El mito de la meritocracia
Enviado por Luke Lucas • 3 de Junio de 2023 • Ensayo • 1.877 Palabras (8 Páginas) • 69 Visitas
EL MITO DE LA MERITOCRACIA
THE MYTH OF MERITOCRACY
Wilian Mamani Argandoña
Universidad Nacional del Altiplano
Wlliam16ma@gmail.com
https://orcid.org/my-orcid?orcid=0000-0001-9267-8916
RESUMEN
El presente contenido tiene por objetivo dar un enfoqué crítico sobre la noción de meritocracia y las implicancias negativas que esta tiene en la sociedad actual, dado el contexto social y político que se vive. En principio se toca el tema de la educación como punto de partida para contrastar ideas sobre mérito y privilegio, basándonos en conceptos de movilidad social y diferencias socioeconómicas. Se analizarán los factores que condicionan a los individuos a estar en determinados estratos sociales. También veremos la corrupción como uno de los factores que estancan la movilidad social, y finalmente sobre el pensamiento positivo como factor que contribuye a la falsa noción de meritocracia.
Palabras clave: Meritocracia, movilidad social, privilegios, sociedad.
ABSTRACT
The present content aims to give a critical approach to the notion of meritocracy and the negative implications that it has in today's society, given the social and political context that exists. In principle, the issue of education is discussed as a starting point to contrast ideas about merit and privilege, based on concepts of social mobility and socioeconomic differences. The factors that condition individuals to be in certain social strata will be analyzed. We will also see corruption as one of the factors that stagnate social mobility, and finally on positive thinking as a factor that contributes to the false notion of meritocracy.
Keywords: Meritocracy, social mobility, privileges, society.
INTRODUCCIÓN
La palabra meritocracia fue introducida en 1958 por el sociólogo Michael Young, quien en su libro The Rise of the Meritocracy, describía la evolución de una sociedad utópica en donde el poder está en manos de los más inteligentes y los que más se esforzaron; mientras que aquellos que no se habían esforzado, estaban condenados a la pobreza (Villavicencio, 2021). Posteriormente este término fue interpretado e introducido a la sociedad con connotaciones positivas.
El concepto de meritocracia que en la actualidad se hace uso, tiene mucho que ver con la idea de la movilidad social, este último concepto Vélez et al. (2015) lo definen como “los cambios que experimentan los miembros de una sociedad en su posición en la distribución socioeconómica” (p.2). Es decir, se asume que las personas pueden incrementar sus ingresos y ascender en la escala social a través de su talento y esfuerzo.
Uno de los críticos más recientes a la idea de la meritocracia, es el profesor de filosofía de la Universidad de Harvard Michael Sandel quien a través de su libro del 2020 La Tiranía del Mérito, pone en duda la noción de mérito. No obstante, los textos que analizan de forma teórica e histórica el significado de este concepto aún son escasos. La crítica a la meritocracia ha permitido desmentir la noción de que cualquier persona puede lograr todo lo que se proponga si trabaja lo suficientemente fuerte para conseguirlo. En otras palabras, parece ser que el éxito que obtiene un individuo tiene mayor relación con los privilegios que tuvo durante su desarrollo personal que con su propio mérito. Para que haya algo de cabida en esta noción de mérito, es necesario precisar que tiene que haber igualdad de oportunidades, es decir, todos deberían tener el mismo punto de partida. De acuerdo a estos conceptos y contrastándolos con nuestra realidad, podríamos afirmar que, en efecto, la meritocracia es un mito. En nuestro actual contexto histórico, en que el desprecio y el resentimiento hacia nuestros gobiernos, sobre todo en países en vías de desarrollo como el nuestro, ha llevado a la democracia al borde del colapso, la noción de mérito es un asunto que debe tratarse con cautela y urgencia, en palabras de Sandel (2020):
Tenemos que preguntarnos si la solución a nuestro inestable panorama político es llevar una vida más fiel al principio del mérito o si, por el contrario, debemos encontrarla en la búsqueda de un bien común más allá de tanta clasificación y tanto afán de éxito. (p.15)
DESARROLLO
En nuestra realidad actual, no hace falta hacer un minucioso estudio para dar cuenta de las profundas desigualdades que perviven en diferentes ámbitos de nuestra sociedad. Empecemos hablando del ámbito educativo, específicamente sobre los niveles de rendimiento académico que presentan los estudiantes, si nos enfocamos en los estudiantes con bajos niveles de rendimiento académico, es preciso comenzar preguntándonos sobre los factores que condicionan a los estudiantes a desempeñar determinados niveles de rendimiento académico, en este aspecto, uno de los factores sería los problemas socioeconómicos presentes en el ámbito familiar (Ruiz, 2001), las desigualdades socioeconómicas entre familias supone un mayor esfuerzo a desempañar por parte de alumnos que proceden de familias con dificultades económicas, tal estudiante se ve obligado a sacrificar su tiempo de estudio dedicando a actividades extraescolares en aras de mejorar el bienestar económico del hogar, ligado a estos problemas económicos también se presentan los problemas de malnutrición y conflictos familiares, los cuales repercuten negativamente en el estado físico y emocional del estudiante; y por consiguiente, en un deficiente desempeño académico. Estos problemas se acentúan más en poblaciones rurales.
Sin embargo, Paz et al (2009) evidencia que los estudiantes procedentes de familias con condiciones socioeconómicas estables, van a tener buenos resultados en cuanto a su desempeño académico, porque disponen de buena alimentación y de tiempo suficiente el cual dedican exclusivamente a sus actividades académicas. Esto desencadena otro problema el cual es la segregación escolar, donde las familias con buenos recursos económicos prefieren escuelas con que presentan buenos rendimientos académicos, siendo estas las más deseadas y con mayores sobredemandas. Mientras que las familias de condiciones vulnerables terminan eligiendo escuelas de menor desempeño académico, en otras palabras, lo que hay (Murillo y Duk, 2019). Todo esto genera una educación no inclusiva, el cual dista de esa educación equitativa y de calidad que se quiere para todos. En esa misma línea, Kearney y Levine (2016) argumentan que el principal factor del éxito académico de un niño es el promedio de ingreso económico familiar. En ese sentido, podemos afirmar que los resultados académicos obtenidos por los estudiantes, es más una cuestión de privilegios a que sea una cuestión de mérito.
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