El papel de la inmigración en la formación del Estado Nacional
Enviado por Cori Quinto • 18 de Octubre de 2017 • Ensayo • 508 Palabras (3 Páginas) • 125 Visitas
El papel de la inmigración en la formación del Estado Nacional
Nos encontramos con una Argentina que se empieza a consolidar, a formar la idea de una unidad, un país, pero sin embargo con muchos espacios geográficos que todavía había que llenar. Este proceso de ocupación de territorios fue llevado a cabo por los inmigrantes que llegaron al país a fines del siglo XIX, y fueron un factor determinante en la consolidación de una nueva y diversa sociedad.
El texto nos presenta una terminología: “Crisol de razas”. Esta una analogía utilizada para representar la forma en que las sociedades heterogéneas gradualmente se convierten en sociedades homogéneas, es decir, se integran diferentes culturas totalmente para convertirse en una sola. En el "crisol" se introducen todos los materiales (la gente de diferentes culturas, razas y religiones) se combinan para formar una nueva sociedad. Aunque el concepto de “crisol” de todos modos sigue siendo utópico, es muy difícil que los italianos o los españoles (la mayoría de inmigrantes que eligieron nuestra nación eran de alli) dejen todas sus costumbres, y adopten las modas criollas.
La situación de los inmigrantes comenzó a regularizarse hacia 1875, cuando se creó la Comisión general de Inmigración, y en 1876 se dictó la ley 817, también conocida como la Ley Avellaneda. Esta ley le otorgaba al inmigrante derechos civiles, aunque seguían sin poder ejercer derechos políticos (incluso en 1912 con la Ley Sáenz Peña aún no tenían decisión en cuanto a los gobernantes).
La influencia de la inmigración fue fundamental en la organización del movimiento obrero. La llegada masiva de extranjeros a las actividades laborales, muchos de ellos anarquistas y socialistas que huían perseguidos de sus países de origen, ayudó a que los trabajadores tomen conciencia gremial y conozcan los primeros conceptos de derechos laborales. Esto lamentablemente activó las alertas de la oligarquía, que tenía como política reprimir a los críticos, y se sancionaron varias leyes, entre ellas la Ley de Residencia de 1902, que habilitó al gobierno a expulsar a inmigrantes sin juicio previo.
En 1869 el país tenía casi dos millones de habitantes, que para 1914 creció notoriamente a ocho millones. Este crecimiento poblacional se debió en gran parte a justamente la inmigración, y las políticas del gobierno que también lo alentaban. Volviendo a estos dos años cruciales que utilizaremos para ver las diferencias: en 1869 el porcentaje de extranjeros en Argentina era 11% y para 1914 ya se acercaba al 30%. A consecuencia de esta venida de nuevos habitantes, también se acrecentó el proceso de urbanización. La mayoría de los extranjeros se radicaban en las ciudades. Buenos aires pasó de tener en 1869 casi doscientos mil habitantes, a en 1914 tener un millón y medio.
No hay duda que la identidad nacional se construyó, en parte, gracias
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