El futuro de la alimentación mexicana

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El futuro de la alimentación mexicana

Sin duda alguna cualquiera de nosotros ha podido notar el drástico cambio que ha habido en nuestra alimentación diaria. La alimentación de las nuevas generaciones está basada en alimentos industrializados o de la calle, y esto se debe a varios factores que se explicarán posteriormente. Esto se ve reflejado en las altísimas estadísticas de obesidad y de enfermedades cardiovasculares que los mexicanos padecen hoy en día. Lo que este ensayo pretende describir es lo que le espera al futuro de la alimentación mexicana y que se puede hacer al respecto.

Si analizamos esto desde un punto de vista histórico veremos que cuando se implementó el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en 1994, el gobierno empezó a exportar las producciones agrícolas y reimportarlas o incluso importar alimentos para la población, estos son los llamados subsidios. Lo que esto ocasionó fue que los mexicanos dejaran de comer lo que ellos producían y empezaran a alimentarse de productos extranjeros y productos industrializados.

Otro punto que creo es muy importante, es que la pésima alimentación de los mexicanos es un reflejo de la pésima economía que el país tiene. Si tomamos en cuenta el punto anterior, podemos notar que antes, aunque un hogar tuviera pocos recursos, de cierto modo se tenía acceso a alimentos de bajo costo, la diferencia es que antes esos alimentos de bajo costo eran los que producíamos nosotros, de ahí nacieron varios de los platillos tradicionales mexicanos. Un ejemplo que me mencionó mi papá es que hace 50 años él comía chilaquiles o enchiladas sin ninguna proteína; sólo tortilla, salsa y queso. Hoy en día los productos de bajo costo que no pueden faltar en la comida de un mexicano promedio son los refrescos.

Si analizamos los 2 puntos anteriores podemos entender con mayor facilidad el porqué de la situación actual. Los subsidios, la mala economía y el acelerado estilo de vida que se vive hoy en día en prácticamente cualquier lugar del mundo provocan que una persona promedio tenga (además de otras dificultades) una alimentación donde se busca una opción rápida. En nuestro país hay 2 opciones fáciles para resolver esa situación: tiendas de autoservicio o puestos callejeros. El motivo principal es que son mucho más accesibles que otras opciones, esto puede notarse a la hora de la comida. Si vamos a cualquier OXXO a las 2 de la tarde podremos darnos cuenta de que habrá gente con refrescos, galletas, papas fritas, pan, entre otros para poder comer algo.

Las consecuencias de los puntos anteriores se ven reflejadas en las siguientes estadísticas:

• El 72% de la población mexicana padece obesidad, esto se ve reflejado más en las zonas rurales (aumento de 8.4%) que las zonas urbanas (aumento de 1.6%)
• 6.46 millones de personas en México padecen diabetes, de las cuales 60,000 (aproximado) mueren anualmente debido a esta enfermedad.
• Los costos sociales por dicha enfermedad ascienden a 2 billones de dólares anuales en el mundo y en México a más de 85 mil millones de pesos al año. De esta cifra, 73% corresponde a gastos por tratamiento médico, 15% a pérdidas de ingreso por ausentismo laboral y 12% a pérdidas de ingreso por mortalidad prematura.

¿Qué solución se está ofreciendo?

El gobierno ha implementado la Política de Fomento a la Gastronomía Nacional que en su página de internet se describe como:

“La Política de Fomento a la Gastronomía Nacional es la respuesta por parte del Gobierno de la República al compromiso en la construcción de acciones y medidas de orden jurídico, técnico, científico, administrativo, social, cultural, educativo y financiero que rescaten, impulsen, salvaguarden y difundan la Gastronomía Mexicana”.

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