El fútbol: Como Instrumento Político

Hace ya cuatro años que en Argentina se viene hablando del “Futbol Para Todos” (FPT). Pero ¿Por qué es tan importante este deporte para el gobierno y empresarios? ¿Qué hay detrás del mismo? ¿Por qué el futbol se convirtió en botín de guerra? Para comenzar es importante indagar que representa socialmente el futbol para los argentinos.

Por un lado es una forma de integración, que otorga un sentido colectivo, que traspasa las fronteras étnicas, clases sociales, género, edades, etc. Ofrece un sentido de pertenencia y de sentimiento de lo propio, por medio del cual el hincha se siente identificado con ese equipo, por ende, se siente parte del mismo.

En la mayoría de los casos, la pasión por el fútbol y por un equipo proviene de un sentimiento heredado, es decir, se transmite en la familia (socialización primaria). Una de las primeras preguntas que le realizan al niño es “¿de qué cuadro sos?" La pelota y las camisetas de los equipos suelen ser un regalo común para un varón, la cual es muy importante debido a que las identidades del equipo se expresan a través de sus colores, convirtiéndose en el símbolo con el que se identifica el hincha. El niño de esta manera se va habituando al hecho de que seguir a un equipo sea parte de su vida, de su cotidianidad. En otras palabras, la pasión por el futbol se convierte en parte de su habitus, el cual se adquiere en la familia y se manifiesta a través del gusto, del lenguaje, del estilo, e implica determinadas formas de percibir el mundo, de pensar, valorar, sentir y actuar.

Asimismo este habitus se refuerza en la socialización secundaria (grupo de amigos, barrios, clubes barriales, escuela, etc.) y la práctica del mismo se refleja en plazas, parques, barrios, bares y en toda la sociedad. También el o los equipos de futbol, representan a una localidad, una región o una nación, reforzándose así el sentido de pertenencia e identidad, así como a través de cada uno de los jugadores, que representan colectivos sociales, a partir de su personalidad, su condición económica, su técnica, etc. Además este deporte es trasmitido en los diferentes medios de comunicación e información y muchas publicidades giran alrededor del mismo. En otras palabras este deporte invade las diferentes esferas de nuestra vida cotidiana, haciéndose parte de nuestras representaciones sociales. Causa un efecto tan grande a nivel social que genera que los individuos que siguen esta pasión sean capaces de armar amistades, discutir, compartir o discernir opiniones, criticar, creer y hasta pelearse de manera agresiva por defender la identidad que le otorga el equipo de fútbol. Estas representaciones compartidas se plasman en la conducta de las personas y la condicionan (los hinchas además del sentimiento, comparten valores, códigos y costumbres propias de cada club, o sea, utilizan un lenguaje que le es propio.). Por eso muchos viven la pasión al futbol como algo natural (como un elemento más de la realidad objetiva), produciéndose así un proceso de reificación, por medio del cual nos apropiamos de productos de las instituciones humanas como si fueran naturales, no siendo conscientes que son producidas por el hombre.

En síntesis, el futbol se a configurado dentro de nuestra sociedad como un capital simbólico, visualizado y dotado de un valor altamente significativo, como una forma de fuerza mágica, ya que responde a unas "expectativas colectivas", socialmente constituidas, ejerciendo una acción a distancia, sin necesidad del contacto físico.

En su discurso, la presidenta manifestaba: “No es posible que solo el que paga pueda mirar un partido, que le secuestren los goles (…) como antes secuestraron y desaparecieron 30.000 argentinos” . Estos secuestradores eran entre 1991 y 2009, TSC (Torneos y Competencias y Grupo Clarín) ya que tenían en su momento los derechos de la televisación de los partidos, como dice el articulo: “El gobierno de Cristina Fernández decidió quitarle el negocio a la empresa Torneos y Competencias (TyC), socia en este campo del Grupo Clarín, inaugurando lo que se llamó Fútbol para Todos” . Y es más que conocida la rivalidad entre el gobierno actual y el grupo Clarín. Se podría decir que el gobierno con esto gano un súper clásico, al sacarle este monopolio a Clarín. Esta rivalidad esconde un juego de intereses partidarios, donde el gobierno actual es ahora quien realiza y domina las reglas del juego.

El futbol se ha convertido para muchos en una estrategia, porque “quien

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