Es Hora De Despertar

ES HORA DE DESPERTAR

Ante la situación actual que se vive en nuestro país en materia de seguridad, donde la problemática no ha respetado edad, sexo, clase social, religión o raza, lo cual refleja una precaria y decadente acción por parte de las autoridades que tienen la obligación de preservar el orden y la paz social, pero también refleja un alto grado de desinterés por parte de nosotros los integrantes de esta sociedad, donde vivimos ajenos a las realidades que día a día se cocinan en nuestro entorno, han pasado años, meses y días en los que ha sido más cómodo no saber, ignorar, pasar la página; algunas y algunos, desde el periodismo, desde la escuela, desde el activismo social, insistimos en que los males que aquejan al país solo pueden crecer en medio de una sociedad desarticulada y atemorizada, con miedo a desobedecer el orden paralelo que abre ese poder, en otras palabras estos males se han acrecentado gracias a que vivimos bajo la influencia de una pandemia llamada corrupción.

Se grita a los cuatro vientos que vivimos gobernados bajo un régimen democrático, donde tenemos el poder de elegir a nuestros gobernantes y exigirles que realicen sus funciones; Sin embargo, también es cierto que la democracia es un régimen que sólo es posible que exista bajo la ley, lo que significa que la relación entre gobierno y sociedad y a su vez entre ciudadanos, se establezca bajo mecanismos legales; es decir, la democracia sólo se puede asumir como un gobierno de leyes. Ella supone, entre otras cosas, la presencia de ciudadanos libres y activos que participen en la vigilancia del desempeño de las instituciones públicas y exijan, mediante sus derechos, que los gobiernos rindan cuentas.

Lo que no se grita a los cuatro vientos es que tenemos 53 millones de pobres, 14 millones de desempleados y que tan solo en un año murieron más de 16 mil jóvenes por agresiones violentas, estos datos nos confirman que una sociedad corrupta no puede ser si no una sociedad en estado de descomposición, dada la extensión y la profundidad alcanzadas por ello en mi México, No será una exageración afirmar que estamos frente a un peligro de seguridad nacional.

He escuchado en distintos medios que solo con voluntad férrea podremos desembarazarnos de esta situación, yo les digo que aunque tener voluntad sería el primer paso para solucionar esta problemática, no es ella la varita mágica que solucionara nuestro conflicto, debemos despertar como país, tenemos un letargo generacional, donde nos creemos la información con la que nos bombardean los medios masivos de comunicación, donde tenemos abandonados los valores civiles y cívicos que podrían servir como pilares para sostener una sociedad que está en el suelo, donde vivimos en un confort figurado.

Por ello yo vengo esta mañana a decirles a todos ustedes: ¡Que ya es hora de despertar! Es hora de buscar nuestra libertad y madurez democrática,

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