FEMINICIDIOS: Las tres muertas de Marisela Escobedo

Las tres muertes de Marisela Escobedo

Alumna: 

Mendoza Vite Perla Patricia 

“—No saben el nombre de ella, no la han identificado. 

Eso es todo. Un caso como tanto otros. 

Pronto ya nadie se acordará de él. 

—Sí, suele ocurrir. 

—Pero también habrá quien no la olvide.” 

Haruki Murakami, “Baila, baila, baila”. 

A lo largo de este texto se me ha complicado mantener una postura objetiva o neutral ya que, así como Marisela se movió a través del dolor, el enojo, frustración, miedo y dolor, yo también lo haré porque a diario camino por las calles con miedo de no volver a mi casa solo por el hecho de ser mujer, porque amigas han vivido violencia doméstica o de género y otras ya no las hemos vuelto a ver.

Este documental nos hace cuestionarnos y sensibilizarnos con respecto a esta situación dolorosa. ¿Qué es la justicia? ¿El Estado nos protege? ¿Cuál es nuestra función en esta sociedad como mujeres? ¿Somos humanos o números? Pueden ser cuestiones complicadas de tocar pero si buscamos las respuestas las hallaremos pero no nos pueden asegurar que al final de ese camino saldremos con vida, tenemos un ejemplo muy claro de esto: Marisela Escobedo Ortiz.

Empezare con la justicia. A lo largo de este largometraje nos muestran tres formas de hacer justicia, la más aplicada fue el asesinato: Una mujer exponía las precariedades del sistema de justicia y lo justo para los altos mandos fue asesinarla; querían justicia por el asesinato de Rubí Escobedo, asesinan a Sergio Barraza; querían justicia para el asesino de Marisela, asesinan a Andy Barraza. ¿Cómo exigirán justicia las muertas si no solo les han quitado la voz también la vida?

La segunda forma fue el silencio ¿Por qué los cómplices del feminicidio de Rubí esperaron hasta que Marisela buscara a su hija para hablar? ¿Por qué el gobierno prefirió tapar a Sergio cuando él dijo la verdad? ¿Por qué esta historia pasó al olvido cuando a diario se asesinan a más de 11 mujeres al día? Claro, dicen que el límite es 11 pero no olvidemos a las mujeres de las cuales seguimos sin saber de ellas. Sus nombres, esencia, humanidad, desparecen con el rozar del viento sobre las fosas comunes y bolsas de basura. ¿Cuánta información se tuvo que ocultar para seguir protegiendo a la familia? El silencio en todo su esplendor.

México un país lleno de vida y colores vibrantes; México un país feminicida. Ensordecido por su música, deshumanizado por la necesidad de olvidar su opresión histórica.

Por último, la tercera forma de hacer justicia fue por medio de la ley pero esta no se ha podido efectuar con el paso de los años. En minutos privaron a Marisela y a Rubí de su vida; en años no se ha podido hacer justicia. Una madre que trató de hacerlo según la ley impuesta por los mismos hombres que la mandaron a asesinar.

En la Edad Media asesinaban a las mujeres tachándolas de brujas solo por poseer conocimientos ¿Ahora por qué nos asesinan? ¿Por exigir el respeto y reconocimiento de nuestra humanidad?

Con esto paso al privilegio de seguridad en el cual abunda en nuestro país. Cuando secuestran o asesinan a una persona influyente en la política o economía del país, los altos mandos mueven cielo, mar y tierra para encontrar a los culpables y paguen por los errores cometidos sin embargo ¿Qué sucede cuando amenazan la integridad del pueblo? Nada o el propio Estado es participe de esta violencia sistemática; simplemente somos comida para los lobos. México es como un Coliseo: una parte del pueblo pueden ser los leones y la otra parte los cristianos o judíos, en cuanto al público, está conformado por las familias más ricas del país y del mundo.

Solo encuentre el acero en tus manos

Quien tu nombre sagrado insultó.

Cesar Duarte Jáquez ¿Te sentiste insultado cuando revelaron tu flaqueza como gobernador? La posible respuesta sería no ¿Por qué un hombre se sentiría insultado por una mujer? El patriarcado en todo es esplendor.

No solo Marisela, miles de mujeres han luchado para que se cumplan sus derechos como mujeres pero lo único que reciben a cambio es el rechazo social o una bala en la cabeza, solo para que conozcan su lugar en la sociedad. Pareciera que el pueblo mexicano no importa, y menos las mujeres. Somos la mitad de la población mexicana y la voz de los varones tiene más peso que la nuestra ¿De qué lado está la balanza? ¿Por qué nos asesinan si somos el sustento del país? Mujeres, madres, educadoras, hermanas, secretarias, constructoras y reconstructoras. Reconocer el peso de nuestra voz, es reconocer nuestra historia; dependerá de nosotras reubicarnos.

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