Estructura Socio Economica
Enviado por narcisovz • 6 de Noviembre de 2013 • 2.334 Palabras (10 Páginas) • 460 Visitas
El modelo neoliberal en México y la crisis del sistema político (1982 – 2003)
AUTOR: MARCO ANTONIO TRUJILLO MARTINEZ.
Estructura Económica
Estructura Política
Estructura Social
ESTUDIANTE: NARCISO AMADOR VARGAS ZAPATA.
22 DE OCTUBRE DE 2013.
SINTESIS.
PLANTEAMINETO DEL AUTOR EN LA LECTURA.
El diagnóstico de los problemas económicos del cual parte una política económica es crucial para la selección de los instrumentos de política a priorizar, lo cual a su vez determina los resultados alcanzados.
Cada grupo económico interpreta las causas de la crisis en función de sus intereses, es decir, de los elementos que terminaron por frenar o frenan su dinámica de acumulación, por lo que las políticas de ajuste que diseñan y postulan son las más adecuadas para sus intereses.
La política económica neoliberal se orienta a propiciar la mayor participación del sector privado en la economía para que éste sea el motor del crecimiento, y a través de ello generar beneficio para el conjunto de la sociedad. Al prosperar el sector privado, la economía crecerá por lo que irradiará frutos para todos. Se confía en que la solución de los problemas vendrá dada por la mayor participación del sector privado. De ahí que se privilegian los mecanismos y señales del mercado (comandados y determinados por la gran empresa privada) para que orienten la asignación de recursos y determinen la reestructuración de la economía y así obtener los objetivos de crecimiento y bienestar que se estaba buscando.
Un elemento fundamental del nuevo proyecto es la “reforma del Estado”, que no es otra cosa que la reducción de sus funciones y la limitación de su intervención en la vida económica. En esta perspectiva, se ha reducido el número de empresas públicas, unas han sido vendidas a los capitalistas privados, especialmente aquellas que obtienen elevadas ganancias; otras han sido fusionadas o liquidadas. De lo que se trata es que la intervención estatal se reduzca a lo mínimo, no solo en el número de empresas controladas, sino también en la regulación de distintos aspectos de la vida económica y social. Se afirma que son las fuerza del “mercado libre” las que deben determinar el curso de la sociedad mexicana. En cambio, se promueve la visión de la empresa pública “como sinónimo de la ineficiencia, corrupción y por tanto, chivo expiatorio de los pecados de la crisis.
Las tendencias centrales del modelo de sustitución de exportaciones: liberalización comercial, privatización, ajuste de las finanzas públicas y observancia de las reglas impuestas por el FMI y el Banco Mundial, provocaron una agudización de las desigualdades sociales por un lado, y por el otro reforzaron la presencia de los conglomerados nacionales e internacionales presentes en la economía mexicana. Las desigualdades sociales en México han sido siempre profundas y persistentes, pero las políticas neoliberales y la reforma estructural llevada a cabo en las administraciones para las inversiones extranjeras con Canadá, los Estados Unidos y otros países y puso las bases para una integración económica regional de largo plazo. En pocas palabras, el neoliberalismo reformó sustancialmente las relaciones de la economía mexicana con el sector externo. Sin embargo, no sucedió lo mismo internamente. La vasta mayoría de los mexicanos fueron marginados de las ventajas de la nueva política y muy poca gente fue capaz de incrementar su ingreso en el nuevo contexto internacionalizado. Bajo las tendencias neoliberales, las empresas poderosas se divorciaron cada vez más de la expansión del mercado interno y del aumento de la capacidad de consumo del pueblo mexicano. Sus ganancias y la reproducción de su capital son realizados en los círculos de los mercados internacionales y no dentro del mercado interno. Esta es la razón por la que los sectores monopólicos que fueron favorecidos en las gestiones de De la Madrid y de Salinas, no están interesados en mejorar los niveles de vida y los ingresos de los mexicanos. Los monopolios no dependen de estos factores sino de manera tangencial, para proseguir con su capacidad de acumulación. El proceso de internacionalización alentado entre 1983 y 1994 significó, en pocas palabras, orientar a la planta productiva nacional hacia el mercado internacional, en detrimento del mercado interno lo cual ha producido efectos devastadores para la economía y la sociedad mexicanas. Se instrumentó un nuevo modelo de “desarrollo hacia fuera”, que exhibía rasgos parecidos al modelo porfirista del siglo pasado, con la diferencia de que el actual se basa en la industrialización.
La educación es un aspecto estratégico del desarrollo, el cual no ha recibido la necesaria atención para su mejoramiento. Como se plantea en el capítulo e, el atraso mexicano está determinado en gran medida en la ausencia de una ciencia y tecnología nacional que permita al país participar adecuadamente en la producción de bienes de capital.
La demanda de una estructura educacional fortalecida es más urgente ante el escenario de la integración con los países de América del Norte, la que se dará necesariamente con más fuerza a raíz del TLC. Si México es incapaz de proveer a su población con una mejor educación en términos cualitativos y cuantitativos, lo más probable es que la dependencia hacia el centro se expandirá, pero peor aún el país se convertirá en receptáculo de los empleos con menor calificación en el área de Norteamérica, y por lo tanto, con los empleos con menores niveles de salarios.
Es claro que los diferentes niveles educacionales entre México por un lado, y Canadá y los Estados Unidos por el otro, es una desventaja para una participación balanceada de México en la integración norteamericana. El Secretario de Educación de México planteó la realidad sobre el tema (U2000, Agosto 26, 1994) al decir que en México la educación promedio era de 6.5 años en ese momento (1994), mientras que en Canadá y en los Estados Unidos era de 12 años. Por consiguiente, si México quiere aprovechar las oportunidades de la integración económica y elevar su competitividad, tiene que dedicar grandes esfuerzos y mayores presupuestos para superar su atraso educacional, capacitando mejor a su fuerza de trabajo. Las políticas neoliberales no brindaron los frutos que se esperaban en este campo.
En 1980 la población mayor de 6 años sin educación primaria era 13.1% del universo de población de 6 años o mayor, en
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