Espacio público y participación ciudadana.

Espacio público

El espacio público pensado para la equidad de género favorece la autonomía y la socialización de las personas ya que ha sido pensado priorizando en su diseño y trazado las necesidades de mujeres y hombres. En el diseño de los espacios, mobiliario urbano y señalización es necesario un estudio previo del entorno para adecuarse a las necesidades locales y para lograr este objetivo son imprescindibles: aceras amplias y activas que favorezcan la realización de diferentes actividades, en las cuales se diferencien los materiales, colores y texturas en los cambios de nivel, alcorques al mismo nivel que la acera; barandillas y rampas en zonas con pendientes; pasos de peatones bien diferenciados y con semáforos que tengan en cuenta los tiempos lentos; bancos con sombra que propicien zonas de descanso en los recorridos y en los espacios de estancia; iluminación localizada en las zonas peatonales; evitar muros pequeños y escaleras que generen rincones inaccesibles e inseguros; ampliar las aceras con porches y galerías generando espacios intermedios entre interiores y exteriores, con la señalización se procurará facilitar la orientación y la identificación por medio de la identidad y la identificación de los espacios.

El espacio público es el espacio conector de actividades donde de forma individual o colectiva desarrollamos nuestra vida cotidiana y establecemos vínculos sociales y culturales. Por eso, desde una visión de género, el espacio público no es entendido como un espacio meramente funcional sino, como un espacio de experiencias vitales y por ello debe garantizar la igualdad de oportunidades y la equidad de usos . Para ello se han de procurar los usos mixtos que le den actividad, una movilidad sostenible que valore la proximidad y que priorice los desplazamientos peatonales, una accesibilidad sin discriminación, una percepción positiva de seguridad y una relación activa y entrelazada con equipamientos, comercios y edificios en general.

El espacio público pensado desde la equidad da la posibilidad de ser utilizado por más personas de forma autónoma. Desde esta perspectiva, debe estar presente tanto en los barrios de la ciudad concentrada como en los núcleos dispersos existentes. En estos últimos, se deben reforzar las actividades en la calle que den vida comunitaria, faciliten las relaciones y la vida cotidiana.

Como espacio de la memoria e identidad social, debe ser referente de las mujeres reconociendo la importancia de sus aportaciones y uno de los mecanismos más inmediatos es el de nombrar los espacios públicos en femenino, reconociendo a las mujeres el protagonismo de la historia del barrio , pueblo o ciudad que en general es inexistentes en los nomenclátores de calles actuales.

Movilidad

La oferta de medios de transporte y las características de los espacios soportes de la movilidad determinan formas y calidades de vida. Es decir, que todas las personas deben modificar y planificar su conducta en mayor o menor medida, según las posibilidades que les brinda el medio en el que viven. La diversidad de necesidades y obligaciones cotidianas que tienen que ver con el trabajo, las compras diarias, los paseos, los deberes como madres o padres, y cualquier otro tipo de tarea, determinan una relación con el entorno y por lo tanto conllevan desplazamientos, los cuales se caracterizan por no ser lineales ni uniformes.

La existencia de un tejido multifuncional, dotado de todo tipo de equipamientos e infraestructuras a escala barrial, favorece las posibilidades de desplazamientos cortos que pueden realizarse a pie. La existencia de un transporte sostenible, integrado, adaptado y frecuente, permite la posibilidad de aumentar las distancias, ampliar posibilidades y disminuir los tiempos de recorrido. La existencia de un transporte público con acceso a áreas peatonalizadas o en sus proximidades, permite su primacía sobre el automóvil. Las urbanizaciones suburbiales y monofuncionales de baja densidad, dificultan la implantación de un transporte público que facilite el desarrollo de la vida cotidiana.

Una movilidad bien entendida es la posibilidad de desplazarse y relacionarse con el medio sin ningún tipo de dificultades, y en un tiempo acorde a la longitud de los recorridos a realizar. El transporte debería concebirse como una red, que atienda a la diversidad de las personas que puedan utilizarlo, de necesidades, y de horarios. En relación a los recorridos peatonales deben planificarse dando prioridad a los peatones, para lo cual las dimensiones de aceras deben ser acordes a lo ancho necesario para el paso de dos o más personas al mismo tiempo, las esquinas deben ensancharse para mejorar la visibilidad entre peatones y automovilistas, la señalización de pasos de peatones debe ser muy visible y los tiempos de los semáforos deben estar pensados ​​para personas con movilidad reducida; la eliminación de obstáculos y barreras arquitectónicas , la protección de las inclemencias del tiempo, la presencia de espacios para el descanso, la diferenciación de niveles o funciones con la utilización de materiales de diferentes texturas y colores; eliminar en lo posible la prioridad del aparcamiento de vehículos en superficie para liberar espacio para actividades de las personas, estas son algunas de las medidas mínimas que facilitan la vida cotidiana y la relación con el entorno.

La movilidad debe responder a la diversidad ya la seguridad en todos sus aspectos, de esta manera, facilitaremos la planificación de todas las actividades de la vida cotidiana y garantizaremos la igualdad de oportunidades en el acceso a la ciudad

Equipamientos

La oferta de equipamientos amplía cuando la sociedad en la que se inscribe reconoce, asume y valora el trabajo derivado de los roles de género. El espacio de los equipamientos necesita entretejerse en el espacio público de la ciudad con la máxima permeabilidad y flexibilizando su utilización para maximizar la utilización de los espacios: el patio de una escuela, el aula polifuncional de un centro cívico, la hemeroteca de una biblioteca, la lavandería de una casa de estudiantes... son espacios que podrían compartir públicamente las tareas de la reproducción. Los equipamientos complementan la estructura urbana de las ciudades y hace complejo la dualidad público-privado, interior-exterior, vivienda-ciudad otorgando espacios específicos de salud, aprendizaje, servicio, comercio, difusión cultural, esparcimiento, etc. Su distribución en el territorio en relación a los usos ya las redes de movilidad garantizan la calidad de vida, porque los convierte en estrategias para fomentar redes sociales, generar intercambio de servicios y posibilitar diferentes tiempos de uso acercando su funcionamiento a la complejidad de la vida cotidiana.

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