FEMINICIDIO

Evidentemente que si podemos relacionar los paradigmas de los autores con el tema del Feminicidio, ya que las lecturas, aunque son diferentes en cuanto al tema, todas coinciden en lo fundamental.  

La modernidad ha resquebrajado a nivel global y local principios, concepciones, ideologías,filosofías, dogmas, aún las diferentes éticas. El hombre moderno ha derrumbado todo lo que se había considerado como riqueza de la tradición, los conceptos básicos por los cuales el hombre lograba su plena realización. Los valores que habían sido considerados como fundamentales como la libertad, la autonomía, la responsabilidad , ya no son fundamentales para el hombre moderno, dándole un sesgo muy fuerte hacia el liberalismo tanto en lo ideológico como a lo material. El hombre tiene miedo a la libertad, ya que parece ser que no se quiere comprometer tanto individual como a nivel comunitario o social. Evidentemente que la coercitividad de ninguna manera ha sido algo que emancipa al hombre, sino que su conciencia, aunque muy deteriorada podría ser una guía más fuerte.

Habiendo derribado estas barreras que por cierto ideológicamente era muy fuertes, las sociedades van siendo más frágiles, inestables, y el riesgo por lo mismo persiste en todas ellas. No existe ya la seguridad en el presente, ni el pasado, sino que el futuro se presenta como más prometedor, ya que se percibe al menos de lejos como una utopía. En síntesis el hombre no encuentra apoyo ni en ideologías, filosofías, dogmas y menos en las instituciones.

Las dos lecturas anteriores  son como la materia prima para la corrosión del hombre moderno. Si no hay principios que sostengan su ser, además que las instituciones no le dan ninguna seguridad, ya que inspiradas en el liberalismo económico, son sólo algunos que se benefician, mientras que la mayoría de las personas de alguna manera son manipuladas o explotadas por los grandes consorcios, compañías, negocios y por lo mismo lo hace sólo un engranaje del sistema, pero que de ninguna manera lo beneficia en todos los órdenes de la vida. Aún los grandes pueden caer, pero el sistema es tan frío que tampoco le afecta.

Este paradigma que nos plantean estos autores, embona exactamente en nuestro tema del FEMINICIDIO, ya que el hombre moderno vive también en un ambiente de la disolución de todos los valores, principalmente el respeto a la vida humana, como algo trascendental.

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