Ensayo democracia en mexico
Enviado por agonzalezr • 23 de Abril de 2019 • Ensayo • 3.199 Palabras (13 Páginas) • 220 Visitas
INTRODUCCIÓN.
Desde tiempos muy antiguos, el hombre era sujeto a múltiples abusos en su persona, familia y sociedad por aquellos que se ostentaban como autoridad, ya que por sí solos no sobresalían y tenían la percepción errónea de que tenía que existir un líder quien los dirigiera, situación aprovechada por aquellos que tenían el dominio y poder sobre el pueblo, dando origen a la llamada autocracia donde el poder se concentraba en un solo hombre sin restricción alguna, el pueblo era simple espectador sin derecho a la participación en las decisiones que tomaba el gobierno.
Sin embargo los constantes abusos por los cuales era sometido, permea en lo más profundo de su conciencia y provoca en él una reacción, dándose cuenta que estaba investido de derechos como persona como individuo, como sociedad, y era el momento preciso para ejercerlos. De este modo comienzan a surgir ideas que dan solidez al establecimiento de la democracia ya que más allá de ser una forma de gobierno pasaba a ser un estilo de vida, donde gobierno y gobernados compartían los mismos derechos y las decisiones que se tomaban se resumían en bien común. La democracia en sí, deberá pasar por varias etapas para encajar por completo, hasta configurarse en la constitución que rige el país. Ahora bien para comprender mejor el tema que nos ocupa necesitamos, comprender los orígenes de la democracia, ¿porque se considera el más adecuado?, ¿de donde surge?, problemática actual de la democracia.
Los cuestionamientos anteriores ayudaran a disipar las dudas que existen respecto al tema y es el propósito de este ensayo, el cual se lograra mediante el análisis de teorías expuestas por varios autores desde una perspectiva muy amplia.
DESARROLLO.
En la teoría social, los conceptos se construyen correspondiendo con circunstancias de su periodo, esto implica que, aquello con lo que se podía definir a un fenómeno en el pasado, bien no puede hacerlo en presente en tanto que las estructuras y la realidad sobre el que se sustentaba han cambiado.
De tal manera, un concepto social debe de ubicársele sobre cuadrantes de tiempo y espacio definidos. Esto permite comprender las razones de sus características y el tránsito hacia nuevos espacios y nuevas líneas de análisis.
Así también ocurre con la democracia, utilizada por Aristóteles para explicar una de las formas de gobierno, que correspondía con una desviación de los modos puros.[1]
La construcción de este concepto transita por diversos lugares y momentos en la historia, sin los cuales no pudiera comprenderse cómo es que arriba hasta nuestros días.
Uno de estos sucesos nodales es la revolución francesa, desde la cual, las proclamas de igualdad, fraternidad y libertad se conjuntan y moldean gran parte de la mentalidad política que se suscita en años posteriores. A este respecto indica Eric Hobsbawm: “si la economía del mundo en el siglo XIX fue formada en su mayoría bajo la influencia de la revolución industrial británica, su política e ideología fueron formadas en su conjunto por la francesa”.[2]
A partir de ese momento, la democracia inicia su desarrollo como la forma de gobierno ideal para las sociedades europeas; sin embargo este proceso fue largo transita desde la revolución francesa hasta los movimientos revolucionarios de 1848, en los que Europa se replantea y delimita el rumbo a seguir en diversos temas que le atañen: entre ellos su forma de gobierno.
Esta nueva forma de gobierno, pretende incluir a las mayorías ciudadanas para que, a partir de la votación y su representación sean electos funcionarios que traten y discutan los temas del estado, toma de decisiones y en última instancia velen por sus derechos.
La adopción de la democracia como se comprende hoy día, no fue así durante sus primeros años, en tanto que la participación ciudadana en los temas referentes al gobierno fue limitada y en muchos casos prohibida.[3] Así, posturas políticas como el socialismo o amplios sectores sociales no tenían permitido acceder a esta forma de gobierno.[4] De tal manera, en sus inicios, la democracia fue una historia de lucha por el poder.
En la actualidad este sistema político se ha adoptado como el más adecuado hacia los valores de igualdad instaurados por el liberalismo; así bien, se comprende que la democracia es el sistema –que si bien presenta fallos- es el más justo para las sociedades.[5]
En la vida contemporánea existe una universalización de los valores y prácticas democráticas. La mayor parte de los países tienen sistemas en que con mayor o menor intensidad se apela al principio de la libre elección de los gobernantes por parte de la ciudadanía. Se trata sintéticamente de la cristalización de un derecho político fundamental que consiste en la capacidad pública de decidir quién gobierna y bajo qué proyecto.
Esta universalización, debe asentarse, no es igual en todas las regiones del planeta. Existen problemáticas y desafíos bajo los cuales se desarrolla este sistema a lo largo y ancho del mundo, desafíos a los que este sistema debe enfrentarse y a partir de los cuales fortalecerse.
La democracia surge entre la pluralidad, la que permite construir argumentos sobre las cosas públicas y con ello, enriquecer las ideas y acciones. A partir de esta discusión es que se pueden enfrentar los problemas de una sociedad y buscarles solución.[6]
Al respecto el maestro Pablo González Casanova asentó que:
“la democracia es el único régimen en el que las leyes que se obedecen están puestas por los hombres que ha escogido la sociedad, cuando hay democracia hay un régimen político que permite la coexistencia pacífica y no violenta entre interpretaciones de la política muy distintas entre sí como son las de derecha, centro y de izquierda.”[7]
“La democracia desde su fundación apareció asociada a las proclamas de la libertad y la igualdad en el estado, y en cada país fue ligada a diferentes aspiraciones y objetivos nacionales, de ahí que el artículo tercero de nuestra constitución establezca que la democracia se considera: “como un sistema de vida fundado en el constante mejoramiento económico, social y cultural del pueblo.”[8]
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