El enfoque económico: Derechos de Propiedad, Externalidades y Problemas Ambientales
Enviado por osmerca25 • 31 de Mayo de 2017 • Ensayo • 2.293 Palabras (10 Páginas) • 367 Visitas
El enfoque económico:
Derechos de Propiedad, Externalidades y Problemas Ambientales
El paisaje encantador que vi esta mañana, está indubitablemente compuesto de veinte o treinta granjas. Miller posee este campo, Locke que, y Manning el bosque más allá. Pero ninguno de ellos posee el paisaje. Hay una propiedad en el Borazon que ningún hombre tiene sino él cuyo ojo puede integrar todas las partes, es decir, el poeta. Esta es la mejor parte de las granjas de estos hombres, pero a esto sus títulos no les dan título.
Introducción
Antes de examinar los problemas ambientales específicos y las respuestas políticas a ellos, es importante que desarrollemos y aclaremos el enfoque económico, para que tengamos un cierto sentido del bosque antes de examinar cada uno de los árboles. Al tener una idea del marco conceptual, se hace más fácil no sólo tratar casos individuales, sino también, quizá más importante, ver cómo encajan en un enfoque comprensivo.
La Relación Humano-Medio Ambiente
El medio ambiente como un activo
En economía, el medio ambiente se ve como un activo compuesto que proporciona una variedad de servicios. Es un activo muy especial, por supuesto, porque proporciona los sistemas de soporte vital que sustentan nuestra propia existencia, pero es un activo no obstante. Al igual que con otros activos, deseamos mejorar, o por lo menos evitar una depreciación indebida, del valor de este activo para que pueda continuar proporcionando servicios estéticos y de mantenimiento de la vida. En este capítulo, desarrollamos el marco conceptual general utilizado en la economía para abordar los problemas ambientales. Comenzamos examinando la relación entre las acciones humanas, tal como se manifiesta a través del sistema económico, y las consecuencias ambientales de esas acciones. Podemos entonces establecer criterios para juzgar la conveniencia de los resultados de esta relación. Estos criterios proporcionan una base para identificar la naturaleza y la gravedad de los problemas ambientales, y la base para diseñar políticas efectivas para enfrentarlos.
El medio ambiente proporciona a la economía materias primas, que se transforman en productos de consumo por el proceso de producción y la energía, lo que alimenta esta transformación. En última instancia, estas materias primas y energía retornan al medio ambiente como productos de desecho (véase la figura 2.1)
El medio ambiente también proporciona servicios directamente a los consumidores. El aire que respiramos, el alimento que recibimos de los alimentos y las bebidas, y la protección que obtenemos del abrigo y la ropa son todos los beneficios que recibimos, directa o indirectamente, del medio ambiente. Además, cualquier persona que haya experimentado el regocijo del piragüismo de aguas bravas, la serenidad total de una caminata en el desierto o la impresionante belleza de una puesta de sol reconocerán fácilmente que el ambiente nos proporciona una variedad de servicios para los que no hay salidas sustitutivas.
A lo largo de este capítulo, el punto de vista económico se contrasta con puntos de vista alternativos. Estos contrastes ponen el enfoque económico en un enfoque más nítido y estimulan un pensamiento más profundo y más crítico sobre todos los enfoques posibles.
Si el entorno se define ampliamente, la relación entre el medio ambiente y el sistema económico puede considerarse un sistema cerrado. Para nuestros propósitos, un sistema cerrado es aquel en el que no se reciben entradas (energía o materia) desde fuera del sistema y ninguna salida se transfiere fuera del sistema. Un sistema abierto, por el contrario, es aquel en el cual el sistema importa o exporta materia o energía.
Si restringimos nuestra concepción de la relación en la Figura 2.1 a nuestro planeta ya la atmósfera que la rodea, entonces claramente no tenemos un sistema cerrado. Derivamos la mayor parte de nuestra energía del sol, directa o indirectamente. También hemos enviado naves espaciales más allá de los límites de nuestra atmósfera. No obstante, históricamente hablando, para los insumos y productos materiales (sin incluir la energía), este sistema puede ser tratado como un sistema cerrado porque la cantidad de exportaciones (como vehículos espaciales abandonados) e importaciones (por ejemplo, rocas lunares) es insignificante. Si el sistema permanece cerrado depende del grado en que la exploración espacial abra el resto de nuestro sistema solar como fuente de materias primas.
El tratamiento de nuestro planeta y sus alrededores inmediatos como un sistema cerrado tiene una importante implicación que se resume en la primera ley de la termodinámica: la energía y la materia no pueden ser creadas ni destruidas. La ley implica que la masa de materiales que fluyen en el sistema económico desde el medio ambiente tiene que acumularse en el sistema económico o volver al medio ambiente como desecho. Cuando la acumulación se detiene, la masa de materiales que fluyen en el sistema económico es igual en magnitud a la masa de desechos que fluye hacia el medio ambiente.
Los residuos excesivos pueden, por supuesto, depreciar el activo; Cuando exceden la capacidad de absorción de la naturaleza, los desechos reducen los servicios que el activo proporciona. Los ejemplos son fáciles de encontrar: la contaminación del aire puede causar problemas respiratorios; El agua potable contaminada puede causar cáncer; El smog borra vistas panorámicas; El cambio climático puede provocar inundaciones en las zonas costeras.
La relación de las personas con el medio ambiente también está condicionada por otra ley física, la segunda ley de la termodinámica. Conocida popularmente como la ley de entropía, esta ley establece que "la entropía aumenta" La entropía es la cantidad de energía no disponible para el trabajo. Aplicada a los procesos energéticos, esta ley implica que ninguna conversión de una forma de energía a otra es completamente eficiente y que el consumo de energía es un proceso irreversible. Alguna energía siempre se pierde durante la conversión, y el resto, una vez utilizado, ya no está disponible para trabajos futuros. La segunda ley también implica que en ausencia de nuevos insumos de energía, cualquier sistema cerrado eventualmente consumirá su energía disponible. Dado que la energía es necesaria para la vida, la vida cesa cuando los flujos de energía útil cesan.
Debemos recordar que nuestro planeta ni siquiera es aproximadamente un sistema cerrado con respecto a la energía; Ganamos energía del sol. La ley de la entropía nos recuerda, más claramente, que el flujo de energía solar establece un límite superior en el flujo de energía disponible que puede ser sostenido. Una vez desaparecidos los inventarios de energía almacenada (como los combustibles fósiles y la energía nuclear), la cantidad de energía disponible para el trabajo útil se determinará únicamente por el flujo solar y por la cantidad que se puede almacenar (a través de presas, árboles y así sucesivamente ). Así, a muy largo plazo, el proceso de crecimiento estará limitado por la disponibilidad de energía solar y nuestra capacidad para ponerla en funcionamiento.
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