FORMACIÓN ACADÉMICA PARA LA VIDA

FORMACIÓN ACADÉMICA PARA LA VIDA

La formación académica es una serie o conjunto de conocimientos y experiencias que se adquieren con el paso de los años, los cuales son una herramienta para poder competir y consolidarse frente a las competencias que se puedan afrontar con las características y cualidades propias de cada uno. A medida que se va creciendo académicamente lo que se intenta, es obtener una visión de sustentabilidad para fortalecer la calidad de vida y el ejercicio de la profesión, articulando e incorporando dentro de los contenidos de estudio en cada disciplina conceptos y temas sobre problemas económicos, culturales, socio ambientales globales, integrándolos con un enfoque transversal en planes y programas de estudio, en asignaturas específicas y en aquellas propiamente disciplinarias, para provocar en su aprendizaje la reflexión, el análisis y participación en acciones de educación ambiental y en vinculación con los sectores de la sociedad civil.

“Los profesionales deben saber que hoy en día tienen que diversificarse y hacer que su capital humano sea flexible. Eso significa que tienen que estar dispuestos a reinventarse a sí mismos rápidamente”, afirma Alejandro Gaviria, decano de la Facultad de Economía en la Universidad de los Andes.

Alejandro Gaviria agrega que siempre se ha hablado de una desconexión entre lo que producen las universidades y lo que demandan las empresas. Las instituciones siguen estando centradas más en la demanda actual de el mercado, simplemente educar a la gente en lo que requieran las grandes multinacionales.

“El profesional no debe pensar que su trayectoria en el mercado laboral es una maratón, sino que son muchas carreras de cien metros planos”, concluye Alejandro Gaviria.

Con esto Gaviria se refiere a que en la trayectoria de la formación, el profesional no debe tomárselo a la ligera, sino que debe ir preparándose paso a paso, escalón por escalón, para que cuando se presente el momento de competir contra otros profesionales por un puesto, se específicamente preparado y así poder sobresalir por encima de estos para adueñarse de dicho puesto.

Según el Ministerio de educación de Colombia, “la Ley 115 de 1994 le dio a la educación media el propósito de formar para la vida académica y para la inserción inmediata al mundo del trabajo. Más de una década después, las condiciones del contexto muestran que es necesario que la educación, como conjunto, enfrente la tarea de incrementar el número de años que permanece la población en el sistema educativo con el fin de habilitarla para las exigencias de la vida productiva. Con este objetivo, las instituciones de educación media, además de la formación en competencias básicas, ciudadanas, científicas, tecnológicas y laborales generales, definir en su Proyecto Educativo Institucional (PEI) estrategias para favorecer la continuidad de los estudiantes en la formación para el trabajo o la educación superior. El desarrollo de las competencias específicas se convierte en un valor agregado adicional que los establecimientos de educación Media pueden ofrecer mediante procesos de articulación con terceros como el Sena, instituciones de educación superior y de educación para el trabajo y el desarrollo humano e, incluso, empresas.”

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