Ensayo de Estado y Mercado

Ensayo de Estado y Mercado

Doctorado de Estudios Políticos

Facultad de Finanzas y Relaciones Internacionales

Presentado por: Marcela Ivonne Martínez Cleves

Problemática: ¿En qué radica la legitimidad y  la confianza en la moneda?

Frase Plan

La moneda es una invención humana que genera cohesión y pertenencia, la cual es más un símbolo social, que una entidad económica que permite intercambio comercial. Definitivamente, la relación con la moneda es consecuencia de la deuda de vida y de la soberanía supra humana.

No obstante, a medida que se presentan situaciones de fraccionamiento y centralización, la moneda cae en una crisis, producto de la desconfianza metódica, jerárquica y ética.         

 Introducción

I.A. La moneda como invención social

I.B. De la confianza metódica a la confianza jerárquica y ética

II. A. Fraccionamiento y centralización

II. B. Crisis monetarias y democracia

Conclusión

Bibliografía

Introducción

A propósito del artículo de Michel Aglietta^[1] “Universalidad y transformación de la moneda: la naturaleza de las crisis monetarias” se debe hablar que bajo la óptica regulacionista, la moneda está relacionada con el Estado y su soberanía, y así mismo, con las instituciones de control social  entre las que se encuentra la circulación de la misma. Sin embargo, la moneda va más allá de su concepción institucional y tiene por lo tanto un fundamento antropológico e histórico, que la define como una invención social perdurable que cohesiona a través de la confianza para el pago de la deuda de vida.

Definitivamente, el tema de la moneda es importante, porque tras su conceptualización se pueden encontrar las causas de las crisis monetarias, que se diferencian de las crisis financieras en su despliegue y consecuencia económica, pero sea cual sea el tipo de crisis, las dos ocasionan desconfianza metódica, jerárquica y ética.  

En la primera parte de este ensayo, se utilizarán las dos distinciones de la moneda que propone Aglietta, las cuales se relacionan con la deuda de vida y la segunda con el desarrollo de la soberanía. Por otra parte, a través de un recorrido histórico el autor desea demostrar que las transformaciones de la moneda son evidencias de los motores del cambio social. Por lo que los fundamentos de la historia  permiten la abstracción, la centralización y la regulación.  

En la segunda parte del ensayo, se explicarán los fundamentos que utilizan Aglietta y Therét^[2] para describir las crisis monetarias, las cuales se enfocan en la centralización y el fraccionamiento. Es clave, entender la regla de la funcionalidad de la moneda, la cual es la construcción de un estándar común para el sistema de pagos de las deudas sociales, que a la vez, tiene la capacidad de la convertibilidad con otras monedas. Por lo que una crisis monetaria es un rompimiento de su funcionalidad, que puede ser originada por mecanismos propiamente económicos o como producto de crisis profundas del régimen político; por tanto la moneda en procesos de transición hace parte de las crisis monetarias jalonadas desde lo político^[3].  

Por último, recalcar como la democracia puede ser contradictoria con el proceso de regulación que radica en la confianza, la tesis central de este planteamiento es que en la democracia la soberanía es autorreferencial y se promueve la participación a través de la defensa de los intereses individuales que aumentan, sino hay un debido control, el excesivo egoísmo y  la violencia. Por lo tanto, para mantener la cohesión social se aplican ciertos criterios de política monetaria que promueven el bienestar social.        

I.A. La moneda como invención social

La moneda constituye una relación de pertenencia de los miembros de un grupo social a ese grupo entero. Esta relación se llama confianza. La moneda es un cohesor de sociedades muy diversas, con o sin Estado, con o sin mercado^[4]. La pertenencia social de la moneda le da un carácter de jerarquía de valores que se desprenden de una autoridad, que va más allá de una instrumentación práctica para el intercambio comercial o para la acuñación del soberano.   

Sin embargo, para el sicólogo francés Allan Caillé la moneda más que una deuda, es  una necesidad antropológica de don/ contra don. Cuando se habla de don y contra don se refiere a una obligación de dar, recibir y devolver como operador general de la pertenencia social, es en sí, una multiplicidad de deudas que nunca se extinguen, porque en el momento que se extingan, desaparece la sociedad. Según, Aglietta, a raíz de las apreciaciones de Caillé, afirma que es en el sistema de la deuda donde puede percibirse la cohesión social. Desde el ángulo de la sociedad, este sistema es tan inextinguible en las sociedades contemporáneas como en las sociedades tradicionales. Si todas las deudas tuvieran que saldarse simultáneamente, la sociedad desaparecería^[5].    

Por otra parte, la moneda según Georg Simmel, filósofo y sociólogo alemán, es una deuda cuyo nombre del deudor permanece indeterminado, es un esquema fiduciario producto de la interdependencia de los hombres y de su construcción sociológica, que hace depender la satisfacción de los deseos del uno de la de los del otro^[6]. Igualmente, su carácter fiduciario se relaciona con que, a través del valor de la moneda, el que la utiliza tiene total certeza en que recibirá bienes y / o servicios a cambio.   Sin embargo, esa fe no es más que la traducción de la garantía que ejerce en la comunidad las instituciones públicas y las reglas de circulación.  

Según Therét, la moneda aparece como una unidad de cuenta que se vuelve dinámica debido a que permite circular deudas y créditos entre los miembros de una sociedad y se da una constante reproducción en el tiempo. La moneda es, entonces, medio de pago de deudas reembolsables o bien rentas vitalicias que son perpetúas, o terminan de pagarse cuando solo la muerte puede liberar a los individuos de esas obligaciones. Cuando se habla de no reembolsable se refiere a la transmisión de deudas de vida entre generaciones y del mantenimiento del capital-vida global de la sociedad.

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