¡Enviá A Tus Amigos Regalos Gratuitos!
Enviado por DaymarG • 27 de Octubre de 2013 • 1.062 Palabras (5 Páginas) • 222 Visitas
Mi querida hija:
La celebración de tus veintiocho años me ha hecho reflexionar y quiero compartir contigo parte de esa bien ganada sabiduría. Sabes, son esas cosas que hubiera deseado que alguien me las hubiera dicho cuando tenía tu edad. Claro, no me lo has pedido, pero ambas sabemos que eso no impedirá que lo haga.
En primer lugar, cumplir 28 años NO significa que estás acercándote a la edad madura. Aún falta mucho para que terminen tus años de juventud, y no, no estás “vieja”. Sin embargo, tienes razón, el tiempo pasa volando. Es mejor aprovechar al máximo cada paso en el camino.
A medida que creces. espero que vivas tu vida con el coraje y la audacia con que naciste. Estos dones te los concedió un poder superior. Úsalos cada vez que puedas y procura que se alejen demasiado de ti.
Trata de no criticarte, anticiparte a tus sentimientos, dudar de tus capacidades o ser muy dura contigo misma cuando creas que has fallado. El mundo te enfrenta a todas esas cosas y tu trabajo es enfrentar las situaciones y no ceder ante ellas.
Debes saber que el fracaso es un requisito en la hoja de vida. Sin éste, dudo que alcances el éxito algún día. No le temas. No tiene que gustarte, sólo tienes que aprender a manejarlo cada día mejor. El fracaso es el éxito al revés.
Arriésgate. Sé audaz. Actúa tontamente. Eso está bien. La magia nunca se encuentra en la cotidianidad. Toma partido por lo insólito, lo arriesgado y lo espectacular. Naciste para estar ahí.
Los amigos vendrán y se irán, pero los buenos se quedarán. Valóralos. Y, si bien tu esposo y tu familia serán siempre los primeros, nunca pierdas de vista a esos amigos que han estado contigo en los momentos difíciles de tu vida. Los necesitarás otra vez, y ellos a ti.
Haz un esfuerzo por no preocuparte tanto. Esto te produce arrugas, dolores de estómago, paranoia y las preocupaciones rara vez se materializan. Además, aléjate de las páginas en la Internet que contienen información sobre la salud. Nada bueno se ha dicho de los diagnósticos que aparecen en la Internet.
Ocasionalmente, puedes sentirte avergonzada de tu cuerpo. No dejes aflorar ese sentimiento. Tu figura nunca será más esbelta, tu pelo no se verá con más cuerpo, tu piel nunca será más tersa y nunca tendrás más energía de la que tienes ahora. Valórate.
La vida no termina cuando te conviertes en madre. Sabes, me muero por ver el (los) hijo(s) que tendrás, pero no hay prisa. Confieso que la vida te cambiará, pero los lazos con los cuales temes comprometerte te harán navegar en un mundo de maravillas y amor perpetuo. Confía en lo que te estoy diciendo.
Como esposa, vas a cometer errores. A veces puedes ser crítica, temperamental, y tal vez un poco dramática. No te sucede a ti solamente. Se debe a como estamos programadas. Sin embargo, de lo dicho nunca podrás retractarte. Espero que sepas perdonar libremente, abrazar con fuerza, llorar a menudo y dejar ir las pequeñeces. Casi siempre todas esas cosas son insignificantes.
Habrá momentos en que te sentirás impaciente o enojado con tu madre. Es más natural de lo que imaginas. Por favor
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