Ensayo de la Ley de Libre Convivencia en jalisco
Enviado por jagr1397 • 24 de Noviembre de 2016 • Ensayo • 2.154 Palabras (9 Páginas) • 570 Visitas
Ley de Libre Convivencia
Sociología Jurídica
Introducción
Es importante primero que nada tener claridad en los conceptos que se engloban en la ley que el día de hoy vamos a analizar, comenzaremos explicando que la “Ley de libre convivencia” fue aprobada el 31 de octubre del 2013 y entró en vigor el 1ro de enero del 2014 en el estado de Jalisco durante la representación del gobernador; Jorge Aristóteles Sandoval Díaz.
En dicha ley se establece la libre convivencia como un contrato civil que se constituye cuando dos o más personas físicas, mayores de edad, con capacidad de goce y ejercicio, se asocian con el objeto de otorgarse ayuda mutua. En ésta se nombran derechos como lo es la capacidad de construir un patrimonio mutuo, el deber recíproco de proporcionarse alimentos, heredar por sucesión legítima, reclamar prestaciones (pensiones, prestaciones sociales u otros análogos), entre otros.
Esta nueva ley ha sido bastante polémica debido a los usos que se le pueden dar en cuanto a las parejas del mismo sexo, ya que favorece a la no distinción de género, estableciendo en sus conceptos “personas físicas” y dejando así la posibilidad de utilizarla con dicho objetivo. Se han creado palpablemente 2 posturas en cuanto a esta situación; a favor y en contra. Esto ha ocasionado un conflicto social por la contraposición de ambos grupos ideológicos, lo cuál analizaremos a continuación.
Diagnóstico
A lo largo de los años, México se ha distinguido por ser un país lleno de cultura, creencias, tradiciones y valores que nos han llevado a formar la identidad que tenemos hoy en día como nación, pero son esas mismas las que nos han truncado el desarrollo en muchos aspectos. Tenemos la firme convicción de que el conservar nuestra cultura es seguir siendo como eran nuestros antepasados o como era nuestro país hace algunos años, pero la realidad es diferente. La raza humana debe evolucionar sin olvidar su origen, esto quiere decir que es necesario eliminar las actitudes que nos alejan de la humanidad y comenzar a comportarnos con más apertura, entender que la sociedad tiene temas “tabú”, que son conductas no aceptadas en el plano social y que no por tenerlas clasificadas de esta manera, significa que sean negativas.
Ya mencionaba con anterioridad las dos posturas que existen mayoritariamente en el ámbito de las relaciones homosexuales, es medular señalar que no son las únicas ideologías que existen pero son las que preponderan en la sociedad.
Las personas que están en contra buscan dar un enfoque religioso, físico, cultural, explicándose en el hecho de la creación, cómo Dios los creó hombre y mujer para que se complementaran. Buscan evidenciar que físicamente, -sexual o psicológicamente hablando-, no es “natural” que exista una relación entre dos personas del mismo sexo. Y por último el ámbito cultural… primero definiremos el concepto de cultura. Se define como los conjuntos de saberes, creencias y pautas de conducta de un grupo social. Por tanto cuando las personas se excusan en las creencias colectivas para refutar ciertas actitudes, deben plantearse la idea de que no porque algo se considere cultura es lo idóneo.
Las personas que están a favor de este tipo de uniones se apoyan en argumentos, sociales, morales y jurídicos, explicando que el ser humano no elije ser homosexual, por lo tanto, es natural. Dicen que existe en muchas más especies la cópula entre especímenes del mismo sexo, pero también cabe aclarar que somos el único animal racional, por tanto me parece inadecuado compararnos con el resto del reino animal que solo se reproducen por instinto. Buscan, además, defender sus ideas con el respeto a la individualidad de la persona física: todos tenemos derecho a la libertad de expresión y hasta cierto punto el que no se les permita unirse en matrimonio es una privación de ese derecho.
Teniendo claros los dos puntos de vista, es necesario entender que vivimos en una sociedad y en ésta misma no se pueden generalizar las cosas. No todas las personas comparten creencias religiosas, morales, etc., y es importante que aprendamos a respetar esas diferencias como base de enriquecimiento y no como algo que nos ayude a seccionar la población. Partiendo de esta idea analizaremos la ley de libre convivencia con distintos enfoques.
Desarrollo
Comenzaremos estableciendo la ley de libre convivencia como un antecedente a nuevas leyes. Todos entendemos que al momento de aprobarse ésta, poco a poco las ideas se van implantando en la colectividad, buscando lograr objetivos mayores, como lo son la legalización de los matrimonios homosexuales en todas las entidades federativas del país y la adopción en familias homoparentales; se entiende que por este motivo la ley de libre convivencia es una amenaza palpable a los valores que tiene el sector que está en contra de estas uniones, pero es también un impulso en el perfeccionamiento de las normas jurídicas, según las necesidades sociales que defiende el sector opuesto de la comunidad.
A mi forma de pensar, es necesario ver esta nueva ley desde un punto de vista frío e imparcial y sólo así se le podrá dar una valoración un poco más acercada a la verdad. Es imposible querer discutir un punto desde dos perspectivas distintas, ya que cada uno tiene parte de la razón según su experiencia, por eso mismo expliqué con anterioridad los ámbitos en los que cada postura defiende sus ideas, solo conociendo el acto desde un punto intermedio lograremos resolver un poco este conflicto social.
Si analizamos la mencionada ley desde un punto de vista moral podremos ver que también se bifurcan las opiniones, esta ley atenta contra los valores familiares y del matrimonio, según sus conceptos previamente establecidos, ya que en estos se estipula que el matrimonio es una institución en la que un hombre y una mujer deciden compartir un estado de vida y formar una familia. Pero también se puede ver como un impulso a la integración social de las minorías, es una ley que favorece la participación de todo individuo en las relaciones jurídicas y abre paso al reconocimiento de sus derechos como individuos. Se acopla a las necesidades de un sector poblacional, que no estaba contemplado dentro de los recursos que había disponibles, hasta su iniciación de vigencia.
Es necesario que el Estado y el gobierno, en específico, busque abarcar todos los casos posibles de asociación dentro de las normas jurídicamente establecidas y más allá de si se está de acuerdo o no con la unión de personas del mismo sexo, desde el punto de vista jurídico hacía falta regular esas relaciones de manera que las personas involucradas, no carezcan de los derechos que la propia ley de convivencia pretende reconocer, por tanto estoy de acuerdo con esto y considero que es un paso importante en beneficio de este sector de la población que muchas veces se encuentra vulnerable en cuanto al reconocimiento y respeto de sus derechos.
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