Equidad de género: Una defensa que se volvió ataque.

Equidad de género

Una defensa que se volvió ataque

Se denomina equidad de género a la defensa de la igualdad entre el hombre y la mujer. Esto supone suprimir las diferencias sociales entre ambos sexos, específicamente eliminar los privilegios del hombre en cualquier aspecto de la vida social si estos están por encima de los de la mujer.

Fue el 17 de octubre de 1953 que se reformó el artículo 34 constitucional para reconocer la ciudadanía de las mujeres. Posteriormente en febrero de 1965 la reforma al artículo 18 constitucional reconoció las necesidades específicas de las mujeres en prisión al permitir que estás compurgaran sus penas en lugares separados de los destinados a los hombres. La reforma constitucional en beneficio de las mujeres más importante tuvo lugar en 1974, ya que el reformarse los artículos 4, 5, 30 y 123 se promovió la igualdad jurídica de la mujer. La reforma al artículo cuatro constitucional, pugnó porque el varón y la mujer sean iguales ante la ley. Así mismo estableció la protección de la organización y el desarrollo de la familia además de plantear el derecho a decidir de manera libre, responsable e informada sobre el número y espaciamiento de los hijos. La reforma al artículo cinco constitucional sustituyó el término hombre por el de persona de forma que los derechos consagrados en dicho artículo no se entienden reservados exclusivamente a los hombres tales como que nadie podrá ser obligado a prestar trabajos personales sin la justa retribución. En el artículo 30 constitucional se estableció que los extranjeros que contraigan matrimonio con un nacional, por este solo hecho serán considerados mexicanos, siempre que establezcan su domicilio dentro del país y por último lo que respecta el artículo 123 fue de gran importancia al reconocer la participación laboral femenina.

En fin, estos son solo algunos de los ejemplos de los inicios de este movimiento, poco a poco fue creciendo la participación de la mujer tanto en la sociedad Mexicana como del mundo, no fue fácil, porque a pesar de que la ley empezaba a darle su lugar a la mujer dentro de la sociedad, esta misma se negaba a aceptarlo. De hecho al día de hoy podemos encontrar personas de generaciones pasadas que tienen aún un pensamiento que favorece a los varones o bien un pensamiento machista, y claro personas de generaciones actuales que fueron educadas “a la antigua” y también piensan así.

Pero también existe el otro extremo, aquellos grupos que iniciaron defendiendo este movimiento que llegó para quedarse y que ahora favorecen conductas que lejos de defender los derechos de un género, agreden al otro. Navego por la red y me encuentro con mujeres aplaudiendo el maltrato de una chica hacia su novio en público, comparten el video y lo acompañan con comentarios como: “ya vez mi amor, por eso mejor pórtate bien”. Y etiquetan a su pareja haciendo pública una amenaza que aunque suena como un juego sé perfectamente que si los papeles se invirtieran, en cuestión de segundos habría miles de comentarios defendiendo a la chica por el simple hecho de ser mujer. Yo me declaro a favor de la igualdad de género pero definitivamente en contra de viajar a los extremos como el ejemplo anterior, es indignante darse cuenta de que el empleo sigue siendo mejor pagado para un hombre o que la preferencia para contratación sea para ellos porque una mujer falta más, gasta más en el seguro, es sentimental y no puede tomar desiciones Fuertes e importantes y que al mismo tiempo humillaciones y abusos físicos hacia los hombres sucedan y sean aplaudidos a veces hasta por los mismos hombres.

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