Evoluciona De La Población En Diferentes Países

La demografía de los países y regiones no ha sido constante a lo largo de los años, durante siglos la población había crecido de manera lenta, pero es a partir de la introducción de las economías industriales cuando la población empieza a experimentar cambios importantes. En primer lugar, pasaremos a analizar estas transformaciones relevantes en el comportamiento demográfico, para después observar como han repercutido sobre los países y regiones durante siglos, mediante la Tabla 1.

Hasta 1800, el período preindustrial, estaba caracterizado por un crecimiento económico nulo o muy bajo y por bajos niveles de productividad. Este crecimiento no era alto debido al inestable equilibrio entre la población y sus recursos. Por ejemplo, un aumento en la población provocaba una disminución del ingreso per cápita, lo que hacia que la sociedad se situara en unos niveles de vida más bajos originando así un aumento en las tasas de mortalidad y una disminución en las tasas de natalidad. Esto derivaba en una disminución de la población y en consecuencia del incremento del ingreso per cápita, volviendo así a la situación inicial. Así pues, la población se encontraba en un régimen malthusiano.

En cuanto al desarrollo de la población, las tasas de crecimiento eran muy bajas, ya que las economías preindustriales se caracterizan por ser economías agrarias, por lo que cuando se producían crisis de subsistencias los alimentos escaseaban, provocando así hambrunas, enfermedades y epidemias. Esto derivaba en altas tasas de mortalidad, aunque también cabe destacar que las tasas de natalidad eran elevadas (aunque en menor proporción) a causa de las altas tasas de mortalidad infantil.

Este comportamiento demográfico empieza a cambiar en 1800 aproximadamente, que es el momento en el que termina el régimen malthusiano y empieza la transición demográfica.

Los cambios se perciben primero en una disminución de la tasa de mortalidad. Algunas de las causas de su descenso, estaban relacionadas con el cambio agrario, que produjo el aumento de la productividad agrícola. Gracias a ello, la alimentación mejoró y era más abundante, también mejoró la alimentación de las madres durante el embarazo, la lactancia y alimentación del bebé, provocando así una disminución de la tasa de mortalidad infantil.

Además se llevaron a cabo medidas públicas de prevención y se aumentaron las medidas de salud pública, como el alcantarillado o el control de aguas de boca y residuales, reduciendo así las enfermedades trasmitidas por agua. Por tanto, fueron un conjunto de mejoras en la salud, alimentación y otros factores lo que provoco una disminución de la mortalidad y un aumento del crecimiento de la población.

Consecuentemente, el descenso de la mortalidad tuvo algunas consecuencias que generaron una disminución de la natalidad, por ejemplo, la bajada de la mortalidad infantil significaba que las familias sabían que iban a sobrevivir más hijos. Además la aspiración a que los hijos tuvieran una buena educación les costaba más dinero a las familias, por

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