¿Es la violencia un método de disciplina?

¿Es la violencia un método de disciplina?

Cusi Lazo, Yovana

Zeballos Oviedo, Mercedes

mzeballoso@unsa.edu.pe

Resumen

Es evidente observar el uso de las agresiones físicas y  psicológicas  por parte de los padres hacia sus hijos, como medio de disciplina; estos actos son justificados por el hecho de que los niños son considerados el futuro de nuestro país, por ende surge la necesidad de corregir todas las conductas consideradas inadecuadas por parte de los padres o tutores; muchas veces sin saber siquiera que aparte de ocasionarles lesiones físicas o daños psicológicos severos, estarían formando más adultos violentos y con ello se estaría forjando una sociedad cada vez más violenta.

Palabras clave: familia, disciplina, violencia, castigo, intergeneracional,

Introducción

El maltrato infantil continúa y afecta a millones de inocentes, no importa el país, sexo o condición social, los casos de abusos contra los menores siguen en aumento; el cual lo evidenciamos en las noticias;  lo peor es que muchas veces son los mismos padres que en vez de protegerlos son quienes ejercen violencia sobre sus hijos, que puede provocar daños físico y psicológicos; en consecuencia, muchos de los pequeños en su inocencia piensan que ellos se lo buscan, porque no obedecieron alguna regla; por ende esta actitud es percibida por el entorno familiar como una forma de corrección o disciplina,  este tipo de acciones son adquiridas por el niño, debido a que la familia, es el entorno más cercano en el que inicia su desarrollo así como mencionan Ortega y Mínguez, 2004, (Citado por Arrom, Fresco, Arrom, Ruoti, Arrom y Capurro,2018) “Los modelos de conducta que brindan los padres, los refuerzos al comportamiento de sus hijos basados en sus propias creencias facilitan el aprendizaje de conductas violentas o respetuosas con los demás” (p. 123).

El maltrato infantil muchas veces se transmite de generación en generación muchos padres agresores mencionan haber sido víctimas de maltrato en su infancia, por ende,  ellos consideran que maltratar a sus hijos como forma de disciplinar, es algo normal que se ha vuelto costumbre; es así que Gage y Silvestre, 2010, (citado por Benavides y León, 2013) han encontrado en el caso de Perú:

una relación positiva y significativa entre el historial de castigo físico de la madre en su niñez y la aplicación de esta forma de disciplina a sus hijos e hijas; de esta manera, demuestran que existe una transmisión intergeneracional de la violencia de padres a hijos.(p.16)

Entonces “Un factor de riesgo se evidencia cuando, dentro de las familias, se considera a la violencia como una medida legítima para castigar a los niños y niñas” (Benavides y Leon, 2013, p. 15). Por eso golpear a un niño es un acto salvaje, es enseñarle que agredir al prójimo es algo normal, es formar futuros padres o conyugues violentos.

Violencia infantil intrafamiliar

La violencia infantil intrafamiliar es toda acción u omisión por parte de los padres o  miembros de la familia hacia los niños u otro integrante; es aquella que se produce en casa no solo del padre o la madre hacia el niño, sino también es la agresión entre los padres en presencia del niño, violencia intrafamiliar también es aquella donde la función que tienen los padres no la cumplen como dar alimentos, vestimenta o educación entre otros a sus hijos.

Según Valdebenito (2009) la familia es donde inculcan valores, principios donde nos conocemos, comunicamos, relacionamos y  es muy importante en el desarrollo y formación del niño pero:

Por distintas razones, a veces nuestro hogar se transforma en un lugar en el que hay violencia y malos tratos, donde tenemos temor y nos sentimos intranquilos e inseguros/as. Nos relacionamos a gritos, garabatos, golpes e insultos. Esto no es normal y cuando esto sucede es probable que estemos viviendo violencia intrafamiliar. (p. 2)

El propósito de la disciplina

En nuestra sociedad es muy común escuchar a las personas decir que “los niños son el futuro de la sociedad”; por ello,  deben ser educados de manera correcta; pero esto fue malinterpretado por la mayoría de los padres de familia, quienes piensan que educarlos de manera correcta es recurrir al castigo  físico o emocional cada vez que la conducta del niño sea percibida, por los padres, como inadecuada, por eso  García y García (2009) mencionan que:

La disciplina conductista constituye un ejercicio de dominación porque entre otras cosas, además de sancionar, promueve la culpabilizarían del hijo. En muchas ocasiones el padre se muestra como un “poderoso” cuya misión es destruir, podar, eliminar la conducta indeseable de sus hijos y para ello utiliza la “espada”, violencia y castigos. (p. 476)

 Para  Sánchez, Gómez, Rodríguez, Hernández,  Hernández y Cruz, (2011, p. 8) este método de disciplina es un riesgo para la salud y seguridad del niño donde los padres no respetan su deber de protegerlo; pero en verdad la disciplina no esta relacionada con el castigo, la disciplina no es una forma de obtener el control del niño sino disciplina familiar tiene que ver con“ (...) enseñar, educar, preparar, entrenar, moderar, construir habilidades y centrase en las soluciones. La disciplina es constructiva, alentadora, afirmativa, útil, afectuosa y optimista” (García y García, 2009, p. 476).

• Castigos psicológicos

        Acosta, Valdivia e Yvonne (2017) “La violencia psicológica es un anuncio de la violencia física, peor, muchas veces, que la violencia física, porque la víctima no sabe qué clase de violencia va a recibir”; en este estudio se identificó como maltratos psicológicos los gritos, insultos y las humillaciones ante terceras personas como amigos o vecinos, también se presenció que  más del 50 %de los niños que formaron parte de este estudio reconocieron haber sufrido este tipo de violencia (p.182).

• Castigos físicos

Ramírez, Ramírez, Brooks (2018) Mencionan que el abuso físico que la mayoría de los padres usan como método correctivo se pueden identificar por la presencia de “(…) lesión no accidental (puede ser desde moretones pequeños hasta fracturas graves o muerte) causada por puñetazos, golpizas, patadas, mordidas, sacudidas del cuerpo, tiradas, puñaladas, asfixias, golpes (con una mano, palo, cinturón u otro objeto), quemaduras o alguna otra manera de causar daño provocada por los padres o cualquier persona a cargo del niño” (p.183).

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