Eutanasia

Al hablar de eutanasia estamos haciendo referencia a una palabra de origen griego compuesta por eu (bueno) y thanatos (muerte), es decir buena muerte o como algunos señalan muerte digna. Esta tiene variadas concepciones, se puede entender como la solicitud del paciente del homicidio o también como el auxilio para un suicidio en circunstancias análogas. La RAE la define como como toda acción u omisión, que con la intención de evitar sufrimientos a los pacientes desahuciados médicamente, acelera su muerte, con su consentimiento o sin él. Sin embargo, es necesario tener en cuenta que para que se realice un acto de eutanasia primero que todo el enfermo se debe encontrar bajo una enfermedad incurable o terminal, donde el personal que realice el acto debe contar con el consentimiento del enfermo o los familiares. Esta aclaración se debe a que comúnmente se confunde la eutanasia con el suicidio, sobre todo por la exposición periodística en los medios de comunicación, que tiende a identificarlas como sinónimos. Siendo la diferenciación de esta la participación de terceros, quienes realizan el hecho.

La eutanasia, tiene una variedad de clasificaciones, dentro de la cuales la primera clasificación es la directa, definida como el adelanto de la muerte debido a una enfermedad incurable. Esta noción a su vez se distingue en activa y pasiva, siendo la activa caracterizada por la muerte indolora debido a enfermedades como cáncer o SIDA, donde través de sobredosis de drogas se pone término a los signos vitales. Por otra parte la pasiva, o muerte por omisión, donde se deja de tratar una enfermedad o complicación.

La eutanasia que se practica en forma indirecta, es la que tiene como efecto secundario la muerte al realizarse un tratamiento terapéutico. En esos casos la eutanasia es la consecuencia de la sobredosis de medicamentos utilizados para aliviar del dolor físico en las personas, donde la intención no es acabar con los signos vitales, siendo este la derivación del tratamiento.

Otras derivaciones hacen referencia a la cocotanasia como fin de la vida del paciente sin el cosentimiento de este, la sedación terminal como la medida de inducir el sueño en el paciente para que ya no sienta dolor, la dinastacia siendo un antagónico de la eutanasia, la que tiene por objeto prolongar la vida de la persona llegando incluso a condiciones inhumanas, y por último la eutanasia eugenésica, la cual era utilizada con finalidad de mantener la salud social. En estos casos se practicaba la muerte a una persona y la eliminación de enfermos a partir de la salud colectiva. Esta era parte de la filosofía nazi, la cual Hitler reflejo en su obra “Mein Kampf”.

Planteando el tema desde un contexto nacional podemos decir que en Chile aún no hay una regulación respecto a la eutanasia. Si bien han ocurrido acontecimientos que se acercan a esta, no hay una normativa que permita la aplicación de la eutanasia hacia a algún paciente.

En el año 2011 hubo una fuerte controversia por un proyecto de ley presentado por los parlamentarios socialistas Fulvio Rossi y Juan Bustos, el cual planteaba la idea de ayudar a morir a los pacientes que se encuentren desahuciados, lo que generó debate y polémica dentro de la misma Concertación. Por otra parte el año 2006 el Gobierno anunció la idea de legitimar la decisión de los pacientes de no aceptar medida que prolonguen la vida de forma artificial, dando como argumento a este la idea de “muerte digna” entendida por todos desde la connotación de eutanasia.

En conclusión, no es lo mismo hablar de eutanasia, muerte asistida o suicidio, siendo la eutanasia la decisión de los enfermos terminales de poner fin a sus signos vitales, con el objeto de no prolongar aún más el sufrimiento al cual se encuentran sometido por las enfermedades que lo afecten.

Estas confusiones se dan en parte, desde la problemática que plantea la ciencia y medicina respecto del fin de la vida, manipulando esta a través de la prolongación de la vida de forma artificial, como señala Arthur Kaufmann, que los avances de la ciencia han prolongado la vida más allá que de lo que la propia naturaleza establece, siendo antes una definición para el concepto de vida, hoy nos encontramos con una varia gama de derivaciones, siendo la muerte un proceso establecido por fases, como muerte inminente, muerte cardio respiratoria, muerte cardíaca, muerte cerebral, entre otras. Por consiguiente los conceptos de vida y muerte ya no solo aluden a lo que comúnmente se conoce, perdiendo la definición clásica y pasando a consistir en una variada rama de estados de posibilidades de vida y muerte, donde la intervención médica incurre en el mismo.

Respecto de casos de personas de personas que hayan despertado del coma se encuentra Anne Shapiro, quien cayó en coma el día del asesinato al presidente John F. Kennedy el 22 de noviembre de 1963. Anne tras pasar 29 años sin contacto con la realidad despertó el 14 de octubre de 1992, con 79 años. Si bien esto en primera instancia le generó un shock al darse cuenta que ya era una anciana, le permitió llevar una vida armoniosa junto a su familia y esposo quien la cuidó durante los 29 años que estuvo en coma, falleciendo 11 años después a través de una muerte natural a la edad de 90 años.

Cabe destacar que durante los dos primeros años, Anne estuvo paralizada, durmiendo con los ojos abiertos, lo que se conoce como “ojos de muñeca”, cada dos horas Martin, su esposo ponía gotas en sus ojos para que estos no se secaran, y así lo hizo hasta que Anne quedo en coma.

Luego de haber despertado Anne no pudo moverse durante los dos primeros años, teniendo que aprender a sociabilizar nuevamente como si fuera un niño pequeño, que recién está identificando diversos fenómenos sociales. Es así como aprendió a hablar nuevamente, mientras su marido cuidaba de ella, vistiéndola y alimentándola.

Mientras Anne estaba en coma, ocurrieron muchos acontecimientos familiares, durante los 29 años que permaneció fuera de la realidad sus hijos se casaron, nacieron nietos, algunos de sus hermanos fallecieron y ella se volvía cada día más longeva. Por otra parte la tecnología se había desarrollado a gran escala, por lo que fue una sorpresa para Anne cuando se percató que la televisión era en colores.

Durante el período que Anne estuvo dormida, sufrió una serie de secuelas por las que fue operada dentro del período del coma, siendo intervenida por atención médica por cataratas en los ojos y un reemplazo en la cadera. Esto producto de los años en coma, lo que le causó una serie de consecuencias secundarias a su cuerpo. Cuando Anne despierta del coma, todos estaban sorprendidos. El doctor Glenn Eglander quien trataba a Anne por presión alta manifestó su sorpresa señalando que lo que le

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