FEMINISMO: RAZÓN, RECTITUD Y JUSTICIA
Enviado por Profesora Lidia Veliz • 12 de Noviembre de 2015 • Ensayo • 2.517 Palabras (11 Páginas) • 126 Visitas
FEMINISMO: RAZÓN, RECTITUD Y JUSTICIA.
"El feminismo ha sido, como movimiento social, una de las manifestaciones históricas más significativas de la lucha emprendida por las mujeres para conseguir sus derechos. Aunque la movilización a favor del voto, es decir, el sufragismo, haya sido uno de sus ejes más importantes, no puede equipararse sufragismo y feminismo. Este último tiene una base reivindicativa muy amplia que, a veces, contempla el voto, pero que, en otras ocasiones, también exige demandas sociales como la eliminación de la discriminación civil para las mujeres casadas o el acceso a la educación, al trabajo remunerado (...)".[1]
El movimiento feminista, fue un proceso que se extendió largo y tendido por toda la historia de la humanidad, pero que aún así, se ha enfrentado a las críticas de diferentes posturas a lo largo de la historia, que desde sus inicios no mantuvo un apoyo considerable de la población masculina, y aún cuando los tiempos también han cambiado, la capacidad del hombre de admitirnos como iguales, no ha tenido un crecimiento considerable.
Es intolerable, que hasta nuestra época los salarios, los horarios y beneficios estén determinados por nuestro sexo, que si estamos desarrollándonos en un sistema que por lo menos lleva casi dos siglo, no hayamos podido adaptar formas adecuadas a lo que de “igualdad” entendemos, más entiendo que la historia no favorece nuestro desarrollo, pero tampoco es el determinante para evitar que esto tenga un vuelvo importante.
Si bien, la historia ha sido notablemente construida a puño y letra del género masculino, y hemos sido reducidas como objeto de criticas y de investigaciones, por considerarnos diferentes a ellos, en fuerza y destreza, desde épocas antiguas, la figura femenina era sinónimo de segregación debido hacia una gran diferencia de naturalezas que se ha visto siempre ligada a una determinada estructura familiar. Los derechos de exigir más respeto en el ámbito familiar, en la antigüedad, en la Grecia de los primeros siglos, solo se limitaba a una posibilidad de divorcio si tenía malos tratos en grado mayor, pero siempre era el objeto de repudio al momento de ejercer un juicio con respecto a sus actos. Pero nuestro bienestar dependería hasta muy cercano el siglo XX, en consideraciones de padres o esposos, que determinasen nuestros destinos, éramos un objeto más dentro del hogar, nuestras habilidades se limitaban a utilizarse entre las cuatro paredes de la cocina, esto situándonos en la clase baja de mediados del siglo XIV, así amasando el pan, preparando la comida, cuidando los animales domésticos, donde la vaca proporcionaba la leche necesaria en aquella época para la subsistencia. Si por entonces nos llevábamos el trabajo más tedioso y pesado ¿Con qué autoridad somos el sexo débil?, si hemos estado en la historia al igual que el sexo masculino, teniendo que enfrentarnos en mayor medida a las desigualdades en desventaja al momento de hablar que somos mujeres ¿Dónde queda el rol de la mujer sostenedora espiritual del hogar?
En el antiguo régimen, en pleno siglo XVI, el concepto de la mujer y de su papel social sufrió importantes cambios, desde las nuevas pautas introducidas a partir del humanismo cristiano de Erasmo de Rótterdam, no lograron del todo en romper con las inhibiciones del medioevo, existen por lo demás mujeres humanistas, pero que están enfrentadas hacia la doctrina de la iglesia católica que exigía luego del Concilio de Trento, en boca de Fray Luís de León (la perfecta casada) , trazando los ideales de la perfección hecha mujer, pero no logro entender que la mujer modesta, recatada, obediente, sacrificada, entre otras cualidades, hayan sido la justificación de mantener a raya el comportamiento de género femenino, los roles hasta ahora han ido diversificándose, entre hombres y mujeres no existen grandes diferencias, pero en aquella circunstancias determinaban a la mujer a un desdichado destino, donde la suerte era sinónimo en algún indicio de derecho por parte de su núcleo familiar, además el hecho en que la iglesia se involucrase dentro de esta exigencia en el perfil de las mujeres, hizo justificarse en sí mismo el comportamiento de los hombre al golpear, y donde el machismo era signo de poder en el hogar. Si bien, el renacimiento conllevó en el cuestionamiento de muchas tradiciones, la vida de las mujeres que estaban siendo manipuladas desde la historia escrita por el hombre, la mujer tomo por primera vez la voz alzada para negar la inferioridad que nos otorgaban, en la edad moderna, la potencialidad humana del renacimiento y los beneficios de la economía mercantil hicieron posible que la mujeres de la burguesía tuvieran un mayor acceso a la cultura.
Uno de los movimientos iniciadores del pensamiento feministas es conocido como la “Querella de las Investiduras”, una polémica literaria y filosófica sobre la naturaleza y valor del sexo femenino, en la que participaron tanto letrados varones como autoras femeninas. La Querella se prolongó hasta el siglo XVIII y tuvo mayor relevancia en distintos momentos. Desde el siglo XIV, los eruditos iniciaron una discusión acerca del grado de humanidad y de la naturaleza de las mujeres, confrontándolas con el modelo masculino y siguiendo una tradición de oposiciones de dos elementos muy característica del pensamiento patriarcal, y he aquí el problema, ya que sólo algunas vieron realizados sus proyectos, como en la mayoría de las historias de lucha, el hecho de mantener un estatus social más elevado siendo estas mujeres acomodadas, dieron como resultado que las menos lograron tener una educación e informarse que derechos tenían en su vida y fue quizás ese el eslabón carente para que la lucha hubiese sido aún más expedita, aunque podemos rescatar alguna figuras, entre ellas es Christine de Pisan creó en su “Ciudad de las damas” una ginecotopía que tendría gran influencia en autoras posteriores, una ciudad fundada sobre el campo de las letras, donde las mujeres habitarían sin temor, puesto que el problema no se generaba en la capacidad natural de la mujer, sino en la carencia de educación, y que por tanto, perjudicaba en la información para exigir los mismo derechos,
Que la ilustración haya querido abrir un nuevo paso hacia la libertad, no tuvo ninguna incidencia en el desarrollo latente de la mujer, los derechos que buscaban la igualdad de la mayoría, dejaron en un extraño movimiento estático al rol de la mujer en la sociedad, no estaban consideradas entonces como parte de la ciudadanía ilustrada, por diversas razones, como no tener la capacidad de luchar en la búsqueda de mayores conocimientos en la época de las luces, pero la revolución industrial que se vivió posteriormente no hizo sino que aumentar la brecha entre los géneros, acelerando la marginación de la mujeres a los papeles tradicionales de madre y esposa, ya que el hogar se desvincula de la producción, mujer ya no era sinónimo de prestigio en lo artesanal, agrícola o comercial, puesto que la revolución e había arrebatado los trabajos que hasta ahora había podido demostrar que hacia de buena manera.
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