FEEDBACK COMO HERRMIENTA DE APRENDIZAJE

FEEDBACK COMO HERRMIENTA DE APRENDIZAJE

Feedback es una palabra que procede del inglés y que significa retroalimentación, y se relaciona con aspectos del desempeño de una actividad realizada. En un ambiente escolar la retroalimentación maestro- alumno promueve el rendimiento académico, la eficacia y la motivación. Aunque el profesor no es el único encargado de dar la información correctiva ya que esta se puede dar entre iguales o de alumno- maestro.

¿Por qué la retroalimentación es importante?

Investigaciones confirman que se obtienen resultados favorables al recibir información específica en cuanto a cómo se puede mejorar el desempeño. La retroalimentación puede tener un impacto positivo o negativo ya que podemos fomentar o inhibir el aprendizaje.

La retroalimentación también es influenciada por distintos factores como son el momento en que se realiza, el contexto y la credibilidad entre maestro-alumno. Aunque la respuesta del estudiante también depende de lo que el espera. Es posible que el mensaje no se interprete de forma positiva, o que la interpretación se vuelva un desafío. Como cuando a un alumno se le indica que algo está mal, pero no de cómo mejorarlo.

Diferentes tipos de feedback Weaver (2006) identificó cuatro retroalimentaciones 'inútiles':

1. comentarios demasiado generales o vagos
2.  comentarios carentes de orientación específica
3. comentarios centrados en los aspectos negativos
4.  aquellos no relacionados con los criterios de evaluación.

Por el contrario, Nicol(2010) encontró que el feedback debe ser generado como un diálogo y no un monólogo. La retroalimentación efectiva es: -rica en detalles -adaptable a las necesidades de los estudiantes -orientada a promover la reflexión.

La retroalimentación es un método que toma tiempo por lo que puede es de ayuda fomentarla en un ambiente colaborativo. El feedback propicia la confianza y da resultados eficaces al escuchar la opinión de los demás.

Puntos importantes para realizar una retroalimentación útil:

• Leer o escuchar el trabajo: escuchar antes de comentar los errores.
• Lista de aspectos a mejorar y tomar uno que sea de mayor interés  para el proceso.
• Escribir el feedback: usar expresiones del tipo 'Cómo podrías mejorar...'
• Siempre comenzar resaltando algo que el estudiante hizo bien. Esto tiene dos propósitos: el primero es validar el trabajo del estudiante. Lo segundo es que se encuentre más respetivo a una sugerencia de cambio.
• La retroalimentación debe darse en el momento oportuno: cuando la retroalimentación se da inmediatamente después de mostrar un aprendizaje.
• Sea sensible a las necesidades individuales del estudiante. Es esencial un equilibrio entre no querer herir los sentimientos de los estudiantes y proporcionar un estímulo adecuado.
• Dar respuesta a estas cuatro preguntas: ¿Qué puede hacer el estudiante? ¿Qué es lo que no puede hacer el estudiante? ¿Cómo se compara el trabajo del estudiante con el de los demás? ¿Cómo puede el estudiante mejorar?
•  La retroalimentación debe hacer referencia a una habilidad o conocimiento específico: esto es cuando las rúbricas se conviertan en una herramienta útil.
• Comentarios y sugerencias, lista de cotejo con lo esperado por Ud.
• Mantenga conversaciones uno-a- uno (o en pequeños grupos), Los estudiantes cuentan con la atención y la oportunidad de hacer preguntas.
• La retroalimentación puede ser verbal, no verbal o por escrito. Las expresiones faciales y los gestos también son medios eficaces de entrega de retroalimentación.
• Enséñele a sus estudiantes a retroalimentar el trabajo de sus compañeros: capacitar a los estudiantes para dar y recibir retroalimentación constructiva.
• Utilice un cuaderno para realizar un seguimiento del progreso del estudiante: mantenga una parte de una libreta o cuaderno para cada estudiante.
• Usar comentarios por escrito.
• Alabe genuinamente.
• "Me di cuenta.... ": haga un esfuerzo para observar un comportamiento de un estudiante o el esfuerzo que ha puesto en una tarea.
• Proporcionar modelos o ejemplos.
• Invite a los estudiantes a darle retroalimentación: Deje que puedan hacerlo de manera anónima y pregúnteles: ¿Qué es lo que les gusta de mi clase?  ¿Qué es lo que no les gusta?  Si ellos estuviesen enseñando su clase, ¿qué harían de manera diferente? ¿Qué fue lo que más aprendieron de usted como maestro?

...