El impacto socioeconómico del alcohol
Enviado por Flo de la Maza • 22 de Febrero de 2022 • Ensayo • 1.776 Palabras (8 Páginas) • 117 Visitas
EL IMPACTO SOCIOECONÓMICO DEL ALCOHOL
Abstract: Las repercusiones del alcohol son tan altas que no solo afectan a las personas individualmente, sino que también a la sociedad y su economía. El consumo de alcohol por parte de los jóvenes crece, y con ello, los daños al país. Existen daños a corto plazo, como los gastos públicos que deben hacerse, por ejemplo, en el ámbito de salud. Sin embargo, los más preocupantes son los perjuicios a largo plazo que se producen por las alteraciones cerebrales que esa sustancia genera en los adolescentes. Así, el alcohol es uno de los factores que no permitiría a Chile desarrollarse, y que en un futuro conllevaría un decrecimiento económico.
Palabras Clave: Alcohol, Juventud, Cerebro, Economía, Sociedad
Es conocido que el alcohol es dañino para la salud, aunque no todos se percatan de lo perjudicial que es para la sociedad y economía de un país. El alcohol puede incluso ser uno de los factores que impiden a Chile ser un país desarrollado. Según un informe publicado en 2014 por la OMS, la tasa de consumo de alcohol puro en Chile alcanza los 9,6 litros que también sitúa a Chile como el país con mayor consumo de alcohol de toda Latinoamérica. Además, el consumo de alcohol en nuestro país ha aumentado en un 70% en menos de 30 años. La normalización de esta sustancia va en aumento, y de su mano, su consumo por parte de los jóvenes. Actualmente, los adolescentes comienzan a beber a muy temprana edad. Un estudio realizado por la Universidad de Chile y la de Reykjavik de Islandia arrojó que uno de cada cuatro estudiantes comenzó a beber a los trece años o antes. Esto no solo implica problemas para quien toma, ni siquiera solo para sus cercanos y él, sino que afecta a toda la sociedad.
El cerebro de un adolescente se encuentra en desarrollo, y cuando se ve expuesto a alcohol se ve afectado negativamente en mayor medida que el de un adulto. Por lo que, tal adolescente perderá parte de las funciones racionales y ejecutivas. Lo más drástico de esto es que tales pérdidas son irreversibles y, por lo tanto, de por vida. Así, como son tantos los adolescentes que beben alcohol, en algunos años más, la eficiencia intelectual y laboral promedio por persona disminuirá. Por esto, el alto consumo actual de alcohol, principalmente entre los jóvenes, podrá traducirse como un decrecimiento económico a corto y a largo plazo.
Cuando se habla de decrecimiento a largo plazo, uno de los mayores problemas es, como se mencionó anteriormente, el decaimiento de la eficiencia del cerebro. En la adolescencia ocurren diversos fenómenos que van desarrollando el cerebro, pero cuando ocurre alguna alteración como el consumo de alcohol, estos fenómenos no pueden ser concretados de manera correcta. Uno de esos fenómenos es el desarrollo del hipocampo, una parte del cerebro que se asocia a la memoria. Otro, es la “potenciación a largo plazo”, que consiste en fortalecer la sinapsis (espacios entre neuronas) para mejorar el aprendizaje. Como último ejemplo, se puede observar que la formación de neuronas se vuelve más lenta y existe una mayor muerte neuronal, que también es más alta que la que se produciría en otras etapas de la vida. Son estos y muchos otros los fenómenos que hacen a quien bebe más lento y con mayor dificultad de retención del aprendizaje y de mantener la atención. Además, influyen negativamente en la memoria y en las tareas ejecutivas, que abarcan desde la planificación hasta el control de impulsos y la capacidad de decidir prudentemente. Otro gran aspecto por considerar es que los jóvenes se vuelven más propensos a generar dependencia no solo del alcohol, sino que también de otras sustancias. Todo esto se ve agravado por el “binge drinking”. Adan 18 lo describe como “un patrón de consumo de alcohol intermitente, en forma de atracones, concentrado en sesiones de pocas horas, asociado principalmente a las noches de fin de semana y que se realiza con grupos de iguales”. Este fenómeno es muy común en Chile y se ha demostrado que es más dañino que el mismo consumo de alcohol distribuido durante varios días de la semana.
Se dice que los jóvenes son el futuro. Por esto, al beber no solo se hacen daño a sí mismos, sino que también están perjudicando el futuro de nuestra sociedad. ¿Qué pasará con la producción, con la educación, con la economía si cada vez la merma de la actividad cerebral es mayor? ¿y no aumentarían las muertes, los accidentes y los conflictos si no son capaces de controlar sus impulsos? Chile no avanza, y una de las tantas causas es el consumo de alcohol. Difícil es llegar a ser un país desarrollado cuando lo que falta es capital humano. El cobre no sirve de nada si no hay gente capacitada para trabajar. No importa cuánto mejoren sus commodities, Chile no podrá avanzar hasta que las personas lo permitan.
Ahora resta analizar la influencia socioeconómica del alcohol a corto plazo, cuya incidencia a largo plazo no deja de ser importante. Por supuesto, existen otros aspectos de interés, pero este ensayo se centrará en el impacto de relacionarse con una persona que ha bebido y en las pérdidas producidas por problemas médicos y accidentes que surgen del consumo excesivo de alcohol. Respecto al primer punto, tanto alguien que está ebrio como alguien que no, puede verse afectado negativamente al estar cerca de una persona en estado de ebriedad. Por ejemplo, quien se ve dañado en una pelea entre alcohólicos cuando no estaba relacionado, pero se encontraba en el lugar. Además, gran parte de los accidentes de tráfico se producen por consumo de alcohol, produciendo inmensa cantidad de muertes que no solo incluyen la del conductor, sino que también la de pasajeros o personas que se vieron involucradas casualmente. Acá el binge drinking vuelve a tomar importancia, ya que el estado de embriaguez es mayor, y no solo es más probable que las personas sean capaces de exponerse a sí mismos y a otros a situaciones
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