Ensayo Viaje

Nicaragua, tierra de lagos y volcanes. Para nosotros los nicaragüenses es nuestra patria querida. ¿Qué haríamos sin esos momentos inolvidables que hemos vivido en ella? Cuando pienso en el pasado, y retrocedo a ese día me doy cuenta lo afortunados que somos al tenernos el uno al otro como compañeros y de vivir en Nicaragua ya que lugares hermosos nos rodean y pensar que muchas veces desvaloramos nuestra cultura, pero deduzco que esto se debe a que tal vez no conocemos realmente lo que tenemos y esta fue una buena manera de darnos cuenta de lo mucho que desperdiciamos a veces. El sabor de la deliciosa comida típica, el aire fresco de la mañana que se siente en el rostro al dar un paseo en bicicleta, la exploración del arte en el museo, tratar de entender lo que otros artistas nos quieren transmitir a través de sus pinturas y cuadros, el hecho de llevar un conocimiento más amplio sobre nuestra historia y los lugares que nos rodean, imaginarse tantas historias de terror diferentes que se deben contar acerca de Coyotepe, la maravillosa vista hacia la laguna de Apoyo y Masaya y el sonido de los animales haciendo eco en mis oídos en el zoológico. Esta experiencia nos ayuda a conocer más acerca de dónde venimos y hacia dónde vamos, porque estas cosas simplemente no se dan dos veces en la vida y hay que aprovecharlas en su momento con alegría y completa disposición. También este viaje nos dejó una enseñanza muy peculiar y cierta: No hay ningún camino que no tenga fin, y aunque en Coyotepe costó un poco subir hasta el, la vista y el resultado al final fue increíble y de lo mejor. Nunca hay que darse por vencido porque la vida es un camino cuesta arriba y hay que subirlo, y pienso que estas actividades nos unen como compañeros, nos acercan más el uno al otro y nos ayuda a sociabilizar, que es algo importante porque el ser humano necesita interactuar con otros para vivir. En fin, en mi opinión fue un día estupendo, lleno de emociones y alegría que indudablemente me encantaría volver a vivir.

...