Ensayo: Ética, política y educación

Ensayo: Ética, política y educación.

Entendiendo que la ética y la educación se entrelazan para otorgar un sentido de humanidad que exige la formación de los sujetos como ciudadanos bajo proyectos sociales emancipatorios de carácter democrático (Ovelar, pág. 453). Se puede afirmar que la educación es un acto político, que estará direccionado a la construcción de democracia puesto que la relación entre educación, ética y política introduce un fuerte comportamiento moral que, si bien permite la coexistencia en un plano de igualdad de las distintos proyectos de toda sociedad , pero propone un problema al momento del que hacer democrático, debido a que no puede ser sostenido en el campo de la política completamente por que se enfrenta a varias problemáticas por ejemplo: cuando el poder penetra la dimensión ética, introduce en ella la más grande distorsión, ya que esta se convierte en una mera forma de justificación del poder y en la educación se transforman en discursos de comportamientos para la manipulación y la cohibición de la libertad y la autonomía que emanan de la vocación de libertad, de ser más y de trascender del ser humano. (Ovelar, pág. 455). Por lo tano surge la pregunta ¿ acaso la educación tiene un sentir ético que conlleva a una practica política y democrática bajo los perceptos morales de una sociedad especifica?

Para Michael Sandel (2008) el problema de la construcción de la democracia se resolvería a partir de darle mayor relevancia a los principios de orden moral, filosófico y ético, pues son absolutamente necesarios para la construcción  de una ley justa y equitativa que reconozca la importancia de las premisas morales de cada individuo, perteneciente obviamente a una comunidad, como base para la construcción de una sociedad igualitaria que permita el desarrollo de una vida y una sociedad integra gracias a la construcción moral desde el ámbito educativo como primera medida.

Por lo tanto, la política no debe funcionar entonces al margen de la ética y la educación, pues llevan dentro de sí el mismo fin, el cual es lograr una sociedad más justa y equilibrada a través de la construcción de normas o pactos sociales que permitan llegar a tal fin.

Tomando en cuenta lo anterior la política al ser permeada por los intereses personales de los gobernantes, quienes al usar sus poderes públicos en beneficio propio o de terceros perjudican el bien general; se caracteriza por una manera corrupta de la ejecutar democracia. A  pesar de ser teóricamente incompatibles, la corrupción y la democracia, aparecen como inseparables en los contextos políticos nos solo latinoamericanos sino del mundo, lo cual debería preocupar muy seriamente a todos los demócratas, ya que contradice las premisas mismas de la democracia liberal, pues olvida la vital distancia que se debe mantener entre lo público y lo privado, característica que se presenta en cualquier régimen liberal y democrático; dicha disyuntiva rompe la idea de igualdad política, económica, educativa, de derechos y de oportunidades en la cual está sustentada la democracia, transgrediendo el pacto social en el cual se fundamenta.

Ahora bien, si entendemos que el hombre “no puede vivir al margen de la compañía de sus semejantes, y si entendemos que la esfera pública es el único lugar donde los hombres pueden mostrar real e invariablemente quienes son, la democracia debe ser entendida entonces  como ese ejercicio político por el que el hombre – y en ello incluyo el Estado o cualquier manifestación de carácter político – deviene responsable de su propio bien y del prójimo, con quien participa para crear aquella sociedad en el que impera la búsqueda y realización de ese bien mayor en el que se promocionan y se alcanzan todos los bienes particulares (Arendt.2005)

Entonces la democracia, solo será aplicada desde su ideal en la medida que su accionar este dirigido hacia la dignificación de lo humano, esto quiere decir que la política no puede funcionar sino es tratada desde una perspectiva ética, entendida esta como un conjunto de costumbres y normas que dirigen o valoran el comportamiento humano en una comunidad. pues es el hombre, no entendido como individuo sino como colectividad quien debe ser elevado como objetivo único y fin máximo de la democracia.

Por eso al ser la política un campo de acción educativo desde donde se puede construir una sociedad digna e igualitaria, debe ser inherente entonces a la ejecución ética de sus principios, pues es de allí donde nace ese código de valores que nos permitirá reconocernos en el otro, es decir que todo aquello que hagamos en pro de la construcción de una sociedad se verá reflejado en la sociedad en que vivimos, de igual manera toda acción que este enmarcada desde una perspectiva individualista tendrá sus implicaciones en el ámbito colectivo, pues todos somos todo y uno solo no es nada, todos somos democráticos.

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