Ensayo literario acoso escolar

Las personas adultas siempre nos lo dicen: “Disfruta de esta etapa, que es la mejor de tu vida.” Siempre se refieren a la secundaria y a la preparatoria, y a veces a la universidad al relatar tan renombrada frase. Durante esta etapa de nuestras vidas la mayoría de los recuerdos que se quedan para toda la vida acontecen. Podríamos decir que durante la secundaria y preparatoria estamos en una máquina de recuerdos, pues siempre lo vemos ejemplificado en padres, tíos o adultos, que cuando se juntan con sus amigos siempre ríen al recordar memorias de estas épocas. Para algunos de los estudiantes estas memorias creadas no son buenas, sino lo contrario, recuerdos tristes originados por el acoso escolar sufrido.

El acoso escolar debería de evitarse, al nivel en el que profesores o directores intervengan, pues le quita la gran experiencia que es la secundaria o preparatoria a algunos alumnos.

Durante mi transcurso por la secundaria, que fue de 3 años, pude experimentar lo que era vivir en esa máquina de recuerdos felices, en donde todo lo bueno y bello que dicen los adultos sobre esta época era una realidad cada día. Pero durante el primer año, durante las primeras semanas, aquella máquina de recuerdos felices todavía no era real. Al entrar a secundaria, todos mis amigos con los que yo pasaba mejor tiempo habían sido asignados en salones diferentes y al principio no conocía mucho a las personas y en ocasiones podía sentirme excluido. Obviamente, el no tener con quien convivir tanto como lo hacía antes con mis amigos, me hizo perder algunas semanas en las que pude haberme sentido mejor.

“Es curioso: a veces te preocupas un montón por algo que al final resulta no ser nada” (Palacio, 2013, párr.81). 

        A veces muchos alumnos piensan que se burlan de él y se empieza a preocupar mucho por cómo se ve o por algo físico. Ahora, cuando un alumno sufre de acoso escolar, lo que siente es tristeza, y aunque mi situación no se compara con alguien que sufra de acoso, los sentimientos de exclusión, tristeza y un ánimo bajo coinciden, solo que, para una víctima de esto, todos estos sentimientos son mucho mayores haciendo una pesadilla la época que se supone debe ser la mejor.

Otra razón por la que directores y profesores deberían de involucrarse en el acoso escolar y tratar de evitarlo, es porque la existencia de este triste problema afecta obviamente en el ánimo de los estudiantes víctimas, pero al hacer esto, las calificaciones y el rendimiento de el mismo se ve afectado, además, sufrir de esto puede dejar traumas por el resto de su vida.

Cuando un futbolista o un joven atleta no está a gusto y no se siente cómodo con sus compañeros del equipo, ni con el entrenador, nunca logrará jugar en los partidos a su máximo nivel. Jugadores famosos, que son muy buenos no dan los mismos resultados cuando no se sienten en confianza con sus entrenadores. Lo mismo pasa en un trabajo, cuando no te gusta el ambiente y no te sientes en paz, lo único que quieres es escapar de tu realidad, pero cuando tu pesadilla sucede en la escuela, que se supone que es tu segundo hogar, no hay escapatoria, y si lo hay, solo es a lugares en donde la gente se pierde.

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