Estado de la inseguridad y la delincuencia en la que vivimos hoy en día

Estar en una situación de riesgo debido a la inseguridad y a la delincuencia en la que vivimos hoy en día, puede ser perjudicial para las personas que lo sufren como para la misma sociedad ya que de cierta manera nos afecta en nuestras emociones y sobre todo en nuestra seguridad y autoestima. En éste relato explicaré detalladamente una de las tantas situaciones de delincuencia de las que he sido testigo y cómo ha afectado en mi vida personal, social y familiar.

Era aproximadamente el año 2010, tenía 13 años y cursaba mi primer año de secundaria, en ésta época mi madre comenzaba a dejarme ser independiente  para valerme por mi misma, es por eso que todos los días viajaba en el transporte público de mi casa a la escuela y viceversa. Por esos días se llevó a cabo el cambio de horario donde las mañanas eran más obscuras, salía de mi casa media hora antes de mi entrada a la secundaria, por ende eran las 6:30 de la mañana, esperé unos minutos mientras pasaba el transporte hasta que finalmente pasó, subí y pague mi respectiva tarifa que en ese entonces eran $5.50, para mi buena suerte en el transporte me encontré a uno de mis compañeros de salón, su nombre era Kevin, me gustaba mucho encontrarlo porque mis viajes eran un poco menos tediosos y podíamos ir platicando sobre sucesos divertidos que nos ocurrían en la escuela. Otros días en los que viajaba sola usualmente escuchaba música con mi reproductor MP3 o mi teléfono celular, así que por cualquier situación los llevaba conmigo así como mis audífonos.

El trayecto de la ruta implicaba pasar por lugares poco concurridos y obscuros que en algunas ocasiones causaban temor, el lugar donde sucedió este percance fue no muy lejos de mi lugar de residencia, era una calle obscura y como ya mencioné muy poco concurrida a esa hora de la mañana, yo estaba muy tranquila platicando con mi compañero cuando en cuestión de segundos dos personas de sexo masculino abordaron el transporte de una manera muy imprudente; Mientras uno se concentraba en el conductor pidiéndole que manejara de manera lenta y hurtando el dinero de los pasajes cobrados, otro se dedicaba a molestar a los pasajeros quitándoles sus objetos de valor como dinero, joyas, aparatos electrónicos, tarjetas de crédito, etc.

En esa ocasión yo estaba sentada casi al término del transporte, en cuanto comencé a ver lo que estaba sucediendo entré en un estado de shock y mi manera de reaccionar fue muy lenta así que lo único que alcancé a proteger fue un poco de dinero para poder regresar a casa  y mi teléfono celular debajo de mi asiento.

Llegó el momento en el que el sujeto se acercó a mi lugar amenazando con lastimarme si no le entregaba mis objetos de valor, como ya los había resguardado mi primera reacción fue meter mis manos a las bolsas de mi chamarra, donde se encontraba un poco de cambio de mi transporte y mis audífonos, ésta persona en cuanto vio los audífonos supuso que también tenía conmigo mi teléfono celular por lo que comenzó a amenazarme con palabras anti-sonantes y una navaja, intenté defenderme explicándole que mi teléfono lo había olvidado en casa y sólo llevaba conmigo los audífonos, esto le molestó reaccionando con un golpe que soltó sobre mi pecho, cabe aclarar que nunca dejó de maldecir y usar palabras anti sonantes.

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