Ensayo del caso Enron

                         Ensayo del caso Enron

Enron fue una empresa que se fundó en 1985 por la fusión de las empresas Houston Natural Gas y InterNort, la cual se dedicaban a la administración de gaseoductos y a la transmisión de energía eléctrica, empleando a más e 21.000 trabajadores, pasando de ser una pequeña empresa en Texas a ser una de las 7 más importantes en los Estados unidos valorada alrededor de 70 000 millones de dólares. Todo terminó con su estrepitosa caída el año 2001 cuando se descubrió que la compañía, entre otras cosas, realizaba diversas prácticas contables fraudulentas. El caso Enron fue uno de los mayores fraudes en el mundo, pues habían mentido a sus inversores, empleados y al público en general, acerca del valor de la empresa y los directivos se habían beneficiado en el proceso.

Esto es resultado de la violación de la confianza, pilar que sostiene el sistema financiero moderno. La consecuencia; es la evidencia nefasta: “Cientos de miles de trabajadores desempleados y defraudados, sin posibilidad de recuperar sus fondos de pensión invertidos en esta empresa, miles de inversionistas, que confiaron en los estados financieros auditados por la firma de Arthur Andersen, vieron esfumarse sus ahorros al pasar sus acciones de un precio récord de US$84.87 a escasos cinco centavos a inicios de 2002.” Como un efecto dominó en tan solo meses, es casi difícil de creer que una empresa que demostraba una fuerte solidez financiera se viniera abajo de esa forma. La falta de ética y moral de las personas que estaban a cargo de esta compañía; provoco la caída de las acciones.

Es evidente que un caso como éste amerita una seria reflexión jurídica respecto a los bienes que se tutelan a través de los mecanismos regulatorios del sistema financiero, que ya no pueden ser considerados exclusivos de una nación, por sus repercusiones, en los mercados internacionales ya que por los Tratados de Libre Comercio (TLC), las empresas deben mostrar seguridad en los estados financieros para promover la confianza en las empresas que desean invertir en los diferentes mercados en los demás países del mundo, además esto no es muy buen ejemplo para la globalización que se está gestando en nuestro planeta.

Los principales personajes que estuvieron involucrados en uno de los mayores fraudes mundiales, el caso Enron, vendrían a ser: Kennet Lay (Fundador, Presidente y Principal Director Ejecutivo de Enron), Jeffrey Skilling  (Presidente y Principal Director de Operaciones de Enron), Andrew Fastow ( Director Financiero de Enron), Clifford Baxter ( Vicepresidente de Enron, se suicidó después de renunciar y aceptar testificar sobre el escándalo de Enron ), Joseph Berardico (Director Ejecutivo de Arthur Andersen ) y David Duncan ( Jefe auditor de Arthur Andersen ).

El fraude dio inicio con el nuevo registro de contabilidad exclusivo de la empresa Enron: ‘Make to Market’, permitiendo a Kenneth Lay y Jeffrey Skilling (Fundador y asesor respectivamente) a valorar la empresa como se les diera la gana, ya que no era igual que hacerlo con una contabilidad clásica. En este sistema se contabilizaban ingresos futuros como si ya los tuvieran; así es como los directores de Enron lo manipulaban, volviéndose una contabilidad creativa.

 Las leyes contables vigentes tenían zonas negras y con esto cualquier ejecutivo de alto rango podía ocultar información como alguna perdida o poner información según le convenga, contando con el apoyo de su auditoria. Esto fue la gran causa y problema central.

Desde un punto de vista ético lo que ellos hicieron al ir con la firma auditora Arthur Andersen & Co fue que destruyera los informes con información relevante de ENRON, esto fue lo más cobarde que pudieron hacer, tratando de eliminar información sobre sus fraudes e ingresos fantasmas para no dar la cara sobre lo que escondían y seguir alimentando su ambición. Esto provocó que la comisión de seguridad de comercio abriera una investigación sobre el posible fraude que trataban de ocultar.

Financieramente otro de los grandes y últimos detonantes para el final de ENRON fue que la firma Arthur Andersen (Expertos en Auditoría Contable) se vieron más entrometidos para sacar provecho de la situación; en complicidad con algunos directivos para omitir el protocolo de inversión y encubrimiento de pasivos, todas las deudas que tenían ENRON quedaron omitidas ( nadie sabía esto), las deudas de ENRON cada vez crecían; pero ellos seguían usando transacciones de ingresos fantasmas para convertir así sus pasivos en activos.

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