectos que tienen impacto en la experiencia individual” (p.3), en este sentido resulta fundamental que las comunidades educativas vayan en la dirección de garantizar las mejores condiciones para el desarrollo de prácticas inclusivas efectivas, evidenciando los procesos de inclusión en sus proyectos educativos, protocolos y reglamentos internos.
Efectivamente, en la actualidad las escuelas están reconociendo la necesidad de transformarse en espacios inclusivos y lo están manifestando en sus proyectos educativos y reglamentos, pero ¿todo lo escrito se traduce en prácticas concretas? Por una parte, sí, la totalidad de prácticas inclusivas están enfocados en estudiantes con necesidades educativas especiales y estudiantes con movilidad reducida, pero está quedando en total invisibilidad la diversidad sexual, considerando que el marco legal remarca la importancia de visibilizar a los estudiantes LGTBIQA+.
Se han realizado esfuerzos en la última década por avanzar hacia la visibilidad de las disidencias sexuales en el contexto escolar, pero según hallazgos del primer estudio sobre los discursos de actores escolares en escuelas en Chile sobre inclusión de estudiantes LGTBIQA+, muestra que las comprensiones de los miembros de las comunidades educativas siguen siendo confusas y ambiguas respecto a identidad de género y orientaciones sexuales (Todo Mejora, 2021), lo que da la impresión que los profesores parecieran no estar preparados para enfrentar el desafío de visibilizar a estudiantes LGTBIQA+, así como los propios estudiantes para enfrentar la convivencia con orientaciones sexuales distintas a lo considerado socioculturalmente como “normales” (Vidal, 2020).
Evidencia de lo anterior, está en las prácticas docentes que invisibilizan o estereotipan a los estudiantes LGTBIQA+ motivados por el desconocimiento, falta de preparación y apropiación en temas de diversidad sexual y género, incluso por las propias barreras personales, ideologías o formación profesional. Según Estrada (2023), los docentes tienden a expresar el valor de la diversidad, pero aún está atados por las cadenas de la heteronorma, sintiéndose incómodos para abordar temas LGTBIQA+ por las controversias que se pueden generar con las familias u otros miembros de la comunidad escolar.
Adicionalmente, la inclusión de la comunidad LGTBIQA+ lidia con la presencia de violencia homo-transfóbica dentro de las escuelas (Barrientos et al., 2021), algo totalmente cierto y evidenciable, siendo el estigma social y la discriminación, problemas significativos que afectan el bienestar, desarrollo académico y emocional de los estudiantes (Sánchez y Rivera, 2021). La vigencia de este tipo de violencia en las instituciones educativas, manifestada en actitud negativas, prejuicios y estereotipos, viola el derecho a recibir educación igualitaria que valore la diversidad (Barrientos y Echagüe, 2018).
Tampoco se debe desconocer que en nuestro contexto sociocultural están normalizadas prácticas discursivas homo-transfóbicas que se reproducen en el contexto escolar (Cornejo, 2018), como el uso de lenguaje burlesco, despectivo o humillante hacia estudiantes LGTBIQA+, y no solo de pares, también de los propios profesores. Es evidente que estas prácticas se deben erradicar del espacio escolar puesto que, constituyen un real obstáculo para el acceso a una educación de calidad, crean un ambiente hostil y perjudicial para los estudiantes, a la vez que perpetúan estereotipos negativos, contribuyen a la discriminación, el estigma y la exclusión.
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