El mate como fenómeno social

INTRODUCCIÓN

Cada país tiene sus costumbres, ligada a la cultura de cada uno. Es por eso que decidí hablar sobre el mate en este ensayo. Puede que para los extranjeros no sea más que una bebida que solo consumimos los Argentinos y algunas regiones de los países limítrofes, para nosotros el mate simboliza a la cultura Argentina y a la unión nacional. Mates grandes, mates chicos, de calabaza, madera, plástico, silicona, metal o arcilla. Dulces o amargos, el mate “te hace conversar si estás con alguien, y te hace pensar cuando estás solo.” (Eduardo Enrique Mir).

No importa la edad, estatus social, camiseta ni inclinación política, todas las diferencias se hacen a un lado para unir todas esas almas en un mismo objeto, El Mate.

II. DESARROLLO

Noviembre de 2017 y se comienza a palpitar la época de finales para los estudiantes. Agustina de 16 años decide comenzar a estudiar con anticipación. Organiza una lista con todos los exámenes y trabajos evaluativos próximos a la fecha, y empieza con los resúmenes de las materias que más le resultan difíciles. Es así como todas las tardes después de almorzar prepara el termo y su mate y busca el lugar más tranquilo de la casa para realizar sus deberes.

¿Por qué se prepara un mate? ¿Por qué no un café? Para comenzar con la respuesta, tenemos que considerar que el mate es tradición, típico de la cultura de nuestro país y de los países vecinos. es la Argentinidad hecha objeto. Se considera una de las prácticas más concurrida no solo por los adolescentes, sino también por los adultos. Es tanta la repercusión que genera esta simple infusión que nos volvimos fanáticos del mate, tan fanáticos que somos expertos preparandolo. Llenar la pava y calentar el agua sin dejar que hierva; verter la yerba en el mate, tapar el hueco superior con la mano para batirlo y sacarle todo el polvo sobrante, posicionando así la yerba a 45º y ahí es cuando empieza la magia. Una vez que empezaste a cebar no terminas mas. tardes interminables acompañadas de varios termos, apuntes y chipá o bizcochitos de por medio, se convierten en una actividad ideal para los jóvenes.

Ya sea en la mesa, en el escritorio, viendo tele, viajando o tomando sol. siempre que hay un termo y un mate hay sensación de presencia. ¿A qué se debe esa sensación? al igual que la coca de los domingos en la plaza o la cervecita en la previa al partido de tu equipo favorito, el mate forma parte del encuentro. En cualquier lugar, a cualquier hora del día, sin importar las circunstancias, siempre fue excusa para juntarte con tus pares. Es por eso que cada vez que estamos solos, el mate nos hace de compañía, basta que con mantenga la esencia del otro para indicarnos que su presencia está o estuvo acá.

“El sencillo mate es nada más y nada menos que una demostración de valores … Es la solidaridad de bancar esos mates lavados porque la charla es buena. (...) Es el compañerismo hecho momento. (...) Es la hospitalidad de la invitación. Es la justicia del uno por uno. Es la obligación de decir ‘gracias’, al menos una vez al día. Es la actitud ética, franca y leal de encontrarse sin mayores pretensiones que compartir” culmina Eduardo Enrique Mir en su poema hacia el mate. Como dije anteriormente, esta infusión forma parte del encuentro. Y personalmente

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