Ensayo sobre el régimen cambiario y su explicación a través de las reglas de la oferta y la demanda sobre el contexto económico

Universidad Católica Andrés Bello

                                                Ensayo sobre el régimen cambiario y su explicación a través de las reglas de la oferta y la demanda

sobre el contexto económico

de la realidad venezolana

  La política cambiaria se refiere al régimen de regulación por parte del Estado en un sector de la economía, básicamente, el intercambio de divisas por moneda nacional.

     En este sentido, existe un intenso control por parte del Estado en el mercado de divisas de manera que ha mitigado el libre mercado de ese sector, bajo el argumento de salvaguardar el valor de la moneda venezolana de manera tal que la Administración Pública se ha reservado el mercado de las divisas para su gestión de manera directa y además pretendiéndose así subrogar su voluntad vía regulaciones sobre la teoría de la oferta y la demanda del mercado.

     La técnica de regulación por parte del Estado es básicamente mediante normativa que establezcan tasas de cambios (oficiales además, en contraposición con el mercado paralelo) para su adquisición por los demandantes, pero tal sistema pronto presentaría irregularidades, que podríamos explicar de una manera sencilla a través de la oferta-demanda:

1. Venezuela es un Estado que percibe la mayoría de sus ingresos vía comercialización y exportación de petróleos

1. El mercado petrolero venezolano ha tenido una caída en los precios del crudo por lo que se produce un gran recorte en los ingresos del Estado (por la alta oferta a nivel internacional y su consecuencial baja en los precios)

1. El Gobierno venezolano, con base en el modelo del socialismo del siglo XXI , ha expropiado medios de producción a escala masiva para su ‘producción social’, y que como consecuencia de su ineficacia podemos resumir en que los medios de producción expropiados no producen y por lo que la falta de producción puede traducirse en la no percepción de impuesto por el Estado y menos podría hablarse de eventual exportación y por ello captación de divisas, por lo que se resume en: falta de ingreso

1. En el mercado de divisas venezolano hay una tasa de cambio oficial (muy por debajo del paralelo) por lo que: a menor precio mayor demanda

1. Pero a su vez, por lo motivos expuestos en el punto (i), (ii) y (iii), hay una escasez de divisas, por lo que a menor oferta mayor el precio, lo cual no ocurre por la tasa cambiaria consecuencia de la normativa del Estado, que limita el acceso a tales divisas a precio oficial por su atractivo valor que atrae gigantescas ofertas.

1. De lo anterior se entiende que la normativa que influye en el valor de la divisa altera el equilibrio del mercado que viene dado por las reglas de la oferta y de la demanda

1. Pero esta alteración solo se produce de manera relativa, es decir, solo afecta el mercado de divisas que el Estado regula, no pudiendo evitar que exista un mercado paralelo de divisas

1. El mercado paralelo de divisas viene a darse como algo circunstancial y consecuencial derivado del mercado de divisas que regula el Estado, porque existe en la realidad un valor real de la divisa que dista mucho de la tasa oficial

1. Esto es así porque hay en la realidad una escasez de divisas en el mercado y también una restricción en el acceso de divisas preferenciales por lo que a falta de ellas su precio será más elevado

     De las líneas anteriores podría concluirse que el Estado a través de la política cambiaria ha arrojado algunas consecuencias:

1. La creación involuntario de un mercado paralelo de divisas donde rige las reglas de la oferta y la demanda que el ‘mercado oficial’ pretende desconocer

1. El desequilibrio en el ‘mercado oficial’ porque aun habiendo escasas divisas sigue manteniéndose el precio a niveles muy bajos que atrae una demanda gigantesca que pretende subsanarse tal error limitando el acceso a tal sector oficial

1. Creación de un monopolio oficial sobre el mercado regulado toda vez que es el Estado quien tiene la discrecionalidad de la regulación y por ello su maniobrabilidad a su antojo.

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