Ensayo sobre “Pensamiento Heterosexual de Monique Wittig”

Ensayo sobre “Pensamiento Heterosexual de Monique Wittig”

Monique Wittig en su obra “Pensamiento Heterosexual” publicada en 1992, aborda la lucha del feminismo y homosexualismo desde un ángulo diferente al tradicional sentando las bases del feminismo moderno y renovando su impulso. Para Monique la mujer se encuentra dominada por un régimen social, político e incluso “biológico” pero podemos centrar toda esta obra en su frase tan famosa: “Las lesbianas no somos mujeres”, la cual abarca y trata de romper con barreras políticas, ideológicas y de lenguaje. Pero, ¿es acaso esto correcto?  

Monique Witting comienza su libro abordando el tema sobre la dominación masculina sobre la mujer, de cómo esta última ha sido tratada como objeto, propiedad privada y clase separada de los hombres. Yo creo que podemos encontrar dos fuentes separadas desde las cuales plantear los orígenes de este pensamiento, uno se encuentra en la biología y evolución de las especies y la otra fuente proviene de las creencias religiosas, más específicamente de la dominación del pensamiento judeo-cristiano que ha subsistido en el occidente.

Biológicamente el macho y hembra tienen una fisiología diferente la cual permite hacer una clara separación entre ambos géneros. En la naturaleza no se trata sobre dominación, sobre control o de que genero es superior, simplemente es cuestión de la supervivencia de la especie, quién está encargado de dar a luz; tenemos muchos ejemplos en la naturaleza como lo son: creaturas con reproducción asexual, partenogénesis, en los caballitos del mar es el macho el que se embaraza, en otras especies donde se vive en matriarcado como los elefantes la única función que tienen los machos es la de inseminar a la hembra. Biológicamente también podemos mencionar las áreas del cerebro activas durante el orgasmo, estudios han demostrado que el cerebro de la mujer al llegar al orgasmo parece que se “desconecta” de la realidad por unos instantes, mientras que el cerebro del hombre al llegar al orgasmo mantiene activas algunas áreas, se piensa que esto ocurre debido a que el hombre primitivo tenía que estar en constante vigilancia ante los depredadores, no sabemos cuando fue exactamente que se desarrollo esto o si a nuestros parientes los chimpancés les ocurre lo mismo, pero biológicamente este es otro indicador de que el hombre era el encargado de la protección y de la caza de los depredadores.

La distinción de géneros en el ser humano también se ha visto afectada evolutivamente hablando, ya que al andar en posición bípeda sería imposible que un bebé pueda pasar através de la pelvis si naciera casi totalmente desarrollado como ocurre en todos los mamíferos, por lo tanto los bebés vienen al mundo semidesarrollados y con muchos cuidados por delante, ¿por qué era la mujer la encargada de estos cuidados?; situándonos en la prehistoria, las mujeres al andar embarazadas no podían ir a cazar debido a la movilidad y a que pondría en peligro la continuidad de la especie, por lo tanto recolectaban frutos mientras el hombre era el encargado de ir a buscar carne como alimento, después al nacer los bebés las mujeres de nueva cuenta se quedaban atrás para cuidar a los niños y a las otras mujeres embarazadas posiblemente debido a su sensibilidad receptora del lenguaje, y esto comenzó un ciclo el cual se fue transmitiendo a través de varias generaciones hasta llegar a tener un pensamiento retorcido y distorsionado de la mujer.

“A la mujer le dijo: "Tantas haré tus fatigas cuantos sean tus embarazos: con dolor parirás los hijos. Hacia tu marido irá tu apetencia, y él te dominará.””

~ Génesis 3:16

En muchas culturas “primitivas” siempre existió una reverencia por la mujer como madres ya que es ella la creadora y protectora de la vida, los hombres eran los encargados del alimento y de proteger a las mujeres y niños de los peligros para preservar la continuidad de la especie, entonces ¿Cómo fue que empezó el dominio del hombre hacia al mujer? Podemos hacer referencias a los griegos, romanos y otras culturas pero sabemos que nada tuvo mayor impacto en el Occidente como la imposición del Cristianismo, el cual trataba a la mujer como segunda clase, ellas eran las pecadoras y las “culpables” de que el hombre tuviera que trabajar.

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