El proceso de globalización

“Una buena relación es una de iguales, en la que cada parte tiene los mismos derechos y obligaciones, en la que cada persona tiene respeto y quiere lo mejor para el otro” (Giddens, 2000, P. 30).

En el proceso de globalización existe un sin número de características tanto sociales como económicas que generan controversia desde las distintas posiciones y opiniones que abordan la importancia e influencia de cada una de ellas. De ese modo, la definición que adquiere el concepto de familia, entendido como una situación o forma de relación interpersonal ha evolucionado esencialmente, modificando los roles que desempeña cada individuo.

Es así como un efecto democrático globalizado sobre las políticas e ideales que enmarcan el desarrollo de las sociedades ha generado un crecimiento constante e inminente de la conciencia acerca de los derechos humanos que por naturaleza y consenso generalizado deben primar en cualquier contexto social.

En consecuencia, la definición de los deberes y derechos que adquieren las mujeres, los hombres o los niños se plantean de forma igualitaria evitando cualquier situación de arbitrariedad que comprometa el libre desarrollo de la persona dentro de un marco legal que prioriza un desarrollo individual libre de cualquier influencia ajena al bienestar personal, dando de manera especial a las mujeres y a los niños oportunidad de desenvolverse casi en cualquier ámbito y de velar por su propio bienestar y el de su familia de una manera más objetiva y sensata.

De acuerdo a esto, la familia en sus diferentes facetas, entendida como el núcleo de cualquier sociedad, tiene la obligación de generar las bases democráticas que promuevan el surgimiento colectivo de una cultura que garantice el respeto a la individualidad basado en la construcción de una moral que comprenda y tolere la existencia de una población con convicciones e intereses particulares para cada individuo.

Consecuente a esto, el estado como ente regulador, debe estudiar y modificar sus políticas, con el fin de establecer y moldear un marco legal y jurídico en el cual prime la participación ciudadana de manera indiscriminada, buscando así un consenso incluyente en el cual se puedan definir de manera óptima los intereses colectivos de una nación sin descuidar el derecho fundamental a la libertad.

Bibliografía

Giddens. Anthony. Un mundo desbocado. Los efectos de la globalización en nuestras vidas. Ed. Laurus. España. 2000.

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