La Asignación de Recursos en Defensa
Enviado por mariajosegarces • 16 de Julio de 2011 • Monografía • 4.434 Palabras (18 Páginas) • 1.073 Visitas
MAPA CONCEPTUAL GENERATIVO DE LA ASIGNATURA
UNIDAD ACADEMICA Nº 1
“La Asignación de Recursos en Defensa”
INTRODUCCION
En esta unidad se desarrollarán aspectos teóricos prácticos relacionados con la asignación de recursos escasos y su implicancia con el bienestar de la comunidad, discutiendo desde los principios económicos de la Economía del Bienestar, hasta localizar los efectos de la acción pública en los resultados medidos en crecimiento económico.
El eje temático principal se establece en la existencia de bienes que para los economistas se consideran públicos o privados, desde ese concepto se puede comenzar a leer el mapa conceptual de la unidad.
La idea de bienes públicos está implícita en la literatura económica desde Kunt Wicksell en adelante, pero contemporáneamente fue Paul Samuelson quien sistematizó la idea de bienes de consumo colectivo o bienes públicos y las consecuentes externalidades que se originan de su consumo; concepto que fue expuesto por Alfred Marshall y Arthur Cecil Pigou.
OBJETIVO GENERAL
Evaluar la asignación de los recursos en Defensa utilizando diferentes enfoques económicos
OBJETIVOS ESPECIFICOS
1. Discutir y explicar la importancia de los bienes públicos y privados suministrados por el estado a la comunidad.
2. Explicar diferentes sistemas y mecanismos utilizados para determinar el gasto e inversión pública.
3. Definir, identificar y explicar los diferentes tipos de externalidades que se presentan a nivel macro país y que también pasan por la defensa nacional.
4. Descubrir, discutir y explicar la relación del gasto e inversión en defensa con el crecimiento económico e ilustrar el modelo de oferta y demanda agregada.
DESARROLLO TEMATICO
1.1 Mapa Conceptual de la Unidad
1.2 Bienes públicos y bienes privados suministrados por el Estado.
Se dice que un bien público es aquel que produce efectos sobre quienes no han participado en la transacción. Es decir, aquellos que producen efectos para terceros o externalidades que no son susceptibles de internalizarse. En otros términos, aquellos bienes que se producen para todos o no se producen puesto que no se puede excluir a otros. Por ejemplo, un bien público sería un perfume agradable que usa una persona y que otros disfrutan, mientras que un bien privado sería el uso del teléfono que sólo beneficia al usuario. Asimismo, los bienes públicos tienen la característica de la no-rivalidad, lo cual significa que el bien no disminuye por el hecho de que lo consuma un número mayor de personas. En nuestro ejemplo, no se consume el perfume por el hecho de que un número mayor de personas aproveche el aroma. En consecuencia, los principios de no-exclusión y no-rivalidad caracterizan al bien público, lo cual, a su turno, significa que tienen lugar externalidades, es decir, como queda dicho, que gente se beneficia del bien sin haber contribuido a su financiación o también, en otros casos, gente que se perjudica asumiendo externalidades negativas o costos externos. Como ejemplo va el caso típico de la contaminación auditiva o la producida por monóxido de carbono.
En cualquier caso, se sostiene que los bienes públicos deben ser provistos por el gobierno, ya que de ese modo los beneficiarios de externalidades positivas financiarían el producto en cuestión vía los impuestos. En este mismo tono argumental se sostiene que si el gobierno no provee ese bien, el mercado no lo produciría o, si lo hiciera, sería a niveles sub-óptimos, puesto que los productores particulares tenderán a sacar partido de la externalidad. Del mismo modo, se ha sostenido que en caso de una externalidad negativa el gobierno debe compensar la acción del responsable.
En otros términos, el bien público constituye el argumento central del intervencionismo estatal, ya que en esta línea argumental, el gobierno produciría la cantidad óptima del bien en cuestión que sería financiado por todos a través de impuestos con lo cual se internalizaría la externalidad. Tal vez la expresión más clara al respecto de este tema ha sido señalada por quien dice que "Un estado es, ante todo, una organización que provee de bienes públicos a sus miembros, los ciudadanos".
Muchos de los bienes y servicios que proporciona el gobierno tienen características de bienes privados, como por ejemplo la telefonía, el correo en algunos casos, el transporte aéreo y marítimo entre otros, así como también muchas externalidades positivas no internalizables son proporcionadas por empresas privadas. Acciones privadas de este tipo encontramos en por ejemplo todos los libros que algunos autores y organizaciones colocan en Internet para su consulta gratuita.
Por otra parte, si se desea la internalización de la externalidad, ésta se llevará a cabo según sea el progreso tecnológico y en un contexto evolutivo tal cual ha ocurrido en el caso de la codificación de la televisión satelital. Respecto de la argumentación en cuanto a que los llamados bienes públicos deberían ser producidos por los gobiernos; se sostiene que si éstos se fabricaran en el mercado estarían, en el mejor de los casos, sub-producidos. Pero debe tenerse en cuenta que para aludir a la "sub-producción" debe hacerse referencia a un parámetro y a un punto de comparación. En este sentido, es de gran importancia recordar la precisión que realiza James M. Buchanan respecto del concepto de eficiencia: "Si no hay criterio objetivo para el uso de los recursos que puedan asignarse para la producción como un medio de verificar indirectamente la eficiencia del proceso, entonces, mientras el intercambio sea abierto y mientras se excluya la fuerza y el fraude, el acuerdo logrado, por definición, será calificado como eficiente" .
Dado que el proceso de mercado es la manifestación de millones de arreglos contractuales libres y voluntarios. Lo que desean las personas es lo que ponen de manifiesto a través de los pesos relativos que revelan en sus compras y abstenciones de comprar, por esto es que lo que desean hacer las personas con sus propiedades es, por definición, óptimo y lo sub-óptimo aparece en la medida en que las decisiones se apartan de esos requerimientos. Entonces, si existe coerción, la cantidad producida será necesariamente distinta de lo que hubiera elegido la gente si no se hubiera entrometido el gobierno.
Los bienes
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