Estrategias para integrar a los padres, madres y responsables en el proceso pedagógico de los niños y niñas

CAPITULO I

EL PROBLEMA

        En este capítulo se desarrolla el planteamiento del problema, la formulación del problema, el objetivo general, objetivos específicos, la justificación, delimitación geográfica y limitaciones.

1. Planteamiento del problema:

        La educación, es concebida como el proceso social que promueve el desarrollo integral en el educando; para la consecución de tal fin, se hace necesario que los factores sociales que intervienen en dicho proceso se involucren de manera efectiva en el mismo. La familia juega un papel fundamental en la formación del individuo debido a que en ella se imparten los valores que el mismo recibe desde muy temprana edad; es por esta razón, que se debe establecer una estrecha relación, entre la familia y la institución donde el individuo recibirá de manera formal su educación, es decir la escuela.

        El problema de la integración de la familia a la escuela tiene carácter universal y se refleja de manera muy concreta en los países latinoamericanos en relación a ello Salima (2004) expresa:

La educación latinoamericana adolece de sustentos que hagan de la familia y la escuela una simbiosis concreta, donde la unicidad sea valorativa, aparece un mal que niega

la sustentación del hecho educativo, se ausenta la corresponsabilidad, la escuela no puede ser un espacio cerrado, es necesario que la familia asuma su rol de institución socializante, en muchos países latinoamericanos los padres y madres se desentienden de la escuela, le dejan la carga a los docentes, estos al mismo tiempo no articulan acciones que posibiliten la incorporación de la familia a la escuela. (pág. 77).

        Este autor hace un esbozo genérico de elementos puntuales en la integración familia-escuela en la región latinoamericana, apuntada la ausencia de vínculos interactivos entre las dos principales instituciones socializantes, entes emblemáticos en el proceso de formación integral de los escolares.

        En lo que concierne a Venezuela la integración familia-escuela ha sido un mal perenne, se sabe de maestros que han trabajado por mas de 20 años en una comunidad y no conocen sus espacios, también se conoce de representantes que nunca han asistido a la escuela a observar o recibir información sobre el rendimiento académico de sus hijos, esto lesiona el proceso pedagógico, se hace necesario que maestros, padres, madres y responsables conformen un equipo integral y multifuncional que aporte cambios profundos en el hecho educativo, esto es el deber ser.

         Pero la realidad es otra el anacronismo crece, la escuela y la comunidad se sumergen en debilidades que acaban con las fortalezas, se hace necesario un cambio de visión, en relación a esto Seijas (2004) planteo:

La escuela no es una rutina, ni en las zonas urbanas ni en las rurales, en Venezuela es común ver escuelas con paredes cansadas, pasillos deteriorados e inclusive hasta los juegos parecieran convertirse en repeticiones mecánicas, dentro del aula impera la monotonía, las técnicas de enseñanza no se movilizan, parecen invariables, el docente parece un ente robotizado, se programa para entrar y salir a

la misma hora, se hace preso de su aula y se olvida de que vive en una comunidad donde reciben las familias de sus estudiantes. (Pág. 40).

        Lo que manifiesta el autor es una gran verdad, pero a ello se le sumaria otros elementos, porque se aprecia que enfatiza en el error del docente, no se toma en cuenta que la familia es corresponable de la formación pedagógica de los niños y niñas, su cuota de participación no es meramente en el hogar, esta debe trasladarse a la escuela así como la participación del maestro debe trasladarse a la comunidad.

        Todas las escuelas nacionales son escenarios donde la interacción entre la familia y la escuela brilla por su ausencia, tal fenómeno es observable en zonas urbanas como rurales, se sabe de padres que inscriben a los escolares y nunca van a el colegio para informarse del rendimiento de sus hijos, se produce un abismo entre familia y escuela, la primera pierde la visión de corresponsabilidad y la segunda no articula programas y planes de interacción, situación que fragmenta a las dos instituciones socializantes mas importantes, la familia y la escuela.

        Se han elaborado algunos planes y programas de integración aislada, la situación no es fácil, es un viejo mal que se ha fomentado durante muchos años, en la nueva Ley Orgánica De Educación se ubica la familia como corresponsable del hecho educativo, se exige romper con dicha realidad que aleja la familia de la escuela.

        Una muestra de ese mal nacional, es el estado sucre, muchos maestros se sienten como cuidadores de niños, sin el apoyo de los padres, niños que van a escuelas que ubican en carreteras nacionales, corriendo riesgos de ser victimas de atropellos, si se viaja de Cumaná a Casanay en horas de entrada y salida de clases, es común ver centenares de niños y niñas caminar solos a

La escuela o a la casa, los padres parecen ajenos a las instituciones y los docentes a los hogares de los infantes, este mal debe ser corregido con premura.

        La grave situación se refleja en la escuela Bolivariana “Matías Parra Alcalá” de Casanay municipio Andrés Eloy Blanco estado sucre, en esa institución se aprecia una anomia en cuanto a la participación de la familia en la formación pedagógica de los niños y niñas, en este caso concreto los de 2do grado sección “A”, el aula tiene un total de 31 alumnos y 31 representantes, cuando se convocan a reuniones no asisten ni el 20%, se  nota desestimo de los padres, madres y responsables.

        Esta problemática se hace evidente en el rendimiento escolar, dado que hay niños que no cumplen regularmente con las asignaciones escolares; puesto que en el hogar no reciben la correspondiente orientación por parte de sus padres; a todas estas el docente no implementa actividades para corregir dicha situación conformándose con que los demás cumplan.

        De igual forma el representante desconocedor de la importancia que su orientación oportuna tiene en el rendimiento escolar de su representado, no toma acciones por cambiar dicha conducta.

...