El estado colombiano

A lo largo de la creación de la nación colombiana, las guerras, la violencia, la desigualdad y la división han sido factores clave en la construcción del Estado-nación que hoy en día conocemos. No obstante, muchas personas, colombianas y extranjeras, ven en nuestro país un fracaso en la construcción de la identidad nacional. Muchos, sueñan con dejar el territorio colombiano e ir en busca del “sueño americano” o viajar a un estado con mejor desarrollo económico, con miras a mejorar su calidad de vida.

En mi concepto, el estado colombiano ha sufrido grandes cambios sociales, económicos y culturales a lo largo de sus 203 años de historia. Las divisiones ideológicas en primeros años de vida del estado, las guerras bipartidistas, la violencia de mitad de siglo, los grupos al margen de la ley y el problema del narcotráfico, aunque suene raro, han ayudado a legitimar el estado colombiano. Colombia se ha caracterizado por estar constantemente en conflicto, pero a pesar del problema ha seguido adelante.

Dentro del país soñado todo tipo de conflicto armado en Colombia debe acabar, porque desde la perspectiva que plantea Posada Carbó (2006) “que el resultado de las urnas sea aceptado sin el uso de las armas requiere, ante todo, un Estado moderno, con la capacidad de servir de árbitro del conflicto (p. 285)”. Frente a esta perspectiva, hoy en día, hay un panorama alentador frente al conflicto armado, porque Efe (2013) informó sobre el inicio de la segunda etapa de las mesas regionales de paz en Colombia, lo que aporta a los diálogos de paz con las FARC llevados en La Habana. Además, nuestra nación está próxima a la terminación del conflicto armado. El ELN también manifestó sus intenciones de realizar diálogos de paz con el gobierno actual. Lo anterior demuestra que las debilidades del gobierno se han ido superando y han avanzado en la consolidación del estado-nación.

Aunque todos estos problemas son de índole social, la política ha caracterizado el conflicto colombiano. Luego, de la exclusión del partido socialista durante el frente nacional, el conflicto interno cobró mayor vigencia. Sin embargo, tiempo atrás se ha visto como el sistema político colombiano ha ido avanzando y se ha sostenido como uno de los más fuertes en Latinoamérica. Es preciso resaltar, que en el sueño de nación que concibo, en nuestra república, como dice Posada Carbó “el poder se ha ejercido aquí de manera limitada, bajo la estructuras fragmentadas, en formas precisamente afines con la tradición liberal (2006, p. 273)”.

La política liberal implementada en nuestra nación, no puede ser perfecta, pero se ha ido puliendo con el pasar de los años, a pesar de que nunca se ha podido gobernar directamente sobre la nación, ya que siempre hemos vivido en conflicto. El liberalismo, entendiéndolo como ideología y no como partido, se ha implantado en Colombia y con el trascurrir del tiempo

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