El primer Alcibíades o de la naturaleza humana

María José Delgado Maass

El primer Alcibíades o de la naturaleza humana

Desde el comienzo de la lectura me hizo reflexionar distintos puntos, pero uno de los que mas me llamo la atención fue el hecho de que a veces nosotros como seres humanos olvidamos la importancia de seguir preguntándonos las cosas o simplemente cuestionándonos lo que aprendemos, auto-conocernos.

Al principio de esta narración nos cuentan de un personaje llamado Alcibíades que es sumamente egocéntrico al cual le ha dejado de importar la opinión de los demás e incluso las personas en su totalidad.  Me atrevería a describir a este personaje como alguien soberbio, que cree saberlo todo y que no tiene porque agradecer las cosas que le han pasado a lo largo de su vida. Es una persona con sed de poder el cual llega a tener una ambición que le provoca una visión de túnel.

Pero esto me deja pesando, ¿no todos llegamos a este punto? Considero que hemos olvidado dentro de la sociedad, como siempre se puede aprender de las demás personas y entender porque es importante vivir en sociedad.

Siempre va a haber una persona como en el caso de la lectura era Sócrates que nos va a forzar a cuestionarnos las cosas y/o situaciones que se nos presenten en la vida.

Uno de los temas que mas se cuestionan a lo largo de la narración nuestros personajes es el significado de la justicia, en este mismo punto nos da a entender que la justicia no es algo que podamos cambiar de la noche a la mañana, que la justicia no es igual para todos, pero algo que si quedo claro es que la justicia es algo que es inherente al ser humano.

Realmente considero que todas estas cuestiones expuestas en anterioridad nos lleva a un punto clave de la lectura, el autoconocimiento.

¿Por qué considero que este sea el punto clave de la lectura? Porque aunque Sócrates sea la persona que ha ido preguntando a lo largo de la lectura las cuestiones a analizar, ha sido únicamente Alcibíades el que ha ido contestando en base a su conocimiento y sabiduría, permitiéndole que conociera sus alcances y parámetros.

Esto nos da una lección enorme a todos los lectores, aunque nos creamos que sabemos todo, o que el mundo puede llegar a girar al rededor de nosotros es imposible poder demostrar ese conocimiento o valor que nos hemos imputado nosotros mismos si no nos conocemos y no sabemos expresar el porque de las situaciones o porque creemos que merecemos ser tratados de esta forma.

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