Estados Unidos pandemia COVID-19

4.[pic 1]

Como el país más afectado por la pandemia COVID-19, Estados Unidos entró en recesión por primera vez en más de 10 años, luego de las medidas implementadas para contener la transmisión del coronavirus, a pesar del envío de cheques a los hogares y el aumento temporal de las prestaciones por desempleo que amortiguan el impacto sobre los ingresos, la precaria salud del mercado laboral dificultará la recuperación del consumo en 2020 y 2021. Se espera que el gasto público haga una contribución positiva poco común al PIB, gracias a los paquetes de estímulo federal. La interrupción de las cadenas de suministro y las tensiones comerciales aún elevadas conducirán al colapso del comercio. Sin embargo, se espera que su contribución al crecimiento sea relativamente neutral, y la caída de las importaciones compensará la caída de las exportaciones. Ya en declive en 2019 debido a los efectos atenuantes de la reforma fiscal del presidente Trump (reducción de los impuestos corporativos del 35% al ​​21%) y la presión sobre las ganancias corporativas como resultado de las tensiones comerciales, la inversión privada se ha visto afectada por la crisis del COVID-19. Contribuirá negativamente al crecimiento a pesar de la reducción de su tasa de interés clave a cerca del 0% y la implementación de varias líneas de crédito por parte de la Reserva Federal. A pesar de estas medidas de relajación monetaria,

Se espera que el déficit presupuestario alcance un nivel récord como resultado de las medidas excepcionales adoptadas para hacer frente a la crisis del COVID-19. A finales de julio, los planes de estímulo ya votados, incluida la Ley CARES, se estimaron en alrededor del 14% del PIB estadounidense. Además, en el momento de redactar este informe, el Congreso todavía estaba debatiendo una nueva serie de medidas de estímulo fiscal que podrían ampliar aún más este déficit. Como resultado, se espera que la deuda pública, que ya está en una trayectoria ascendente, aumente en 2020 para financiar el gasto concedido para apoyar a los hogares y las empresas. Si bien el país ya tiene uno de los niveles más altos de deuda pública del mundo, Estados Unidos disfruta de una flexibilidad financiera sin igual, aprovechando su condición de emisor del dólar estadounidense, la principal moneda de reserva del mundo.

La política comercial y exterior de Estados Unidos sigue siendo volátil e impredecible. A pesar de la firma de un acuerdo comercial parcial en enero de 2020, persisten las tensiones comerciales con China, manteniéndose la mayoría de los derechos de aduana (19% de media a principios de 2020 frente a 3% a principios de 2018). Las tensiones con China siguen siendo altas no solo en el frente comercial: la multiplicación de sanciones vinculadas al destino de Hong Kong y los uigures, la prohibición de la infraestructura de Huawei y el cierre del consulado chino en Houston atestiguan esto. Las amenazas comerciales contra Europa también son cada vez más urgentes, ya que se están tomando medidas de represalia contra los países europeos que quieren introducir un impuesto a los gigantes tecnológicos (especialmente los estadounidenses).

...