Estrategias acerca del conocimiento, las prácticas y actitudes

Algunas estrategias acerca del conocimiento, las prácticas y actitudes.

La autora destaca la importancia de la actuación docente poniendo foco en la equidad y

cuestionando que se puede hacer para lograrlo desde el rol de capacitador y formador de

docentes. En respuesta a ello define estrategias basadas en tres cuestiones claves:

1) La relación con el conocimiento: Si bien desde la vuelta a la democracia, se realizaron

grandes esfuerzos en capacitación docente, esto no siempre implicó un impacto efectivo en las

prácticas escolares. Temas relacionados con la ultima década del siglo XX y las desigualdades

sociales generadas entonces no son abordadas debidamente. Por lo tanto como estrategia se

debe trabajar en la formación docente sobre temas tales como pobreza, exclusión, marginalidad

y precariedad.

2) Prácticas y residencias: En este aspecto establece como estrategia a necesidad de incrementar

la capacidad crítica y aumentar la consciencia del origen social de las desigualdades. No solo

se trata de incluir espacios desfavorecidos para que el practicante conozca las realidades, las

experiencias en las prácticas dependen de que se hace en ellas, cómo se las piensa y las ideas

previas de los practicantes.

3) Emociones (actitudes). Se determina la necesidad de superar las emociones que se producen

en los docentes ante situaciones de vulnerabilidad de los alumnos.

Estamos totalmente de acuerdo con las estrategias planteadas por la autora y creemos que

son fundamentales para lograr una mayor equidad: focalizandose en la función social de la

educación: transmisión y construcción de conocimientos, a fin de contribuir en una mejor

calidad de vida para ellos.

Formar docentes: Una nueva agenda, un horizonte común

En estas reflexiones la autora parte desde el planteamiento acerca de qué lugar queremos

que la escuela ocupe en este tiempo y cuáles puede ocupar, para desde allí pensar a la docencia

y a su formación.

Las políticas neoliberales, han incidido en los niveles de desigualdad y de exclusión. La

ruptura de esa matriz de búsqueda de la igualdad, y por ende, la naturalización de la desigualdad

en la Argentina es una de las cuestiones más severas heredadas de los últimos tiempos.

La autora plantea que la educación pública no debe responder solo a la demanda, ya que

hay mucho que no puede ser demandado y que, sin embargo, es responsabilidad pública

habilitar y garantizar. Así, describe tres líneas de trabajo para desarrollar diversas acciones:

1) Recuperar la dimensión política de la enseñanza y en la formación: atreverse a escuchar, a

dialogar y a construir con las fuerzas políticas, en el marco de un horizonte común.

2) Renovar la agenda de formación: no solo pensar en las nuevas desigualdades sociales, sino

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